Patrón emocional - Serie artística - Fundamentación

Proyecto: Patrón emocional

Esta serie de obras manifiesta un patrón emocional de daño cíclico, donde personas con heridas internas profundas como: el abandono, la indiferencia, el rechazo o el no merecimiento; se encuentran en relaciones, que al principio parecen amorosas pero que ocultan una dinámica toxica y dañina.
Por medio de estas diez obras, se observa como hay personas que se aferran al amor dañino y no toman, ni tienen conciencia al inicio de que repiten ciclos de dolor hasta que, ocurre un evento catártico que hace que despierten y vean la magnitud del daño recibido u ocasionado.
Estas obras siguen una secuencia y un recorrido emocional: desde la vulnerabilidad y fragmentación inicial de la persona, que se involucra con otro dañado; como esa exposición sin límites que desencadena situaciones de dolor físico, psicológico e incluso sexual. Hasta la toma de conciencia del dolor. Esta progresión está marcada por diferentes estilos artísticos como: el aguado, uso de tramas, acuarelas, pasteles, manchas de café, así también como el uso de colores para representar daño, tristeza o fuerza; posiciones corporales y animales (serpiente)
La clave simbólica de este patrón emocional y del daño hacía uno, es la serpiente. Un dato clave es que en el transcurso de las obras aumenta su tamaño, por ende, la magnitud del dolor que se va reflejando en las obras. Asi mismo, simboliza el tipo de persona que también se encuentra dañada y que no sabe como relacionarse con otros sin provocar daño en sus diferentes dimensiones.
Otros elementos simbólicos en las obras, no buscan ser literales o directos, ya que narran sin palabras: fragmentos de vidrios rotos (daño visible), juego de colores y expresiones en situaciones contrastantes (rostros serenos mientras le provocan daño a una persona) y vestimenta (demostrando la vulnerabilidad emocional).
Esta serie no solo muestra el ciclo de un patrón emocional tóxico, sino también la capacidad de enfrentarlo y aprender a poner límites. En la última obra, se puede observar como la protagonista asimila el sufrimiento y aunque en su vestimenta continua esa herida como una cicatriz: hay signos de fuerza y de resiliencia. El ciclo, el fin del patrón, no está definido porque refleja la compleja realidad que implica sanar heridas; que están profundamente arraigadas a nuestro ser desde la infancia o momentos que no fueron enfrentados.
Para concluir, “Patrón emocional” es un viaje el cual nos invita a mirarnos, a ser honestos con lo que somos, con nuestra forma de amar y de recibir amor. Todos tenemos un patrón emocional es por esa razón que es importante aprender a mirar, a sentir y a estar en sincronía con lo que nos hace bien y ser la mejor versión de nosotros.




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