Passione

160

Alessio se levantó con dolor de cabeza, bajamos a desayunar, la mayoría tenia resaca.

—Llego la alegría de esta fiesta, cariño, no puedo comprender como es posible que vayas a casarte con él, su alteza, se ve más joven que antes. ¿Estás lista para, la mejor despedida de soltera?

—Hola Liza

—Alessio

—Marco, hola

—Muchachos

—No pudiste dejar a tu esposa desquiciada en casa —Liza golpeo a Alessio —Joder contigo Liza, siempre eres así de brusca

—Bien que lo sabes cariño

—Tengo que resolver algunos problemas de último minuto, y estaré con ustedes a las tres —Todos me miraron

—Pensé que te ocupaste de James y de Carter

—Si lo hice, pero no están felices con que Zayden me haya dejado a cargo de Eduardo. Supongo que es porque me contó que era lo que quería con su hijo y…

—¿Donde está el tío Zayden? ¿Él también va a venir? —Mire a Máximo y luego a mi abuela. —¿Tampoco he visto a la tía Maritza? ¿A donde fueron?

—Cariño

—¿Van a venir? Tío Zayden prometió llevarme a conocer delfines y tía Maritza prometió, llevarme a ver mi primera película de anime

La mesa quedó en silencio, tome aire, muchas veces, Alessio me apretó la mano.

—Yo sé lo dire

—No debo ser yo —Me miro —Es que no sé cómo

—Oye Camarada te parece al terminar ir a jugar futbol —Sugirió Esteban

—Si ¿Quieres venir Erick?

—Si

Esteban se llevó a ambos al jardín cuando terminaron, mi abuela no dijo nada, y sabía que no lo haría.

—Sabes que no me gusta mucho que te relaciones con los Windsor, Rouses, pero si fue la voluntad de Zayden confió en que harás que ese niño un gran hombre.

Se puso de pie y se fue, dejándome a mí con esa carga.

—Podrás hacerlo —Hablo mi tía

Me puse de pie, y salí al jardín, me detuve cuando lo vi reír.

—¿Quieres que lo haga yo?

—No sé cómo hacerlo Alessio —Me voltee —No quiero que sea como me lo decían a mí

—Sé lo que no se debe decir —Lo mire

—Alessio…

—Sé lo dire yo

Alessio paso por mi lado y llamo a Máximo y camino hasta él algo temeroso. Me acerqué un poco para escuchar.

—¿Querías mucho a Zayden?

—Yo sí, pero también te quiero a ti —Alessio lo miro

—Gracias ¿Y a Maritza?

—Ella era muy divertida, no se lo digas a mi mami, pero me deba un chocolate cuando me portaba bien —Sonrió —¿No quieres que los quiera? Puedo quererlos a los tres, porque también quiero a mi tío Estaban

—Está bien que los quieras Máximo

—Erick dijo que ahora seriamos una familia, mi mamá, tú y Erick y yo. Yo nunca e tenido un papá. No sé lo que se siente.

—Yo tampoco, no tuve uno, pero tuve a Clark, él es como mi padre

—Tú serás como Clark para mí

—Sí, lo seré

—No daré problemas, y me portaré bien, sé hacer muchas cosas, puedo trabajar —Alessio se rio

—No necesito que trabajes Máximo, yo muy bien puedo trabajar y hacer muchas cosas, lo único que tienes que hacer es jugar y hacerle caso a Rouses.

—¿Cuidarás a mi mamá?

—Lo haré. Tengo que decirte algo Máximo.

—¿Qué?

—Sabes hay veces en la vida, en la vida pasan cosas que nosotros no controlamos, y uno de esos es la muerte. ¿Sabes que es?

—Es cuando te quedas dormido y no despiertas —Mire a Máximo —Cuando te pones frío.

—Sí. Mira Zayden y Maritza no van a poder venir

—¿Por qué? Ellos prometieron venir, me lo dijeron, y ellos siempre cumplen. Aunque Zayden no ha podido responder porque la abuela dijo que estaba ocupado.

—Mira, Máximo, Zayden y Maritza, ellos murieron —Mire a mi pequeño, sus ojitos se le llenaron de lágrimas y negó

—No mientes —Grito, haciendo que Erick y Esteban los miraran. Esteban sostuvo a Erick, para que no fuera donde ellos —Es mentira, mentiros.

Me acerqué poniéndome a lado de Alessio, me miro.

—Maxi…

—Mami está mintiendo, dile que no se deben decir mentiras, díselo.

—Cariño, no es una mentira. El tío Zayden y la tía Maritza murieron. Lo siento tanto cariño.

—No.

Empezó a llorar, mientras negaba, y balbuceaba, intente acercarme, pero retrocedió. Miro a Alessio y lo abrazo, Alessio lo abrazo también.

—Lo siento Máximo

—¿Por qué Alessio? Ellos no estaban como mi mamá, ellos se veían bien, comían y no se inyectaban. Yo revisé sus brazos.

Mire a Alessio y él me miro asistiendo.

—A veces la muerte viene sin avisar, sin importar que, puedes comer, o puedes tener los brazos sin ninguna huella. Ella viene.

—Yo no quiero que venga. ¿Tú no lo permitirás? ¿No dejarás que venga a nosotros? ¿Nos cuidarás?

—Lo haré

—No quiero perder mi nueva familia

—No lo harás cariño

—Suéltame

Me volteé y vi como Erick pateaba a Esteban y corría hasta nosotros.

—Maxi, Maxi ¿Estás bien? ¿Que ha pasado porque lloras? ¿A quien debo golpear? —Máximo se separó de Alessio y abrazo a Erick —¿Que le hiciste? —Le reclamo a su padre

—Nada Erick, mis tíos murieron —Le respondió Máximo. Erick miró sin entender

—Papá dice que cuando mueres vas al cielo si fuiste bueno. Que es un lugar que no puedes visitar porque después no puedes volver. Pero ellos pueden visitarte, en tus sueños. Mi conejito está en el cielo. Y mi abuela.

Tenían la misma edad, pero tenían una perspectiva diferente de la vida. Mientras Erick la miraba con colores y arcoíris. Máximo la había visto con tonos grises, y apenas descubría los colores.

—Yo no quiero que la muerte venga por mi nueva familia. Alessio dijo que nos cuidara —Erick sonrió

—Papi siempre cumple sus promesas, ¿verdad?

—Verdad

Ambos abrazaron a Alessio que se incorporó con ellos. Él me miro y me acerqué al abrazo. Beso con dificultad mi frente.

—Lo siento —Erick se disculpó con Esteban —Pero mi hermano estaba llorando




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