Passione

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Alessio

Baje del auto y ella corrió hasta mí abrazándome, la apreté contra mi cuerpo, no la dejaría ir, no la perdería. No haría todo para que eso no pasara.

—¿Estás bien?

—Si ¿Y tú? —Me miro —¿Tus heridas? ¿Están bien?

—Si estoy bien, ¿Que paso?

—No lo recuerdo, es un poco confuso —Dijo —Recuerdo que Gia se fue y luego una conmoción, el arma en mí costillas y salimos, no hice ruido, tenían una bomba, me inyectaron algo, y de ahí es borroso.

—No quiero que participes más en esto, no quiero que te arriesgues después de esto y de lo…

—Lo sé, Constantino ya me lo dijo —La miré —Pero…

—Ningún pero —Mire a Cronos —Tú te iras en tres días a Edén, y te quedarás ahí hasta que yo y los príncipes oscuros hayamos solucionado esto

—Conmigo tiene más posibilidad de ganar, Cronos lo sabes

—Creo que no es mala idea —Miro Alessandro —Iras

—No lo haré —Se separó de mí

—Pequeña —Se acercó Ángelo —Te queremos viva y sana, no pudo perder a mi otra hija Rouses. —Miro a Bianca

—Estarás segura, haya, toma un poco de sol, estás un poco pálida

—¿Lo apoyarás en esto?

—Sí, puede que pele con él todo el tiempo y que lo odie, pero una cosa somos él y yo y otra cosa son mis hijos, y si debo ponerme desacuerdo con él en algo será en ese tema, más si es para que sigan vivos.

—Puede venir con nosotros al Sicilia, la cuidaremos bien

—Creo que es mejor que vaya a la isla, no muchos saben como llegar y no la buscaran ahí

—Es un buen punto hijo, Princesa, es lo mejor, sé que cree que es importante su presencia y esa sí, pero más importante es tenerla viva para todos ellos

Nos miró a todos y luego a mí.

—Si no aceptas llamaré a Aleck, a Estaban y Wang. Si yo no puedo hacerte entrar en razón, ellos lo harán.

Su rostro cambió a enojo puro y luego a miedo y desesperación, está encerrada, esta vez no podría salirse con la suya, porque tenia a todos a mi favor y lo sabía.

—Está bien —Dijo resignada —Pero prométanme que se mantendrán vivos —No parto la vista de mí —Que no morirán

—Todo estar bien —Me acerqué y la rodé con mis brazos y ella a mí con los suyos —Lo prometo

—Alessio…

—Shhh, yo te cuidaré esta vez

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Una cena con todos juntos, era lo que quería y era lo que le di. Estábamos en el departamento en Roma. En dos días se iría y el resto nos encargaremos; no me agradaba tanto la idea tenerla fuera de mi vista, pero sabía que estaría a salvo. La vi cocinar muy animada mientras cantaba y se movía por la cocina en la que soñé verla mucho tiempo atrás. Cantaba Nowhere Fast, se volteó con la cuchara con la que mecía la mezcla de la torta que hacía cantando el coro simulando que la cuchara era un micrófono. Me reí de su locura, ella sonrió y siguió con lo suyo cuando dejo el bol del chocolate frente a mí.

—Ni se te ocurra Caruso es para el pastel

—Solo un poco —Logre tomar un poco, pero me golpeo la mano, y aparto el bol

Empezó a cortar las fresas que lavo cantando, me metió una a la boca, y me miro.

—¿Por qué me miras así?

—Me gusta lo que veo —Sonrió

—Mmm…

—Esto parece un sueño

—Yo en delantal, ya he usado uno antes

—No, aquí y descalza —Sonrió —Cocinando

—No te acostumbres, no siempre podré hacer esto aunque quisiera

—Lo sé —Me puse de pie, parándome detrás de ella y la abrace —Pero he de aprovechar —Bese su mejilla

—Bueno, ve a darles de comer a mis amores y cámbiate de ropa

—¿Tus pulgosos? —Asintió regresándome a ver y besándome —No me tardo

Los perros corrieron detrás de mí hasta la habitación donde les puse comida y agua, mientras yo me ponía ropa más cómoda. Me deshice de la corbata y de la leva. Regrese a la cocina y vi a los perros a su lado mirándola, después salieron corriendo y se pusieron a jugar en la sala.

—Tus hermanos deben estar por llegar

—Sí, y el resto —Me miro sobre el hombro

—Ayúdame a poner la mesa

Estaba poniendo la mesa cuando Gia llego.

—Dios huele exquisito, muero de hambre

—Aún no está listo, lávate las manos y cámbiate —Me miro

—Ya mamá, ya voy —La miré y ella se rio —Rouses no tengo buena noticias

—¿Qué pasa?

—Puede que se haya filtrado fotos de tu vestido —Saco una carpeta

—Déjame ver

—No, es de mala suerte que el novio vea el vestido de la novia

—Ya estoy casado con ella

—No nos vamos a arriesgar, ¿o si? Hay, pero si son mis sobrinos perros, qué lindos, encuentre un lugar donde los voy a llevar, ya verán, se divertirán —Ellos solo la miraron y siguieron con lo suyo

—Se supone que mañana era la última prueba, Cookie fue muy cuidadoso y yo también

Gia se acercó a ella y le mostró su carpeta, ella miró la foto y sonrió.

—Ese no es mi vestido

—¿No?

—No

—¿Se le parece? —Rouses la miro

—¿Me lo preguntas como publicista o como mi dama?

—Como tu futura cuñada

—Podrás verlo mañana —Sonrió mi esposa —Él, la última prueba

—Ahora si puedo ver —Le quite la carpeta a Gia y ella me miro enojada —Mmm…, está feo —Dije —¿Quien es Enzo? —Pregunte

—Nadie quien te interese —Me quito la carpeta —Quería saber si pueden hacer esas fotos que les pedí




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