Passione

42

—Él es un bruto sin corazón 

—Y ella es una testaruda, romántica 

—Y los dos me acaban de despertar, son las dos de la mañana, niños a dormir

—Ha estropeado mi cita 

—Yo solo he pasado por ahí 

—Como un lunático, nos ha mojado y luego ha hecho correr al chico, pro que no sabe decir lo que siente

—Si sé, sé que te amo, que lo ignores, no es mi problema

—Yo…

—Ves

—Son peor que un matrimonio viejo

—¿Siguen actuando como un matrimonio viejo? —Los mire —Eso de despertar a sus invitados a las dos de la mañana, espero que no lo sigan haciendo 

—¿Lo recuerdas?

—Solo eso 

—Qué vergüenza

—Recuerdas esto tía, mira, es la el amuleto que me regalaste, lo e guardado, mami dijo que vendrías por él y no se equivocó

El símbolo del yin y el yang colgaba en su mano.

—Cuando sea más grande dáselo 

—Pero es tuyo y de…

—Supongo que tendrá un hermano, entonces podrán partirlo, en una familia siempre hay un Yin y un Yang, pero siempre se complementan en uno solo

—Me alega que lo tengas, pero una parte debe ser para tu hermana

—Pero aún no sé cuál darle —La mire

—Si yo tampoco —Sonrió

—Papá dijo que antes era de ambos

—Sí, el negro era mío, y el blanco de él

—Estar aquí no te hace mal 

—No creo que no —Un bit de mi cartera empezó a sonar —Pero debo tomar mi medicina, tal vez tienes agua

—Claro 

—¿Qué más vas recordando?

—No mucho, que se odiaban y mucho, y bueno, algo paso que ahora están casados, ¿Por qué me fui por tanto tiempo? —La punzada de dolor hizo que soltara los palillos

—Creo que debes ir con calma —Mire a Alessio —Tomate la medicina

—¿Qué haces hijo?

—Le doy el lado negro a Saori y me quedo con el blanco, como papá y la tía

Pasamos lo que resto de la tarde en el jardín mientras Tsubasa me enseñaba sus peces, cuando se hizo muy oscuro y cayó rendido por estar de un lado a otro, decidí que era hora de irnos.

—¿Iras mañana a ver a tu país?

—Si

—Entonces los veremos ahí 

—Claro, fue un gusto haber pasado con ustedes

—Espero verte mañana, podremos volver y hacer Dorayaki

—¿En serio? 

—Claro

—Bien, los veré mañana

—Un auto los dejará en su hotel 

—Gracias

Nos despedimos y salimos, subimos a uno de los autos que nos llevó hasta el hotel, agradecimos al hombre y entraos al hotel.

—Me gusto, son buenas personas, lamento haber arruinado tus planes

—Si te divertiste creo que no fue en vano 

Salimos del elevador, el resto estaba ahí.

—¿Dónde se metieron?

—Estuvimos con Wang —Hablo Alessio 

—¿Te acordaste de él? —Me pregunto Esteban

—Muy poco, supongo que lo haré con el tiempo, me duele un poco la cabeza, tome mi medicina, pueden preguntárselo a Alessio, creo que será mejor que me vaya a recostar 

—¿No te esforzaste o si?

—No, un poco, pero está bien, quiero estar bien para mañana

—Si te sientes mal, no pasa nada

—Estaré bien, voy a dormir. Buenas noches, ah y por cierto no está feliz contigo Nicolás 

—No me digas

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El día del partido, no parecía que el clima estaba muy bien, así que opte por unos pantalones, unas comidas zapatillas, la camiseta de mi equipo y un blazer, en mi cartera metí una bufanda, y me puse un gorro. Cuando salí los demás estaban listos.

—Estoy lista

—Bien, habrá seguridad en cada puerta, si pasa algo corres hasta uno de ellos, y les pides que te escolten fuera, ahí te esperará una auto, te traerán aquí. Y el resto llegaremos, no importa si se hace de noche, no quiero que salgas 

—No puedes…

—Puedo y ya lo hice 

—¿Con qué derecho me das órdenes?

—Con las de tu abuela —Dije —Que quiere que la futura reina, siga viva 

—Eres un ogro

—¿Vamos? O nos quedaremos aquí peleando 

—Eres un mandón 

Salí por delante, Jack y James me saludaron mientras, salimos, fuimos en silencio, cuando llegamos, fuimos tras bastidores, hasta el palco principal donde veríamos el partido, Esteban y Maritza se sentaron, los seguí después, Alessio se quedó parado.

—Podrías sentarte, me pone de los nervios que está ahí como una estatua humana

—No es conveniente…

—No, no es conveniente que tapes la visión a los espectadores, mira James y Jack están sentados —Él los miro

—Bien —Se sentó a mi lado 

—Ves no era tan complicado —Me arrimé a su hombro —Mira, hasta estoy cómoda yo 

—Te gusta hacerme enojar 

—A ti te gusta hacerme enojar 

La gente gritaba, en todo el estadio, hacía un poco de frío, primero fueron los himnos de cada país, estábamos a pocos minutos de comenzar el partido, Italia contra Alemania.

—Tenemos que ganar —Saque algunas cosas para animar al equipo




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