—Encontraremos una forma de afianzar los lazos, pero sigo considerando que una boda podría arreglarlo, tal vez Rouses se pueda casar con uno de mis hermanos
—No la metas en esto —Mire a Nicolás —Ella saldrá, y dejará de ver en esto, no quiero involucrarla y mucho menos que se case con uno de tus hermanos, que tienen novia
—Bien, podre esto a conocimiento, y encontraré una nueva forma de afianzar nuestras alianzas, nos vamos esta noche —Me miraron
—Me voy a quedar un día más, los veré después, tengo que resolver asuntos con la corona
—Está bien, te esperaremos
Esa noche partieron, y nosotros nos quedamos un día más, compartiendo con ellos.
Esteban
Estaba en el salón jugando con los hijos de Aleck, los tres reían tanto, ese sonido único de los niños. No era el único viendo, también estaba Sabina y Aleck, escuchando como sus hijos reían tanto por las ocurrencias de Rouses.
Pasamos con ellos todo el día, parte de la tarde antes de partir a Arabia, donde nos reuniríamos con los hermanos Caruso.
Al llegar un chofer nos acercó a hasta el hotel, como siempre Rouses llevaba ropa reglamentaria cuando visitaba ese país, un hiyab, y ropa que no permitía apreciar su cuerpo.
Se escuchaban muchas voces al llegar, uno de los hombres de Nicolás se llevó las maletas mientras caminábamos hasta la lujosa sala de uno de los hoteles más caros de Arabia
—Su alteza real, bienvenida —Hablo la amante de Nicolás
—¿Ya te convertiste al Islam?
Rachel estaba sentada sobre Alessio, Rouses no dijo nada, solo se sentó, y nosotros junto a ella.
—Es una muestra de respeto hacia la cultura y el lugar en el que estoy
—Deberías vestirte así, to quedarte aquí siendo una princesa eterna, futura reina
—¿Cómo está, Regina?
—¿Cómo sabes que la vi?
—¿Se puede ser amigas después de que salieras con su ex? —Alce los hombros
—¿Cómo estás, Eros?
—Supongo que bien, se casó
—Y lo hizo por ti, su esposa no hacía más que mandarte al diablo y agradecerte, porque sabía que si tú no hubieras estado en aprietos él no se hubiera casado, es triste no poder estar con la persona que amas ¿Verdad?
—No podemos quedarnos mucho tiempo Nicolás, debemos resolver algunos problemas en Roma, a los que no podemos faltar
—¿Como qué?
—Deben retratarme, otra vez, probarme vestidos, calzado, tomar mi perfil para los billetes y monedas, y el parlamento quiere hablar de la conversación, además que estuve haciendo cálculos, y me di cuanta que esto tú lo puedes hacer sin mi
—Solo quería que cambiarás de opinión
—Tome una decisión Nicolás, y no fueron ustedes
—Sí, ya me di cuenta —Miro a su esposa y está solo sonrió —¿Qué?
—Se siente bien ver como te sacan el corazón querido, nunca pensé verte de rodillas rogando clemencia
—Él no está rogando, la dejará ir, no la necesitamos, hemos hecho el plan sin ella, no necesitamos a la ayudante de Achilles
—No soy su ayudante, soy ella, y deberías tener más respeto en como hablas, a menos que quieras que te arranque la lengua
—¿Tú eres? ¿Cómo?
—Hay cosas que no se conversan contigo, querida —Dalia, la miro —Pero si es ella en carne y hueso, y va a acabar con tu lindo amor, no es tuyo, él es de ella y te lo demostrará
—Nicolás —Lo miro, este no dijo nada
—Acordamos que estarías hasta el final de esto
—No puedo
—¿Por qué mierda no?
—Porque me convertiré en reina, y ya no podre jugar a la mafiosa, después del veintitrés, deberé concentrarme en aquello que mis padres me dejaron, y crear mi legado, mi tiempo se agota
—¿Y si te obligo? Puedo hacerlo
—No te amo Nicolás, y no voy a extrañar nuestras charlas, ni contigo, ni con ninguno de tus hermanos, se acabó, ahora déjame ir o llamaré a tu padre, y créeme, él está deseoso con que no aparezca más
—No puedes pretender que te dejaré ir así de fácil, puedes llamarlo, es más, yo lo hago —Marco el número y dejo el teléfono sobre la mesa, al tercer timbre contesto
—¿Qué quieres?
—Achilles quiere irse, le e dicho que no puede hasta cumplir con la última misión
—Ya hablé con ella Nicolás y le dije que podía irse, hazme el favor y deja a la chica en paz, estás casado, y tienes una puta, tus hermanos tiene a sus novias y a sus juguetes, déjenla en paz, no pueden retenerla a su lado, lo único que pueden es dejarla partir
—¿Con qué derecho…?
—Con el derecho que le prometí a su padre, mi primo que no le haría daño, ¿crees que es fácil, para ella ya? Tu Achilles murió en el fondo de un lago a manos del sujeto que torturas por diversión todas las noches, esta chica no es Achilles, y dudo que pueda volver hacerlo
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Editado: 23.05.2023