Passione

152

Alessio

—Estaba revisando algunas cosas de la boda —Miré a Rouses —Y hay algunas coas que has planeado tú como la luna de miel, pero no dice a donde

—Es una sorpresa

—bueno, me gustaría saber, así sé que meter en la maleta si trajes de baño o suéteres calientes —Alzo una ceja

—Haré que la hagan por ti

—Alessio —La miré

—Es en el punto que te importa, en la latitud no te diré nada —Bufo

—Eres un maloso

—Soy un maloso, pero amas a este maloso

—Para tu mala suerte, no me vas a decir —Hizo un puchero

—No

—Odio que no seas susceptible a mí en todo

—Ven Rouses deja al aburrido de mi hermano, vamos a bailar

Estaban bailando cuando sonó esa canción Accidentally in love, Rouses me miro y comenzó a bailar como aquella vez, más valía que esta vez no terminara llorando, Nicolás y Thomas se pararon en sus asientos a cantar, Constantino los siguió desde su asiento, Siete los miro raro, junto con mi Adriel.

—Ridículos

Dijimos Adriel y yo al mismo tiempo, todos nos miraban, se supone que debíamos ser más serios y estos parecían unos…

Rouses se lanzó a mi regazo en la última parte y beso mi mejilla, se volvió a poner de pie y siguió bailando, la canción acabo. Adriel comenzó a repartir un poco de licor, no tome el vaso que me ofreció por el medicamento.

Can’t take me eyes off of you, comenzó a sonar, los tres ridículos junto a Cristiano comenzaron cantar, mientras Gia y Rouses bailaban en la pista, Siete sonreía, se la estaban cantando a Rouses, pero ella estaba feliz bailando, tome el vaso de jugo que me ofreció Alessandro al igual que Siete.

—Toma mejor un poco de licor hijo, es para matar las penas

—¿Quiere matar alguna señor?

—No por ahora

Alessandro y Ángelo miraban a los cuatro y viraron los ojos, ese tic se los pego Rouses, se sentaron y comenzaron a beber de la botella.

—Hay vasos no sean cavernícolas —Les grito Adriel

—Sobrevive, yo sobreviviré —Comenzó a cantar Thomas, cuando la canción termino, mi padre bufo —Tengo amor para darme, mucho

—Sabes Alessio —Miré a Nicolás

—Si sales con una gilipollez…

—Eres el mejor hermano del mundo, te amamos mucho

Grito, la canción cambio, ahora una chica cantaba, sabía que Rouses sé la sabia, recuerdo haberla visto, bailar y cantar esta canción, comenzó a bailar frente a mí, sonriéndome, me estaba provocando para que vaya con ella, su forma de mover las caderas levantaba un poco el vestido blanco que llevaba.

—Creo que estoy soñado…

Mire a los demás, me puse de pie, camine hasta ella tomándola de la cintura al mismo tiempo que la canción cambiaba a señorita. La recordaba porque esto había bailado con ella, me miro asombrada, se separó un poco, pero la acerque más a mí, estábamos bailando como la última vez, solo que ahora no nos reprimíamos, al menos yo podía tomarla como quise hace tres años.

Tenía una sonrisa en el rostro muy grande, la canción cambio, sonando la que bailamos cuando éramos los únicos en la pista, la que también bailo con el idiota de Dimitri, quien estaba en rehabilitación de sus manos, yo se lo estaba pagando. La tomé de cintura volteándola quedando su espalda pegada a mi pecho, ella comenzó a mover su cintura y yo le seguía, alzo los brazos, hundí mi cabeza en su cuello, pase mis manos por su cuerpo, se giró y se abrazó a mi cuello.

—Lo nuestro es una locura

—¿Entiendes lo que dice la canción?

—Me gusto como bailabas esta canción, así que la busque, eres mi locura. —Le dije en español —Una loca. —Se separó de mí bailándome, movió sus caderas bajando hasta el suelo y volvió a subir, me miro pícara —Ven aquí pequeña loca.

La tomé de la mano juntándola de nuevo a mí, amaba cuando bailaba así, y solo era para mí, mordí levemente su cuello, la canción cambio, pero era casi lo mismo. Ella bailaba para mí y yo la atraía mis brazos para sentir el movimiento de caderas, que chocaban contra mi creciente erección, para mi buena suerte la canción acabo, pero ahora, llegaron las bachatas, bese su mejilla, moviéndonos al ritmo de la música, besaba su cuello, mientras tarareaba parte de la canción.

—Perdí —Me miro —Jugué con una diabla que es experta en los juegos del amor… —Se rio —… La reto a otro duelo y vuelvo y pierdo el corazón —Sus dedos estaban en mi cabello, seguí tarareando la canción cantando ciertas partes de la canción en su oído — … Perdí no fui el primero y el último que pierde

—Alessio estás bien, tal vez tienes fiebre —Sonreí

—¿Por qué?

—Estás bailando conmigo y cantando, me estoy asustando

—¿Quieres que dejemos de bailar? —Negó apresuradamente

—¿Cuánto bebiste?

—Quince o veinte — dije —Pero vasos de jugo —Asintió, la canción acabo y sonó, la nuestra esa era con dedicatoria incluida y todo, ella me miro, no dijo nada. —Yo soy el malo que no vas a dejar de querer

La pegué más a mí mientras bailábamos, le cantaba la canción al oído. Era con la única con la que podía tener detalles cursis. Esta canción la escuché después de irme, cuando la vi del brazo de uno de esos niños ricos, y le da perfecto al blanco de lo que somos, de lo que va esto, yo no era su príncipe azul, era la persona que ella amaba y era la razón por la cual no se había enamorado otra vez. Nadie sabía como tratarla, yo sabía donde, cuando y como tocarla, y si quería que eso cambiara debía volver a nacer, y si me preguntaban que tenía yo, que no ellos, yo era el malo aquí, y por eso ganaba. Estampe mis labios sobre los suyos devorando esa rica y perfecta boca que tenía, rosada y dulce que me volvía loco, no separamos y seguimos bailando.

—Eres mi malo —Levanto la mirada —Mi villano favorito

—Ángel

Sonrió, escondí mi cara en su cuello, para que no viera mi sonrisa y comencé a besarle mientras no seguíamos moviendo al ritmo de la música. Acaricio mi cabello, la música cambio y levanto la cabeza mirándome, ella se aferró a mi cuello y poyo su cabeza en mi pecho, pase mis brazos por su delgado cuerpo.




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