Passione

99

Alessio

Debíamos ponerle un alto y la única forma era casándolo, pero ese se estaba convirtiendo en el último de los problemas.

—Tu padre acaba de mandarme la información, hace un rato, la rebelión es un hecho, lo que buscan es la cabeza del rey y una nueva familia al poder, se han encendido mucho foco en todo el mundo. La noticia de que Achilles se a ido no ha caído bien 

—¿Qué propones Alessandro?

—Debemos reforzarnos, y prepararnos para una guerra, ellos vienen por ustedes, hacer los herederos, tu padre además de darnos la información y de ordenar controlar la situación, sabe que el líder de todo esto no es más que Ivo Sera. Algo mucho más desconcertante al ser su yerno.

—Mierda

—Has estado en esto antes Alessandro, ¿Qué recomiendas?

—Tu familia ha generado mucho odio en tres años, solo les queda un milagro, no tengo una idea que pueda ayudarlos

—Tal vez yo si 

—Sigues aquí —Hablo Nicolás —ya te vi en tu pequeña isla como siempre

—Pequeño príncipe, estoy tratando de salvarte el culo 

—¿Por qué nos ayudarías? 

—Tengo mis motivos —miro detrás de él y Rouse estaba a lado de Sandra —Además lo último que busco es una guerra. Con mucha felicidad e de anunciar el regreso del ángel de la muerte, princesa de la mafia italiana, Achilles —Señalo a Rouses —Ella los ayudará 

—No —Cronos me miro —Ella no regresará a esto

—Lo voy a hacer —La miré 

—No lo harás 

—No te estoy pidiendo permiso Alessio, voy a hacer esto 

—Qué dolor de cabeza, de dejar que él se encargue, por favor 

—No necesito que nadie haga nada por mí

—Sandra, Sandra, no metas en líos maritales, esto es algo entre marido y mujer y tu opinión no entra hermanita

—Es una estúpida por…

—Esa eres tú al seguir aquí a pesar de saber que no te eligió, ahora cállate o vete

—Tienes razón, no tengo nada que hacer aquí, por ahora —Me miro

—Si dices algo más —Hablo Cronos —Tendrás una bala en la cabeza

—Te espero afuera 

Miro a Rouses y dijo algo en la lengua del emperador, Rouses sonrió y les respondió en el mismo lenguaje.

—Pero qué demonios, ¿Cómo osas hablar en ese lenguaje?

—Yo se lo enseñé, mi linda maléfica

—Maldita bruja 

Sandra se fue insultando en un idioma que nadie entendía, mientras tanto Cronos y Rouses, la tensión entre no me gustaba para nada.

—Tiene razón, deberías dejar que él se encargue

—Sé cuidarme sola, además si quiero que acabe rápido debo intervenir 

—No, tú no intervendrás —Me miro, sabía que no me haría caso

—Ya lo hice

—Milo, ve y diles que la princesa de Italia ha regresado y que está casada con uno de los príncipes oscuros, y que no está de buen humor. Se cagarán del puto miedo. —Le toco la mejilla.

Me levanté con intenciones de rodear la mesa, pero me detuvieron dos de sus hombres y otros cuatro me apuntaron.

—Y más cuando sepan que con quien debiste casarte era conmigo —Mi cuerpo se tensó —¿O no Alessandro? —No sabes cuanto he esperado para verte Maléfica —Le tome del mentón

—No te atrevas a besarla 

—Vaya, si antes compartimos todo, hasta el mismo coño —Miro a Rouses —¿Por qué no hemos de compartir a la esposa?

—Esto es diferente 

—¿En qué sentido?

—A las otras nunca las ame como para que me importe si se acostaban contigo 

Pero no le importo, se giró sujetándola del mentón listo para besarla, fue cuando ella sonrió y le dijo algo en ese idioma. El alzo una ceja y se separaron.

—Eres perfecta joder —Ella solo lo miro y camino hasta mí, parándose a mi lado, pase mi brazo por su torso y la puse detrás de mí.

Cronos sonrió de lado y asintió, los hombres bajaron las armas.

—Bien, mientras mi linda Maléfica se encarga de todo ustedes pueden —Nos miró —No estorbar o mejor dejar de existir 

—¿Dejarás que haga todo sola?

—Es capaz de hacerlo —La miro —Pero en tu estado creo que necesitaras ayuda ¿No? Para que esta vez no te maten 

—Eso fu hace mucho

—Hace cinco años, como sea, eso lo veremos después, ahora vamos a que saludes a tu querida gente, eres buena en eso ¿No? La multitud te espera

Salió y el resto lo siguió, Rouses se separó de mí y nos quedamos solos, me miro.

—No cambiarás de opinión ¿Verdad?

—No

—Debíamos haber hablado de esto

—¿Cómo tú hablaste conmigo el volver?

—Eso fue diferente, yo soy un príncipe 

—Y yo el ángel de la muerte y no puedo quedarme en casa esperando que vuelvas Alessio, lo siento 

—¿Lo sientes?

—Un poco

—No lo hagas 

—¿O qué? Voy a hacer esto porque lo sé hacer bien, lamento que no lo veas así, pero es mi decisión

—Nuestra decisión, somos esposos, pero si es lo que quieres

Pase por su lado hecho una furia encantándome en el patio de la casa a cientos de personas.

—Di mi bendición al matrimonio del príncipe y de Achilles, es una unión que convendrá a todos. Pero no solo estoy aquí por eso, sino por una promesa, la rebelión que se está levantando dañara nuestra manera de vivir y la única manera de frenarla es luchando, por lo cual he convocado a los mejores guerreros y frente a ellos, la persona más capas de terminar con esto, única en su especia, una rareza en este mundo. Con ustedes Achilles.

Rouses se paró a su lado, el mundo la miraba, mire a Nicolás, tampoco estaba feliz con esto, nadie lo estaba.

—Ella los guiará hacia la victoria, al final del día solo quedara alguien y ella se asegurara que seamos nosotros.

Le gente empezó a victoria a Rouses, ella no dijo nada, estaba muy seria, mire a Alessandro y me fui contra él.

—Ella no bien

—Eso lo sé, pero tu familia no tiene tiempo para que se ponga bien

—Ella es fuerte, niño estará bien 




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