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Se los ha visto juntos en Tokio y Finlandia. La princesa y Alessio Caruso, han estado juntos y muy románticos, y es que al parecer a La princesa Italiana le importa poco las imposiciones que tendría su noviazgo. Estos dos han regreso y esperemos que puedan quedarse juntos.

En el partido de Italia con Alemania, se los vio muy animados, mientras se besaban y compartían comida juntos, hablaban animadamente y se les veía muy felices. 

La princesa hasta grabó un video bailando con nada más ni nada menos con Shakira, la colombiana y la princesa fueron fotografiadas, y las grabaron bailando, lo que demuestra que las grandes dotes de baile de la princesa, donde la colombiana dijo y cito, bailaba muy bien.

—La prensa no hace más que hablar de ti, y de Alessio, deberías llamar a Zayden 

—No me contesta, ya le mandé un mensaje, no puedo hacer más, y si quiero regresar rápido no puedo ir a Sussex

—Por cierto, Wang nos a invitado un almuerzo, a todos —Mire a Maritza —Y con todos me refiero a ellos también 

—Eso suena interesante, entonces, será mejor que nos preparemos 

—Con tal que no termine en pelea

—Sí, bueno, no están permitidas las amantes —La amante de Nicolás, se acercó a Maritza 

—¿Qué dijiste?

—Son las normas de la dueña de casa, que están implícitas aquí

—Yo no soy su amante, soy su dama de compañía, su acompañante —Mire a Nicolás

—No vas a ir —dijo él

—Pero...

—Ya dije —Nicolás se puso de pie y me miro

—Maldita bruja —Ella de se fue enojada

—Yo no hice nada —Sonreí —¿Acaso hice algo?

—Aparte de pedirlo con la mirada 

—¿En serio lo hice? —Paulina se rio —Voy a prepararme

La casa de Wang era grande, mucho, muy acogedora, con varios juguetes, era nuestro último día al igual que de ellos.

—Te ves muy hermosa

—Gracias —Había optado por un vestido negro japonés corto, un moño sostenido con palillos chinos 

—Por favor tomen asiento

—Para usted, señora —Nicolás le dio una bolsa

—No tenia porque 

—En mi país siempre se debe llevar algo 

—Traer vino es común para ustedes ¿No? —Raiden apareció —Pequeña Achilles

—Raiden

—Caruso

Se sentó a la cabeza de la mesa y Wang al otro extremo

—Con que esas estamos, ¿No? —Nicolás se sentó en un puesto cualquiera —Entonces —Mire a Esteban —Cuál es la queja 

—Sabes cuál es la queja, tu maldita elección casi nos lleva una pelea entre clanes, una que no pasaba hace muchos años —Nos sentamos, mientras ellos discutían

—Pusiste a un hombre que quería la guerra en un puesto importante sin investigarlo

—Yo no lo puse ahí, fue una decisión del consejo

—Consejo que ahora nos inculpó por cosas que no hicimos, consejo que está constituido por Italianos, Italia no está declarando la guerra, quieren el poder absoluto y creen que lo obtendrán, es momento de elegir bandos, Aleck, Wang y yo nos separaremos de la unión

—Eso es muy grave...

—No ganarán Nicolás, no sin Achilles —Me miraron —Y ella estará con su familia, nosotros somos su familia, tú le diste la espalda, la culparon por años, luego la vendieron y ahora que, piezas que te defenderá

—Tienen un buen punto

—No hay manera de arreglar esto y una unión entre familias es imposible, ya que ninguna estaría dispuesta a pertenecer al clan Caruso, y tampoco es una opción

—Tu familia dio inicio a la guerra, una que ya nos destruye 

—Pero que se puede evitar —Hable —Podemos evitar la guerra, y quedar en paz, Nicolás pude hablar con el consejo y exigir que se aclaren las cosas, además se han aclarado parcialmente las cosas, podemos ir al diálogo 

—¿Por qué no querías una guerra? —Nicolás me miro 

—Se va a ir, no se quedará a pelear por ninguno —Sentí la mirada de ambos lados de la mesa 

—¿Es por Zayden? —No hable —Deberías pensarlo bien 

—Lo hice, este será mi último trabajo y me iré, por lo cual no pueden pelearse, no ven que alguien quiere eso, deben estar unidos, sin importar quien es más idiota 

—Ese seguro que es Nicolás —Mire a Raiden —Vale, pero esto debe aclararse, él debe mandar a investigar al dichoso consejo, no estoy de acuerdo que vayas a irte tampoco ¿Es que mi amor no ha sido suficiente? Ni siquiera me recuerdas, eso duele

Lo quedé mirando y bebí un poco de agua, sin mucho dolor, varias imágenes de ambos vinieron a mi cabeza, y demás personas, conversaciones y una promesa.

—Sigues siendo muy molesto de eso seguro —Sonreí

—Porque no te olvidaste de Nicolás o de alguno de esos niños pijos con los que pasas

—Y ustedes debieron madurar, tiene hijos 

—Soy muy maduro, cielo, pero te has ausentado mucho tiempo para querer marcharte

—El tiempo que pasamos juntos siempre lo atesoraré, cada broma, comida y conejo, los recordaré y no los olvidaré, es una promesa. Por qué somos malos, desde la cuna a la tumba —Sonrieron —¿Podemos comer ya? ¿O seguirán peleando?

—Ya escucharon a la princesa, a comer 

Cuando terminamos nos llevaron a una sala contigua, salí hasta el balcón desde donde se podía ver toda la ciudad. 

—¿Así que desde la cuna a la tumba?

—No sé si lo dije bien 

—Recuerdas

—Lo hago muy despacio, pero eso no hace que vea que eres una buena persona, supongo que te recordaré