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Alessio estaba dispuesto a decir si a todo, a lo que yo dijera quisiera y deshará, mientras me ponía el vestido pensaba en lo pesado que estaba, estaba feliz por lo que paso, tanto que nada podría quitarme mi felicidad.

—Ese vestido, ¿no es más escotado que el de ayer? —Las aberturas estaban más arriba y tenía más piel descubierta

—¿Te molesta? —Negó

—Me gusta

—¿En serio? —Me reí

—Sí, seré la envidia de la fiesta —Lo miré —¿Te pondrás la corona?

—Hoy no —Dije —¿Crees que deba recogerme el cabello?

—No, déjatelo suelto, ya está más grande —Sonreí

—Es cabello —Me miro

—Es mío también —Paso sus brazos por mi torso —Vamos, no quiero llegar tarde

El lugar no era como el de ayer, era un bar, bajamos, la música estaba fuerte, llegamos a una mesa y nos sentamos, Alessio estaba sentado a lado mío.

—Puedes bailar, frente a mí, con nadie más —Aclaro

—Como sea —No dijo nada

—Rouses, entiende…

—Lo entiendo Alessio —Miré el sitio, los ojos estaban en nuestra mesa —¿El lugar es tuyo?

—Eres bruja —Lo mire

—¿Y si alguien me invita a bailar puedo salir?

—No

—Igual lo haré

—Dije...

—Pero miren quien está aquí —Levante la mirada encontrándome con Dimitri —Linda

—Hola, Dimitri, No pensé verte aquí

—Si bueno, debo atender algunos asuntos, permiso —Se perdió entre la multitud, mire a Alessio, me tomo de la cintura y me sentó en su regazo

—No me metas en problemas

—Yo no me meto en problemas, ellos me buscan

—Hablo en serio —Comenzó a besar mi cuello

—Yo también —Lo separé de mí

—¿Hasta cuando me tendrás en abstinencia, esta vez?

—Hasta cuando, me des otra razón —Me puse de pie —Señor Caruso

—Rouses, no me tientes

—No lo hago —Sonreí

Por la mesa pasaba y repasaba gente, Cristiano tenía a una chica en sus piernas y la estaba besando, prácticamente le estaba metiendo mano. Alessio hablaba con Nicolás y un sujeto que nunca había visto, no entendía que decían por lo alto del volumen, quería irme, pero no podía, una porque aquí manda don Alessio y dos porque, no tenía con quien y salir con este vestido me traería muchos problemas.

—¿Pareces aburrida? —Dimitri se acercó de la nada

—Estoy un poco aburrida

—¿Caruso está ocupado?

—Si

—¿Quieres bailar?

—Bueno

Me puse de pie y bajamos las escaleras hasta llegar a la pista, comenzamos a bailar, no estábamos tan pegados, Alessio me dijo que debía quedarme arriba bailando, pero todos los demás estaban aquí, la música era muy movida, latina, Say my name.

—Aquí saben quien es Daddy Yankee —Dijo cuando cambiaron la canción

Sentí sus manos en mi cintura, pero no me importo, seguí bailando al ritmo de la música, la canción cambio, pero no el género. El ritmo era un poco más lento, sinceramente hay una cosa que quiero preguntar aquí, si salen con su novio o esposo y no puede bailar, ¿pueden bailar con otro?.

Bueno, yo lo estaba haciendo, pose mis manos sobre los hombros de Dimitri y nos comenzamos a mover al ritmo de la canción, llego la parte más movida de la canción y comenzamos a movernos para abajo, volvimos a subir.

—¿Cuál es tu propósito Rouses? Que ve tus videos como Ester Expósito —Susurro en mi oído —¿Qué pasara si te secuestro?

—No es una buena idea —Le dije, la canción cambio, me separé de él, comencé a bailar sola, moviendo mis caderas levemente de arriba abajo, la música continuo, sentía las pequeñas gotas de sudor sobre mi piel, un hombre se acercó a Dimitri y le dijo algo

—Tu esposo no está feliz —Dijo

—No es mi dueño, además solo estamos bailando

—¿Es lo que hacemos?

—De mi parte si —Aclare

—Pues creo que se enojara peor —Se acercó más a mí, sus ojos estaban ensangrentados, había estado drogándose

—¿Qué haces? —Lo empuje —Quítate Dimitri, quítate o si no… —Sus labios apresaron los míos, levante mi rodilla para pegarle, pero se separó bruscamente, Alessio estaba sobre él golpeándolo, Dimitri intento pegarle, pero Alessio tomo sus manos y se las rompió — Alessio para, está drogado Alessio

Camine hasta él, lo tome del brazo, pero me empujo y caí de trasero, me puse de pie y comencé a salir de ahí. Camine por la calle oscura hasta salir a la principal y subir a un taxi, le di la dirección y este arranco.

El portero se encargó de pagar el taxi, yo subí y me cambié de ropa, comencé a guardar las cosas en la maleta.

Comencé a bajar mi maleta para irme, tome mis cosas y dinero, y aplaste el botón de elevador, este se abrió y los demás estaban en ahí. Cristiano, vio mi maleta

—¿Te vas? —Asentí

—Estarás feliz de saber que le rompí las manos