Capítulo ocho

Cap. 8

Cap. 8.- ¡Cómo perderle el temor a las pesadillas, que es el maligno!

En clave obradora adopción de las vestiduras blancas de la novia la iglesia, que se purifican en el fuego consumidor eterno, clave que dice así. Amen.

Una vez en mi niñez estaba durmiendo en mi casa y empecé a soñar que estaba volando sobre mi casa, luego fui volando hacia atrás de mi población, momento en el cual comencé a ver fuego sobre una casa atrás de mi población, después el fuego se expandió atrás de mi población, al grado de que se formó una gigantesca masa de fuego, que se expandió siguiéndome en la forma de gigantescas caras de masas de fuego, que se abalanzaron sobre mí para quemarme, y empecé a arrancar volando, después el fuego apareció en la dirección en que estaba arrancando, arranque volando hacia otro lado, pero el acosador fuego se me apareció al frente, y trate de arrancar volando hacia algún otro lugar, pero el fuego me acorralo en las cuatro direcciones, y en forma de masacre me invadió totalmente el horror, y yo vencido en horror absoluto, en el cual empecé a gritar desesperadamente producto de la desesperación, de ser absolutamente vencido por el fuego, pero sentí una voz que me tranquilizo, apareciendo el rostro de una rubia (la novia la iglesia de Dios) que me dijo: pero si estas sólo soñando, el fuego no te puede quemar, y me llene de paz interior, sintiendo el calor paternal de las llamas de fuego en mi cuerpo en sueños, que por ser solo en un sueño las empecé a disfrutar plenamente, pudiendo disfrutar plenamente las llamas de fuego, por lo que el hecho de que cuando soñamos y por sobre todo en pesadillas, no debemos temer ser vencidos hasta por el fuego eterno de los sueños, porque solo son un sueño, sueños sagrados como lo fueron para Daniel por voluntad de Jehová.

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Nota: está escrito que soñar volando y entre fuego y ser absolutamente vencido por este, pues es una señal de una futura rendición absoluta a la palabra. Amén.
Y el que estos estos hechos sean algo inamovible, es un fruto absortamente añadido a través de amar a Dios por sobre todas las cosas, en el antes que se pida ya se tiene todo que promete la Biblia, a través de actuar tal como lo predica la Biblia. Amén.