Passione

45

Esteban estaba muy nervioso, en el auto se había pasado la mano unas quinientas veces por su cabello, yo, por otro lado, esperaba que mi cerebro hiciera corto, y recordara con rapidez, pero pedirlo era como pedir un milagro.

—¿Cómo te fue ayer? 

—Bien supongo

Después de la charla en el parque no fijismo nada, caminamos callados hasta llegar a una estación de taxis, él pidió uno para mí, nos despedimos ahí.

—¿Supones?

—Bueno, al final no tan bien 

—¿Cuál es el siguiente paso?

—La boda, la coronación y una vida feliz de princesa

—Todo un cuento de hadas —Dijo Sarcásticamente Maritza

Llegamos afuera, nos esperaban tres personas, mire a Esteban, el auto se estacionó y abrieron la puerta, baje primero, había dos mujeres, una más mayor y dos hombres, igual.

—Su alteza real, la princesa Rouses y príncipe Esteban

—Hijo —La mujer mayo corrió y abrazo a Esteban —¿Cuánto tiempo? —Me miro

—Madre

—Mi niña —Me abrazo y me quede quieta, cuando se separó —Me recuerdas soy tu tía Inessa

—Lo siento no la recuerdo

—No recuerda a nadie mamá

—Soy yo cariño, tu tía

—Mamá no la abrumes, está recordando tal vez lo haga

—Hijo 

—Padre 

—Soy tu tío Nikolai

—Un gusto señor

—Nada de señor niña

—Él es Aleck —Mire a hombre que estaba parado a lado de la otra mujer —Y su esposa Sabina 

—Un placer

—Entremos hace frío 

Tome el brazo de Esteban cuando entramos, el lugar era hermoso, muy lindo, fuimos hasta el sillón, me vi a mi misma jugando con unos niños, y después más grandes.

—Tomen asiento, tenemos mucho de que hablar

—Esteban salvo mi vida y le estoy muy agradecida, no hizo nada malo, pero si lo creen deberíamos irnos

—Siempre defendiéndolo —Mire al padre de Esteban —Siempre diciendo la última palabra es bueno que no hayas cambiado

—No quería ser descortés

—No lo fuiste

—Espero que el clima no te haya asustado

—No, pero si congelado un poco

—¿Vinieron con los Caruso?

—Sí, estamos, cumpliendo una última misión 

—¿Del año?

—No, de Achilles —Me miraron 

—Te vas

—Me voy a casar, con Zayden 

—¿Cómo? ¿Tan rápido?

—El consejo amenazo con quitarle el trono, si no lo hacía, los lores y los marqueses se han unido para confabular en su contra 

—Son unos desgraciados

—¿Qué piensa el de que este de un lado a otro con Alessio?

—Ha dicho que lo mejor sería hablarlo en persona

—La controla demasiado, que si no debe cantar porque es inapropiado, que si no debe bailar porque que se ve como una puta, que si no debe hablar porque una princesa no lo hace —Miramos a Maritza —Con mucho respeto sus altezas

—No está de acuerdo y tampoco yo —Mire a Esteban

—¿Lo amas?

—¿Por qué todos me preguntan lo mismo?

—Porque es algo indispensable en un matrimonio

—No en los nuestros 

—Pues debería —Mire al más joven —Casarte así como así con alguien que no te conoce…

—Zayden se va a morir, el matrimonio no durará tanto, solo necesario, para que me dejen en paz los del consejo, los lores, los marqueses y medio mundo, Zayden me hace un favor 

—¿O tú a él? 

—No sabes nada, debo hacerlo, por Máximo y porque no tengo elección, me siento en una montaña rusa, que no para en ningún momento

—Debería ver otra forma

—Ya lo e pensado y no hay nada, pero dejemos eso de lado, tenia muchas granas de verlo, a ver si me acordaba, pero no paso

—¿Cómo va el asunto con los Caruso?

—Se terminará este año, a más tardar, pero con todo no lo sé, realmente espero terminar en buenos términos

—Papá —Un pequeño niño entro corriendo seguido de un perro hermoso —Faddei no quiere prestarme los juguetes, dice que todos son suyos —Un niño más pequeño entro, con dos juguetes en la mano, miraba su padre 

—Faddei…

—Le doy estos, los demás son míos —Declaro él

—Porque no vienen a conocer a su tío

—¿El tío Lukyan?

—No, él es hermano de papá —Codee a Esteban para que se pusiera de pie, los niños lo miraron y luego a su padre

—Se parece a papá

—Es que son hermanos —Dijo su madre —Salúdenlo —solo lo miraron

—Hola, me llamo Grigori, pero todos me llaman Esteban, ¿cómo se llaman ustedes?

—Yo le llamo Nikolai como mi abuelo 

—Yo me llamo Faddei 

—Un placer conocerlos —Extendió su mano y los la tomaron sonrientes 

Nos miraron a mí y a Maritza, tomaron las manos de sus padres, Estaban me miro.

—Ella es su tía, es la tía Rouses —Me miraron

—Hola, se parecen a su padre —Se miraron —Ella es nuestra amiga Maritza

—Ekaterina está durmiendo

—Olvide que acabas de tener una hija —Dijo Esteban —Felicidades, espero que sea como Sabina porque si no —Me reí al igual que la esposa de Aleck

—Faddei, debes compartir los juguetes, son de ambos, no solo tuyos, Nikolai te comparte siempre los suyos 

—Está bien mamá —Dijo algo resignado 

—Vamos a jugar —El mayor se llevó a su hermano despidiéndose con la mano

—Tienes unos hermosos hijos —Dijo Esteban, conseguiste lo que querías

—También perdí —Los miré —A Mis dos hermanos 

—Escuche que se están quedando en la embajada 

—Sí, nos asignaron ese lugar 

—Podrían venir aquí, lo hablamos y…

—Tendría que hablarlo con mi jefe de seguridad —Mire a James 

—¿Con Alessio?

—No, Jack es mi jefe de seguridad, ahora, Alessio es el jefe de Jack

—Podríamos hacerlo 

—¿Sí? La seguridad está al día y pueden hablar con ellos —Se dirige a Jack —Piero, nuestro jefe de seguridad, podría mostrarle 

—Claro señora

—Realmente nos hace ilusión que se queden aquí —Hablo la esposa de Aleck




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