Passione

Extra 1

Imperio y bodas

Ir nos de luna de miel parecía imposible. Habia reorganizado todo el viaje para hacerlo el otro año en nuestro aniversario en abril. Rouses no pareció molesta. Los problemas y asuntos por resolver parecían que iban en aumento. Con mi nuevo título de emperador tenia ciertas obligaciones, aunque debo decir que Cronos dejo muchas cosas organizadas. 

Parecía que las horas del día no eran suficientes, y me estaba pasando factura, cada día llegaba a casa más malhumorado, y es que no tenia tiempo para nada, no habia hablado más de dos palabras con Rouses en dos semanas, me estaba cansando. Cuando yo llegaba o ya estaba dormida o habia salido de viaje y yo ni estaba enterado.

Decidí delegar las funciones de la empresa a Jeff y Clark. Clark desde la muerte de Victorie se quejaba de no tener nada que hacer, además estar encerrado no le hacía nada bien. Les confié a ambos una gran responsabilidad, yo solo tenia que ir ciertas veces o cuando me sea requerido. Ahora me ocuparía de los asuntos de la mafia y tendría tiempo para ver a mi esposa.

—Pensé que tenias un viaje

—Yo pensé que estarías en casa 

Estaba botado en el sillón, descansando después de doce horas de vuelo y un sin fin de papeleo, estaba molido. Pero la vista que tenia de mi esposa era un bálsamo para mis ojos.

—¿Todo está bien? ¿Estás enfermo?

—Estoy bien, solo que estaba harto de estar lejos de mi esposa y decidí volver —Me miro y se acercó a mí, me incorpore sentándome y ella a mi lado, beso mi mejilla. —He sido un mal esposo

—No, solo has estado saturado de trabajo, deberías ir a dormir

—Quiero pasar contigo

—¿Saldrás de nuevo?

—No, no hasta lo que yo sé, pero…

—Alessio tenemos un problema

Así de fácil, es como mi tiempo a solas con mi esposa, se esfuma.

—¿Que no lo puedes resolver solo? 

—Los Calabria quieren ocupar el puesto de la familia de Dalia

—¿Y yo que pinto ahí?

—Bueno, antes de que fuéramos exterminados, supuestamente, la Ndrangheta era la organización más peligrosa, ubicándose en Calabria. La mafia de Sicilia se habia casi extinguido, por los enfrentamientos con el estado, lo que más luego sería el origen del exterminio. 

—Lo que Nicolás quiere decir es que…

—No nos llevamos bien, cuando se designó un líder absoluto, decidió elegir a nuestra familia como la cabeza de la mafia, y no a ellos. Ahora nos odian, y esto puede terminar en otra guerra 

Bufe y cerré los ojos negando con la cabeza, aquí todo podría acabar en guerra.

—Nos han amenazado, en que tienen el favoritismo en el país, y que pueden tomarse el poder. Nuestro padre nos ha llamado para qué vallamos a Sicilia y dialoguemos con ellos, apenas salimos de un conflicto no podemos entrar en otro tan pronto.

—Lo que quieren es ser la segunda familia en la línea de sucesión

—Bien, iremos a Sicilia —Mire a Rouses —Lo siento pero…

—Ella también tiene que ir 

—Ni lo sueñes

—Es la princesa de la mafia, y la princesa de la mafia italiana

—Está bien —Tomo mi mano —Así todo se acabará más rápido

—Esperemos que si

—¿Los conoces? —Le pregunto Gia a Rouses

—Sí, conozco a los hermanos Calabria, supongo que estarán feliz de verme

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Zona neutral era en una de las islas cerca de Sicilia, el lugar donde nos reuniríamos era un salón de baile con una mesa igual de ancha que el lugar. No fuimos los primeros en llegar, la familia Calabria ya estaba ahí, y con toda su gente, nosotros éramos cuatro y Rouses. Solo habia un asiento disponible, Nicolás me miro para que ocupara el asiento, lo hice para atrás y tome la mano de Rouses haciendo que ella se sentara.

Sentí la mirada del otro lado, ya medio mundo sabía que era para mí, eso me tenia jodidamente paranoico, pero negarlo era mucho peor.

—Al fin se dignan en venir

—Saludos a ti también —Miraron a Rouses

—Vaya, vaya, Achilles, que linda estas, o debo decir su majestad

—Ten más respeto con mi esposa

—No te creas tanto por ser el nuevo emperador Alessio, a tu mujer es a quien se le otorgó el título, no a ti

—Por eso deberías tener más respeto 

—Ni una mierda —Hablo uno —No me voy a inclinar ante la golfa de los Caruso

—O lo haces callar o le vuelo la cabeza

—El capricho de los Caruso esta vez casi les sale caro, y todo por una caprichosa princesita, es que no han aprendido nada.

La discusión comenzó, y las armas salieron, éramos cuatro, y ellos veinte.

—Suficiente —Mire a Rouses —Considero que podemos hablar de manera civilizada, ¿O no Fobos?

—¿Quien te crees para hablarle así?

—No me creo soy, y te lo puedo demostrar que no llegue a donde estoy por una mamada, ahora vamos a hablar o ustedes pierde la oportunidad de ocupar el puesto de la familia Marchetti

—Bien, hablemos su majestad, ese puesto nos pertenece por derecho y más que nada porque lo habíamos tomado cuando la mafia Siciliana comenzó su declive, fuimos nosotros también quien más apoyo al emperador de ese entonces, no es nada lo que pedimos, nada, a nosotros se nos debería dar la corona. 

—¡Sí! —Dijo todo el grupo alunizó 

—Seamos realistas, la relación entre las familias no es la mejor y empeoro cuando en vez de que el heredero desposara a una mujer de nuestra familia desposo a una de la familia Marchetti. Esa fue una ofensa muy grande Nicolás.




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