Passione

34

Alessio

Estaba enojado con ella, conmigo, con el mundo, con todos. Iba a dejar que me casara, y al final me ayudo, cuando no lo quería. Quería probar que podía cuidar lo mío, quería probar que podía solo. Y a pesar de estar enojado, aún seguía perdidamente enamorado de ella, y eso me enojaba más. El hecho que se fuera a casar con él, estábamos como al principio, solo que esta vez ella si quería casarse. 

Verla con él me hacía rabiar, verla convertida en algo que no era, que lo dejara, y sus respuestas dolían más.

Me ayudo cuando mi mundo se demoraba, cuido de mí, y me ama. 

Yo también la amo, y no quería dejarla, pero no nos elegimos, ninguno de los dos lo hizo, elegimos algo más en vez de nuestro amor, como siempre.

Se secó las lágrimas, la abracé, yo también me sentía raro ver que todo que planeábamos, lo estábamos cumpliendo sin el otro. Bese su frente y ella hizo lo que siempre así acurrucarse a mí como si fuera un refugio y me gustaba eso. 

No se acordaba que estábamos casados, y quería decírselo, pero no podía exigir que me amara.

—Sabes 

—Mmmm

—Tengo hambre —Sonreí —Que te parece comer fideos chinos, podemos llamar, conozco un lugar superbueno —Se separó y me miro —Tienen unos tallarines salteados, que son una delicia, Marcos, el cocinero, no me quiso dar su receta

—¿Conoces al cocinero? —Agacho la cabeza y la miré 

—Cuando estaba en el orfanato, no había comida para todos, tenias que luchar por un plato, un día me fugue, no había podido comer, ese día, junto a otros tres niños y entramos a robar en un restaurante, nos descubrieron, a ellos por ser menores los regresaron, yo fui detenida. El hombre del restaurante dijo que si tenia hambre solo debía pedirlo, después de estar tres días dentro, fui a pedir comida a cambio de lavar platos.

—No sabes cuanto lamento no haberte encontrado —Me miro 

—Alessio yo no te culpo y nunca lo haría, sabía en lo que me metía, yo lamento haberte dejado, no quería pero no tenia elección

—¿Cuánto tiempo después los Williams te adoptaron?

—Tres meses, no tenia probabilidades de que lo hicieran, la mayoría busca niños pequeños, pero vieron algo en mí que ni yo vi, al principio fue difícil, pero me comencé a llevar bien con Richard y Jason, interactúe con Jane y Patrick. Encontré una familia.

—Llamemos entonces —dije 

Ella se estiró y tomo el teléfono del departamento, marco el número de memoria y hablo en chino un rato y después colgó.

—Nuestra comida llegará en unos minutos

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Verla era raro, bajo esa cubierta dulce se escondía el diablo, que si lo hacías enojar saltaría a tu yugular y no dudaría en arrancártela. Los dibujos animados de la televisión solo la distraen, estaba en uno de los extremos del sillón con las piernas recogidas, riéndose, si, porque así era ella capaz de un estado a otro en segundo, un pequeño huracán de emociones.

Me fijé que ya no tenia dolores de cabeza, y eran pocas las veces que la veía perdida en su universo, como los primeros días en que la volví a ver, los cuales me desesperaron verla tan frágil, tan indefensa, era lo que su mente le estaba haciendo, se estaba yendo contra de ella.

—La comida llego —Jack entro con una bolsa grande

—Eres mi héroe Jack —Mire a Jack, y vi lo que había visto en todos, se estaba enamorando de ella

—Me agrada ser el héroe de alguien para varear —Me miro

—Hablaremos después Jack —Me miro y asintió

—Es un jefe muy gruñón

—Como no tiene idea

—Me imagino, sí, es como un panda 

—¿Un panda?

—Sí, un panda 

—Porque mejor no comes

—Muero de hambre

Se sentó en sillón y yo a su lado, me miro y después de engullir la comida hablo.

—Jack no es mala persona 

—Eso lo sé

—Es bueno en su trabajo

—Pues creo que no 

—¿Por qué? ¿Por qué no debería enamorarse de quien cuida? —La mire, así que lo sabía —¿No hiciste tú lo mismo?

—No es lo mismo 

—¿No?

—No, porque yo estaba enamorado de ti mucho antes de ser guardaespaldas

—Eso es un punto a tu favor 

—Y creo que él más importa

—No lo muevas, en estos últimos meses, he tenido tanto caos en mi vida que otro jefe de seguridad me hará estallar la cabeza, yo solo quiero estabilidad en mi vida, además él nunca se a propasado, o intentado algo, él junto a James y el nuevo grupo, son buenos. Me hacen extrañar a Paco y Mateo. 

—Yo…

—Saber que murieron por mi culpa no me deja vivir en paz

—Ellos te querían mucho

—Eran mi familia, me conocían y hacían más ameno mis horas de encierro, sé que Jeff está en terapia por lo que paso —Mierda —Sé que tú también fuiste a terapia, sé que le das comisión al hijo de Paco, que no conoció a su padre 

—Rouses

—Si me hubiera ido contigo nada, eso hubiera pasado y ellos seguirán vivos

—Eso no lo sabes, tal vez el que moriría ahí hubiera sido yo —Negó

—Yo me hubiera ido detrás de ti, eras lo único que me queda en ese momento, no podía perderte, por eso me fui, pero no creí que la que sé ira para casi no volver seria yo.

—Regresaste

—Pero no como queríamos, ¿No? No era el plan

—Tenias tus propios planes, tal vez algún día me expliques por qué




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