Passione

161

Alessio iba muy callado en el avión, llegamos a Londres más rápido de lo que esperaba. Llegamos hasta el juzgado donde me esperaban los padres de Zayden y también james y Carter. Nos les hizo gracia ver a Alessio.

 

—Linda, es bueno verte

—Lamento, no haber podio venir antes, he tenido tantas cosas que hacer que mi agenda está saturada

—Bien Alessandretti acabemos con esto —Mire a Carter

—El juez nos espera

—¿Donde está?

—Dentro, hablando con la trabajadora

—Un minuto

Me volteé con Alessio y nos alejamos un poco.

—¿Qué pasa?

—No me demoro ¿Me esperas?

—Iré contigo

—Bien —Lo miré —¿Estás molesto?

—Un poco

—Alessio, yo…

—No porque te dejara a su hijo, sino porque no me lo dijiste

—No sabía como te lo tomarías

—No soy ningún ogro, soy tu esposo y quiero saber lo que pasa caray

—Está bien, mi error. Gracias por estar aquí

—Somos un equipo, ¿No?

—Lo somos

—No tengo todo el tiempo del mundo Alessandretti

—Reina para ti imbécil

—No me jodas jardinero

—Te recuerdo que es rey y tu príncipe —Me voltee

—Ladrón será ladrón siempre

—Ardido será Ardido siempre

—Será mejor que entremos

Los seguimos hasta una sala, el juez entro. El abogado de Zayden.

—Bien estamos aquí para saber quien tendrá la custodia de Eduardo Enrique Windsor

—Si su señoría, mi cliente antes de morir dejo en constancia que a quien nombraba tutor legal de su hijo Eduardo Enrique Windsor seria. La reina de Italia Rouses Alejandra Alessandretti. Aquí tiene el papel

El juez tomó el papel, y miro muy detenidamente.

—No podemos permitir eso. Él es un Windsor, ella una Alessandretti, hay estándares como verá, no podemos permitir semejante atrocidad. Consideramos óptimo que el niño crezca en su país, con las personas que conoce.

—Su alteza real, aquí estipula que usted conoce los deseos del duque con respecto a la crianza de su hijo

—Así es, él me comento varias veces lo que le gustaría que su hijo disfrutara e hiciera

—Puede nombrarme las principales

—Claro. Él quería que sus estudios los realizara en el colegio Eton, que está en Windsor. Que se apasionara por las obras benéficas que la casa de Sussex alentaban. Además, que se involucre con el pueblo. Que viaje y vea la realidad de la gente en su país y fuera de él.

—Bien

—¿Podemos verlo?

—Sí, lo harán pasar, antes de eso, les pediré discreción

La puerta se abrió y entro una señora, él entró con la cabeza gacha, cuando la levanto y me vio, corrió hasta mí, yo me puse de pie y lo abrace.

—Rouses, quiero ir a casa, estoy asustado

—Tranquilo, ya estoy aquí —Asintió

Abrazo a su abuelo, pero no miro a sus primos y se sentó a lado de Alessio.

—Hola Alessio

—Hola Eduardo

—¿Como te sientes? —Le pregunto el juez

—Quiero ir a casa ¿Podré ir ya?

—Si, en eso, estamos, ¿Podrías decirme con quien te gustaría ir?

—Con papá

—Él ya no está aquí, pero tienes a tus primos y a la reina amiga de tu madre

—Quiero ir con Rouses

—Bien, espéranos afuera Eduardo, por favor

—¿Podré irme ya?

—En unos minutos

El salio y miré a los padres de Zayden. Ellos asintieron.

—Leí su carta de que están desacuerdo con que su hijo haya cedido la tutoría de su nieto a la reina.

—Así es, su señoría, ella es una mujer joven y capacitada

—Así es, pero —Apreté la mano de Alessio —No es Inglesa —Mire la sonrisa de Carter y quise golpearlo

—Lo soy de parte de mi padre, somos primos

—Lo sé, pero no reside en este país, dejará al niño aquí y luego…

—El niño, estudiar aquí en Inglaterra, podrá pasar fines de semana con sus abuelos, y familiares ingleses, al terminar el ciclo. Él irá con nosotros a pasar las vacaciones en Roma, y regresará.

—Señor, disculpé, pero no están fácil

—Lo es —Hablo Alessio mirando al abogado de Zayden —Es la normalidad que necesita y le permite al niño convivir con ambas partes. Es lo que hicieron conmigo cuando quede sin madre.

—Él es de la realeza, no un desamparado

—Vivía con mi padre, y en vacaciones podía ir a visitar a la familia materna. A él no le faltará nada. Estoy seguro de que Zayden lo dejo muy bien asegurado, el dinero no será problema.

—Sabe que es un compromiso muy grande ¿No? Déjeme recordar que la reputación que le precede Su majestad

—Tengo dos hijos, señor juez, y sé que es importante en mi vida, y téngalo por seguro, esos niños son mi prioridad y estoy dispuesta enfocarme en ellos un ciento diez por ciento. Porque sé que debo hacer para no ser mala madre. Tengo veinte años, pero tengo la madures suficiente para criar a Eduardo, además tengo el apoyo de mi esposo.

—Bien, daremos este año de prueba, el niño estará en evaluación constante, si no puede se lo daremos a sus primos.

—Él no es un perro que se lo puede llevar de un lado a otro —Me miro

—Lo sé, por eso debe hacerlo bien

—Ya verá que si

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Comprar helados en Londres era muy difícil, pero Alessio lo hizo. Eduardo caminaba con nosotros.

—¿Me iré a vivir con ustedes? —Mire a Eduardo

—El plan es este, te quedarás aquí estudiando y en vacaciones iras con nosotros o puedes ir con tus abuelos. Cada finde semana podrás ir con ellos…




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