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Alessio

La familia de mi esposa estaba en la casa, aún no creí que ya fuera mi esposa, había esperado tanto para ello que olvide decirle la verdad, olvide que había cosas aún por resolver. Pero que aparecían cada vez que alguien intentaba interponerse entre nosotros. 

Rouses conversaba con la esposa de Aleck en el jardín, Nicolás, en cambio, seguía molestando con la boda.

—Lo conseguiste —Voltee a ver a mi lado Estaban estaba ahí mirándola —Solo trata de no regarla 

—Me quedo claro Esteban

—No la dejes porque las lágrimas que ella derrame, yo te las haré pagar

—No espero menos —Sonrió de lado 

—No sabes cuanto quiero partirte la cara 

—El sentimiento es mutuo 

Nos quedamos mirando, cuando él se alejó, Tomás ocupo su lugar sonriente.

—Mira nada más, que familia la nuestra 

—Tú también empezarás con eso 

—No, solo quería molestarte 

—¿Y tu novia?

—Trabajo, supongo, la vigilaré mejor 

—O consíguete una nueva —Me miro —¿Te gusta?

—Me impide pensar en cierta persona que apenas se a casado y con mi hermana —Nos quedamos mirando —Si me fui es porque la amaba Alessio, pensé que podría regresar y ya te abría olvidado, supe que no sería así cuando los vi juntos en New York

—Ella te quiere —Dije con cierto amargo en la boca 

—No como yo lo hago, no la riegues, aléjate de esas mujeres

—No pienso hacerlo, lo último que quiero es perder a mi esposa, hemos pasado mucho para estar juntos 

—¡Aleck! 

Mire a donde estaba Rouses, que tenia una caja en las manos, mire a su alrededor, la esposa de Aleck se veía alterada, me acerque y antes de dar un paso ella lo impidió.

—Es una bomba 

Mire a Rouses ella negó y retrocedió un paso.

—No te muevas —Le indiqué mientras Aleck y el resto nos rodeaba —Déjame verla 

Me motor la caja, el contador estaba en curso y la sangre se me heló, mire a Nicolás y asintió.

—¡Jack! Demonios ven aquí —Él apareció y nos miró 

—¿Qué pasa?

—¿De dónde carajos salió eso? —Miro la caja

—Estaba en las cartas de felicitaciones —Hablo Rouses

Las putas personas de la fiesta pensé, mire a Jack que miro el contenido y mando a código negro a todo el sitio.

—¿Qué está pasando?

—Debes sacar a mi abuela Henry y a Clark, por favor —El guardaespaldas de la reina miro a Estaban y él asintió 

—¿Pero qué demonios?

—Vamos debemos indicar que deben evacuar el lugar —Paulina miro al tipo, este solo asintió y salieron juntos

—El equipo anti bombas está en camino 

—Salgan todos, me quedaré con ella 

—También deberías salir

—No te voy a dejar

—Alessio…

—Los veremos afuera —Nicolás asintió mientras salían junto al resto, nos quedamos solos.

Me miro y una lágrima, me acerque y se la quite, bese su frente y sostuve sus manos.

—¿Qué haces?

—Dámelo

—No Alessio por favor apártate 

—Dámelo

La desestabilicé quedándome yo con la caja, ella me miro desde el suelo y comenzó a llorar.

—Pero que hiciste

Mire la caja, pero no detono, Jack apareció y me miro y luego a Rouses

—Ahora sal de aquí

—No

—Rouses, no te voy a dejar, me quedaré contigo —Se puso de pie 

—Ponte a salvo, por favor —Negó

—¿Por qué lo hiciste?

—Te necesito viva —Le di la señal a Jack y la tomo alejándola de mí

—No, suéltame, Jack, suéltame, Alessio, no me hagas esto, Alessio, ¡Alessio!

Rouses

Jack me dejo en el suelo y Aleck se aceró, junto a mis padres y hermanos. Aleck previendo lo que iba a hacer me sostuvo.

—Debo ir con el cambio de lugar conmigo para salvarme, déjame ir

—No, él acaba de sacrificarse por ti, no hagas que no valga nada

—No, déjame ir, quiero estar con él, déjame

—El escuadrón llego 

Mire al resto y decidí que era mejor luchar, Aleck me soltó y Jack entro con ellos, Richard se aceró y me abrazo, yo le correspondí mientras esperaba que sacaran a mi esposo de ahí.

—Va a estar bien, ya verás, saldrá de ahí 

—No sé que voy a hacer si no lo hace —Pronuncie en medio de sollozos —Lo necesito conmigo

Una explosión me altero, y corrí hasta la puerta, pero fue en vano, estaban me atrapo.

—¡Alessio! ¡Alessio! ¡Noo!

Una gran humareda salía desde el otro lado del jardín, me deshice en los brazos de Esteban pensando lo peor, lo había perdido, cuando lo vi salir, me solté de Esteban y fui hasta él lanzándome encima, me atrapo, enrolle mis piernas a su alrededor.

—No vuelvas hacer esto —Nos separó un poco y limpio mis lágrimas —Pensé que te perdía

—Prefiero ser yo antes que tú

—Mejor ninguno

—Ya no llores