Sabía que no podía huir por mucho tiempo, tenia cosas que hacer y más cuando ya todos los soldados dejaron de responder, Cronos mando a alerta máxima.
—Esto solo es un paso, si no cortamos la cabeza correcta crecerá otra más, y dudo que esté aquí para ayudarte
—¿Cómo estás?
—Tengo días buenos y malo, ahora más buenos que malos, pero estoy perdiendo el oído, y ya no puedo controlar mucho mis extremidades, lo de ayer fue muy irresponsable de mi parte, por eso hoy Milo nos llevara
—Está bien, ¿Y los dolores de cabeza?
—Sigue peor, estaré bien
Su mayordomo nos llevó de vuelta a Roma, Cronos le tenia mucho aprecio y viceversa, el hombre debí tener unos cuarenta años ya.
—Llegamos señor
—Gracias Milo
—Ha sido un placer señora
—Rouses por favor —Miro a Cronos
—Ella será tu jefa después de que muera, así que debes hacerle caso
—Como ordene señor
Al bajar, Cristiano fue el primero en acercarse.
—Carajo Rouses, te llevamos buscando desde la madrugada
—Estoy bien, solo necesitaba pensar
—¿Pensar?
—Si
—Les dije que estaba bien —Hablo Tomás —Solo quería alejarse del idiota de nuestro hermano
Caminamos hasta el césped y me senté frete a la mesita que había ahí, dejando mis cosas sobre la mesa.
—Cronos
Su hermana salio de la casa, bajo las escaleras y camino hasta nosotros.
—¿Sigue aquí? —Pregunto Cristiano
—Me gusta esta casa, sabes, es como muy clásico, solo mira estas escaleras y debajo hay más habitaciones
—Te dije que te fueras
—Sentí que aún no era hora de irme —Me miro —Señora Caruso ¿Cómo está?
—Sandra
—¿Qué quieres? Yo soy tu hermana
—No, no eres mi hermana grábatelo en la cabeza, ella es mucho más que tú
—¿A si? ¿Quien es?
—Ella es… —Me miro
—Tu maldito punto débil. El Gran Emperador fue vencido por una niñita, ella te destruirá
—Y yo a quien le haga daño
—Lástima que no hayas podido evitarlo ayer, ni hoy
Rachel apareció, pero no venía sola, a su lado venía Regina. Tomás tomo a Nicolás.
—Trae al estúpido de Alessio y que arregle esto
—Primita
—¿Que haces tú aquí?
—Emperador, que la gloria lo acompañe
—¿Que mierda haces aquí?
—Yo la llamé
—Oh no
—¿Emperador?
—Hay primita ¿Creíste que eras la única qué…? Qué ilusa eres —Mire a Cronos —Y no soy la única al parecer ¿Verdad, señor?
—¿De qué hablas?
—Eros y otros más
—¿Eros?
—Me sorprendió mucho que no te dijera que había sido enviado a protegerse por el mismo emperador, nadie contó con que se terminaría enamorando de su misión, ahora le han ordenado no acercarse a ti
—¿Eso es verdad?
—El tenia una deuda que pagar y fue una buena opción
—Nunca imagine que la maldita Achilles, que causaba tantos problemas a mi amiga fueras tú —Mire a Regina —Siempre causando problemas, por una vez en tu vida podrías dejar de arruinar la vida de los demás
—¿Pero que carajos están haciendo aquí? —Mire a Alessio —¿Que es esto?
—Solo una advertencia para tu linda esposa —Hablo Rachel
—Así es —Secundo, la hermana de Cronos
—Oh te quitas de nuestro camino, o atente a las consecuencias —Mire a Regina —Ya sabes lo que se siente Rouses —Sonrió
Mire a las tres y empecé a reírme, era patético, Dios, que me daban vergüenza ajena.
—Vaya que gran amenaza —Aplaudí —Se merecen un Óscar
Pare de reírme y me puse de pie, Regina retrocede un paso, al igual que Rachel.
—Hablamos en serio
—¿Ah si?
—Si —Regina me dio el periódico, y lo mire
“Cinco intentos de suicidio, por parte de la actual reina de Italia”
—No queras que siga hablando de tu miserable vida
—Habla lo que se te dé la gana —Bote el periódico sobre la mesa
—¿Qué tal de las fiestas que dabas?
—Nunca te vi en una
—Sería muy penoso que especularan lo que hacías ahí
—¿Según tú qué es?
—Drogas, sexo, cosas ilegales, tu imagen de niña perfecta, sé irá al caño
—Nunca he dado una imagen de esas —Sonreí —¿En serio quieres jugar este juego Regina? Tienes mucho que perder
—No te tengo miedo
—No esperaba que lo hicieras —Sonreí —Porque yo por error puedo quitarte a tu nuevo prometido
—Maldita
—Oh por error, pierda cierta carpeta, que no se les olvide a ti y a ti —Mire a Rachel —Que mi familia es una de las cuales controla este mundo, puedo decir que las misas se celebraran los lunes y así se harán queridas. Así que guárdense sus amenazas baratas que ya tengo suficiente.
Me dispuse a irme de ahí, mi mañana se estaba arruinando.
—Tal vez diga que tu lindo primo fue violado mientras estaba con esa familia en París
Me detuve y me volteé. Solté la cartera, y caminé hasta ella.
—Sabes, ya que podemos ser nosotras mismas, creo que es hora que entiendas algo que tal vez para tu pequeño cerebro, no ha quedado claro.
La tomé del cuello, ella me sujeto del brazo.
—Rouses
La solté, pero ella seguí retorciéndose, estaba en el aire, sus pies ya no tocaban el suelo.
—Suéltala —Rachel vino contra mí e hice lo mismo
Mire a Regina, toda mi ira se concentró en ella, estaba roja.
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Editado: 23.05.2023