Passione

41

Me que mirando al sujeto, el tiempo parecía haberse detenido, un frío helado nos envolvió, solté la mano de Alessio y me acerque más.

—Aleck dice que aún lo vas a ver

—¿Quién es Aleck?

—No juegues

—No está jugando, aún no recuerda bien —Alessio hablo detrás de mí —Hola Wang

—Caruso —Sus ojos no se apartaron de mí —Así que en realidad no me recuerdas 

—Lo siento yo, no estoy bien aún

—Lo siento, debí haberlo previsto

—Está bien, supongo que no puedes posponer ver a alguien que estuvo muerto y ya no

—¿Qué haces aquí?

—Mi esposa quería visitar a su familia y venimos, supe que estaban aquí y no quise desaprovechar la ocasión, pero…

—¿Estás casado?

—Si

—¿Tienes hijos?

—Sí, tengo dos 

—Entonces nos conocemos ¿De la mafia?

—Afirmativo

—Si te hice algo malo, lo siento, pero no si te lo merecías —Sonrió 

—Eres mi hermana

—Yo…

Quede en blanco, quería recordarlo, quería hacerlo, pero no se me venía nada a la cabeza.

—Lo siento, no me acuerdo

—Mika quería que te invitara a comer, pero puedes decir que no —Mire a Alessio

—Está bien —Dijo

—Si iremos

—Bien, vamos 

Caminamos hasta salir del parque, había muchos autos, varios hombres bajaron y abrieron la puerta.

—Qué discreto Wang

—Bueno, es prácticamente mi ciudad 

—¿Lo es?

—El primo de mi esposa lo controla 

—Raiden

—Si

—Vaya que peño es el mundo 

—¿Y tu hermano? Si lo veo lo mato

—Que bueno que no vino 

—Aleck tampoco está feliz 

—Lo sabemos

Subimos a los autos, íbamos callados, solo por la música que sonaba.

—¿Y ustedes están juntos?

—No —Dije —Él salió conmigo porque es mi guardaespaldas

—No sabía que a los guardaespaldas se les besaba, ¿En qué enrollo andas media?

—En ninguno

—Entonces en varios —Mi teléfono sonó 

—Lo siento —Lo saque y conteste era mi mamá

—Hola mamá

—Hola Rouses cielo, ¿Estás en Japón?

—Sí, llegue hoy, ¿Por qué?

—Porque estás en las noticias, no me has llamado Alejandra

—Lo siento, en serio, quise hacerlo, apenas nos fuimos, pero pasaron muchas cosas

—¿Ya estás con él?

—No, es complicado 

—¿Qué tanto? ¿Sigue con esa chica?

—Si

—¿y tú sigues con Zayden?

—Si

—¿Está contigo?

—Sí, estamos en camino a comer con un viejo conocido de aquí, este país es bonito

—Hay Rouses, llámame cualquier cosa, al menos un mensaje, estoy bien mamá, si estoy comiendo mamá, hoy me bese con mi guardaespaldas mamá

—Mamá

—¿Entendiste?

—Sí, mamá, entendí el mensaje ¿Algo más?

—Divierte y usa protección

—¡Mamá!

—Te amo Alejandra 

—Yo también besos —colgué

—¿Tienes mamá?

—La señora Williams, es muy buena

—Me alegra 

Entramos a una calle, con casas grandes y parecían muy antiguas, me viré a verlas mejor.

—¿Salimos de la ciudad?

—Un poco

Subimos una colina muy empinada, hasta el tope donde estaba la más linda casa.

—Es hermosa 

—Eso dijiste la primera vez que la viste 

—¿En serio?

—Si

Los autos se estacionaron y bajamos de estos, entramos, a un lindo jardín, un pequeño niño vino corriendo hasta Wang y salto a sus brazos.

—Papá, trajiste a la tía Rouses —Mire al niño quien se dio cuanta de mi presencia 

—Aquí está 

—Está más linda

—Hola 

—Ella se golpeó la cabeza y no recuerda, debes presentarte 

—¿Me olvidaste? Pero prometiste no hacerlo

—No lo hice, te tengo aquí grabado en mi corazón —Sonrió

—Ves papá, a mí no me olvido —Se bajó de sus brazos —Ven —Me tomo de la mano —Mi mamá te espera, debes conocer a mi hermana —me jalo 

—Tsubasa despacio

—Ven, aún es pequeña, pero es muy fuerte —Regrese a ver a Alessio, él sonrió

Me quité los zapatos, y lo seguí, pasamos por varios corredores, hasta que fue despacio.

—¿El hombre que está contigo es tu novio?

—No —Sonrió

—Aquí es —Abrió una puerta corrediza, dentro estaba una mujer con una niña que debía tener unos tres años

—Buenas tardes

—Mira mamá, la tía, regreso, papá dice que no recuerda mucho, pero a mí si me recordó

—Rouses…

—Ella es mi hermana Saori, no te olvides de ella tampoco

—Creo que Tsubasa está muy emocionado —Wang y Alessio llegaron —Ella es Mika mi esposa

—Un gusto 

—Pero ya nos conocíamos —La miré 

—No recuerda cariño —Vi como sus ojos se llenaron de lágrimas 

—Lo siento, yo quisiera…

—Puedo abrazarte 

—Si —Ella se aceró y me abrazo

—Es bueno que regresaras a casa, no quiero abrumarte 

—Está bien —Se separó de mi

—Él es amigo de Rouses, y el príncipe de la mafia, Alessio Caruso 

—Un gusto —Saludo a Alessio

—La comida ya esta lista podemos pasar, prepare tu platillo favorito 

—¿tiene un platillo favorito japonés?

—Aparte de los Dorayaki, si

Pasamos a una mesa casi al ras del suelo, nos arrodillamos, y Mika sirio la comida, la niña que nos miraba se subió sobre su papá, donde nos mostró su pañal.

—Saori, quieta niña, si parece más un mono que una humana, bien sopa de Miso y Onigiri, para Rouses, pruébalo, espero haberlo hecho bien 

—¿Tú lo hiciste?

—Si

—No debieron molestarse 

—No fue nada, ahora pruébalo —Lo hice, no sé cómo, pero manipule los utensilios con mucha maestría 

—Está exquisito, me gusta —Sonrieron y el pequeño aplaudió




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