Passione

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Rouses

La gente empezó a llegar, mis tíos, junto con Aleck, Sabina y Esteban, no habían traído a los pequeños. Beyno y Brad. Richard y Sabina. Fueron los primeros en llegar.

Los hermanos Caruso, el padre de Alessio y sus tíos. Sé los presente a mi abuela.

—Él es el padre de Alessio y sus tíos. Adriel, Adkins y Amira

—Un placer su majestad

—El mío —Erick apareció a su lado sonriente

—A sus hermanos ya los conoces

—Si claro

—Su majestad

Máximo estaba escondido, detrás de Erick, con tanta gente.

—Saluden como les enseñe —Les dijo mi abuela, empujándoles un poco

—Buenas noches —Dijeron ambos

—Oh, pero mira, tú debes ser el hijo de Alessio —El tío de Alessio se incoó frente a Erick, a lo que Máximo se escondió detrás de mí, Erick lo miro y se acercó a mí tomando la mano de Máximo —te llamas Erick ¿Verdad?

—Príncipe Erick —Mire a mi abuela, ella sonreía

—Oh perdón

—¿Quien es? —Me pregunto

Me puse a su altura

—Él es el hermano de tu abuelo

—¿tengo un abuelo?

—Sí, es él mira —Le indiqué al padre de Alessio que estaba parado a su lado —Y ellos son tus tíos

—¿Tengo tíos?

—Si

—Hola, es un placer

—Dime abuelo

—Pensé que él era mi abuelo —Miro al padre de Alessio que no salia de su asombro

—Es que tiene dos por falta de uno

—Eso es muy padre —Me incorporé y vi a Alessio, mirándome

—Nosotros somos tus tíos, Nicolás, Tomás y Paulina

—Mira Reina, tengo tíos, y abuelos

—Esto es para ti, espero que te guste —Me miro y asentí

—Gracias, mira papá lo que el abuelo me dio

Corrió hacia Alessio y esto lo tomo en brazos, se volvió a agachar y tomo a Máximo, le dijo algo y se calmó más.

—Es bueno verlos

—Alessio, hijo

—Adriel, espero que no sea lo último que vea de ti mi hijo

—Claro que no —Dije pasando mi brazo por la cintura de Alessio —¿Verdad, señor Caruso?

—No

—Qué felicidad, pero por favor tomen asiento

—¿Podemos ir a jugar mamá?

—Si

Alessio los bajo y salieron corriendo.

—Iré a ver a nuestros otros invitados, por aquí —Los hermanos Caruso me siguieron, Cristiano estaba en el pasillo, me acerqué él y me abrazo

—Hay hermanita, qué linda estás hoy

—Gracias

—¿Quieres venir a saludar a Aleck?

—Si hay licor si

Le indiqué la puerta y él fue seguido de los hermanos Caruso que me miraron y alce los hombros. Sostuve a Alessio del brazo antes de que pasara y me miro.

—¿Estás molesto?

—No

—¿Estás ebrio?

—Un poco

—¿Estuviste tomando con Cristiano?

—Lo necesitaba

—¿Tú también?

—No, yo estoy bien con mi mujer, pero no quiero que mi padre le haga lo mismo que me hizo a mí a Erick

—Y no lo hará, porque si se le ocurre hacer derramar una sola lágrima a mi hijo se las verá conmigo. Y más sí te vuelve a lastimar.

—Dios libre a mi padre de tu ira —Me reí —Ven

Entramos al otro salón y estaban todos, hasta París y su esposo, Cristiano estaba al oro extremo conversando con Esteban.

—Qué bella reunión

—Bien, como veo que Rouses no se va a hacer atrás con esto, creo que debo decir bienvenido a la familia —Mire a Aleck

—No puedo creer que ya conozcamos a tu hijo —Hablo Gia —Se parece a ti

—Esperemos que no con el mismo carácter —Hablo Nicolás

—Nosotros no lo hemos visto, ¿Donde está?

—Está jugando con Máximo

—Tomas ¿Y Elara? ¿No va a venir? —Pregunte. Tomás miró a Alessio —¿Qué? Dije algo malo

—No sé lo e dicho

—Decirme que

—Elara era la que vendía la información de donde estabas. Todas las veces, fue ella. No va a venir.

—Lo siento Tomás no lo sabía —Mire a Alessio

—Ni me gustaba tanto —Lo miré —Ya vendrán más, es lo único que nunca nos faltan a los hermanos Caruso, ¿No? Mujeres

—Espero que algunas de esas mujeres encuentren y vean al verdadero Tomás, ese que se cree héroe y villano a la vez. Y es una persona dulce. Y espero que Elara encuentre a alguien mejor

—No lo hará, yo la mate —Indico Tomás —Se lo dije Rouses si se metía contigo se las iba a cobrar, y lo hice, tú sabes de lo que soy capas y más si es por ti. Permiso.

Se unió a Esteban y Cristiano que estaban tomando, mire a Alessio que seguía mirándolo.

—Vaya, supongo que tú también sigues igual que antes —Hablo Aleck en tono burlesco

—Tú que crees —Sabina me miro triste, cuando él también se fue

—No les hagas caso —dijo Gia— Han tenido un mal día

—Supongo que Estaban también

—Él está confundido —Explico Aleck —Creo que le gusta esa chica y el se niega a aceptarlo, por ser quien es

—Entiendo

—Además, tiene un amor que no lo deja avanzar

—¿Amor? Será la chica de Londres

—Es otra Rouses, que lo atormenta desde que era un niño

—¿Niño? Nunca me ha dicho nada

—Sabes como es

—Esos de ahí parecen estar muy despechados —Beyno ser acerco y me abrazo. Miro a Alessio —Ya era hora que le propusieran matrimonio, eso si no puedo creer que se escaparan y no me lo contaras

—Sus altezas reales, nosotros nos retiramos —Hablo Boris —Debemos hablar algunas cosas, además mañana me voy a Milán, espero que no les importe a ustedes, tener a mi esposa unos días más aquí.

—Para nada, esta es su casa

—Bien, permiso

Ellos se fueron y Cristiano se sentó, Esteban a su lado. Nicolás y Tomás los siguieron.

—Entonces hermanito, ¿Estás listo para tu despedida de soltero? —Pregunto Nicolás. Mire a Alessio, y sonreí. Él viró los ojos, me llevo hasta uno de los asientos.

—No es obligatorio ¿Verdad?

—¿Como que no? Esta es definitiva, Rouses no va a salir corriendo. —Me reí —al igual que todos —Además, ella también tendrá una




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