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Nicolás

Estaba atento a estos nuevos integrantes, no les tenia mucha confianza, por sus orígenes, pero Rouses había insistido. Mi padre y Cronos le dieron luz verde, creí que no aceptarían, pero me equivoque, no sería la primera vez.

—No es correcto, no deberían enamorarse de ella —Ellos miraron a Gia

—Ella es una rompe corazones profesional. —Hablo Thomas mientras avanzaban —Primero te pone una trampa, se deja querer, te lleva al cielo a lugares que como mortal nunca has conocido, y luego te suelta, deja una huella por donde pasa, buena o mala, no se borra. Te crea falsas ilusiones, con o sin intención ella no cambia, todos al final la perdonan esperando poder quedarse a su lado, esperando que ella los vea, hasta el diablo le teme y está enamorado de ella. Para ella no somos más que trofeos, sus te amos son efímeros, quimeras que escuchas en tu imaginación, solo es parte de su juego

Llagamos hasta el gran salón, Rouses bajaba de la mano de Cronos hasta la aparte central del sitio.

—Con ustedes, la princesa de la mafia, Italia, el ángel de la muerte, reina de todas las mafias, comandante de las sombras, reina del infierno, Achilles. —Cronos, la tomo de la mano y la llevo al centro de la pista.

Cronos

Me gustaba ver sus ojos, me traían una paz que nunca había sentido, pero al mismo tiempo me daban cierta impotencia como si me estuviera quemando. Ella estaba seria, no sonreía, alrededor de nosotros estaban todos los líderes, reyes y príncipes de la mafia, hasta Ivo estaba ahí, le estaba dejando claro a ese lunático que cuando Alessio muriera ella no sería suya.

Nicolás

—Ella domina a todos —Siguió Tomás

—Todo lo que se propone lo consigue, no necesita a nadie quien le dé nada, ya se enamoró y no lo volverá hacer. Es capaz de bajar el cielo al infierno solo por capricho, si te enamoras de ella es imposible que la olvides, las compararas a todas con ella, no hay vuelta atrás, cada cosa que hace la hace con un propósito, venganza, guerra. Su corazón nunca intervendrá, es capaz de matarnos si es necesario, tu mente controlará, tiene varios trucos bajo la manga. Dicen que el tiempo lo cura todo y tal vez, sea cierto, pero a Achilles, a ella nunca la vas a olvidar, esa marca no se borra, ella te advierte que solo va a jugar, es tu problema si te enamoras, al final cuando sé lo confiesas, ella te sonreirá y el juego acabara, ella gana tú pierdes.

—Lo dicen con experiencia

—Mucha —Dijimos los a la vez —Es capaz de jugar con quien sea

—¿Hasta con su esposo?

—¿Cómo crees que se enamoraron? Ellos dos son tan diferente y tan iguales a la vez —Indico Gia mirando a Rouses —El agua y el aceite, el fuego y la pólvora, ella saca lo mejor de él y él lo mejor de ella, pero también sacan lo peor de cada uno

Horas más antes

Alessio

El silencio era inaudito, me puso de pie al no escuchar la incesante voz de mi esposa, estire los músculos, donde se había metido Rouses. Había estado escuchando cada palabra de su boca, y cada vez que quería decirle algo no podía, la escuche, llorar, reírse, volví a ser el pequeño que no podía hablar. Esta vez ni siquiera podía verla, fue el silencio lo que lo hizo despertar, la desesperación de no escuchar su voz y de ese tonto plan, la puerta se abrió y esperando verla, pero su tía entro.

—¿Qué diablos haces aquí?

—Despertaste, voy a llamar…

—No, ¿los demás?

—Tu esposa fue invitada a la fiesta de la oscuridad, no te preocupes, tus hermanos están con ella y…

—Cronos —Apreté los puños, se había ido con él —Me duermo un segundo y ella ya se va con él

—Ella no se fue con él, idiota, es una fiesta que siempre se celebra y con los aires que hay no ir es como violar la poca paz que queda. Además, ha estado poniendo de cabeza al mundo desde que estás en esa cama. Ha pasado a tu lado, parece un robot, tus hermanos están con ella y ese sujeto alterado

—Sí, su hermano

—Sí, tu linda mujer, ha unido a los grupos insurgentes, además de que ahora más de medio mundo la sigue en esta guerra. Tu abuela está orgullosa de la mujer con quien te casaste aún que no lo diga. —Su abuela era difícil de impresionar. —Hasta tuve celos de ver esa media sonrisa en el rostro de tu abuela cuando escucho lo que hizo. Adriel y Adkins aplaudieron, Dalia no estuvo feliz, pero no podía hacer nada. Le dio tres hijos a Nicolás, pero él amaba a otra mujer. Ella sola se condenó, ahora solo debía agachar la cabeza y esperar que su esposo ganara, para que sus hijos no murieran