En una aldea muy lejana dónde la paz y el respeto solían reinar existían dos grandes amigos unidos por un gran vínculo. Ellos siempre estaban juntos donde se les viera: arriando las obejas, jugando a ser grandes héroes que salvaban a su aldea de todos los peligros y cuándo iban a buscar el agua. Tanto sorprendía su amistad que hasta el jefe tribal los acogió como si fueran hijos propios y los aconsejaba para que siempre se mantuvieran unidos y su amistad durará mucho más allá de los tiernos años de infancia.
Un día en el que esperaban su turno junto a el pozo para llevar agua a sus casas de repente escucharon una fuerte algarabía protagonizada por los adultos presentes; intrigados por tal conflicto decifieron averiguar ¿cuál era su causa? Para su sorpresa, los protagonistas de este conflicto eran nada más y nada menos que el hermano y el primo de nuestros amigos uno decía que el turno de sacar el agua le correspondía a él en cambio el otro decia que no era cierto porque el habia llegado primero, de pronto la violencia se apoderó de esta discusión y se fueron a los golpes, todos los adultos que habían tomado parte por alguno de los implicados solo observaron ese penoso hecho. Así que nuestros amigos fueron los unicos que decidieron intervenir.
Al separarlos les pidieron que hablaran de sus razones para decidir que era su turno de tomar el agua y plantear una posible solución. Pero, a pesar del intento de nuestros amigos por qué se atenuara el conflicto esto no sucedió y por el contrario se les obligo a decidir de lado de quién estaban. Ellos sabían que en ese momento lo mejor era dejar las cosas así, por lo tanto cada quién se fué con su familiar.
Esa misma noche las dos familias decidieron que la otra sería enemiga; el derecho de tomar el agua del pozo era sagrado y nadie tenía que arrebatarlo. Así pues de dicha enemistad se supo en toda la aldea y cada quien tomo partido por alguna de las familias; nuestros amigos solían verse a escondidas porque gracias a los consejos del jefe sabían que su amistad era mucho más fuerte que cualquier cosa. A pesar de que sus familias no lo quisieran entender.
Después de semanas dónde las discusiones y encuentros violentos entre los integrantes de las familias nuestros amigos ya cansados decidieron acudir en busca del jefe tribal que estaba a las afueras de la aldea vigilando que nadie la atacara. Le comentaron sobre lo que pasaba en su ausencia, él muy sorprendido por la situación les dijo que lo lamentaba mucho pero no podía intervenir en ese momento ya que si él se alejaba los enemigos atacarían pero, les diría como podrían solucionar el conflicto de manera pacífica.
Sucede que cuando se quiere resolver un conflicto de manera pacífica hay tres métodos que implementar: la negociación, la mediación y por último el arbitraje pedagógico; la primera conciste en que las dos partes en conflicto por si solas entablen un diálogo pacífico y estén dispuestas a solucionar dicho conflicto,la segunda es básicamente hacer lo mismo pero en este caso hay una tercera parte que es neutral y no toma partifo de ninguna parte que ayudará a entablar las soluciones y acuerdos. El tercer método se emplea cuando los dos anteriores no funcionan ya que una figura de autoridad debe llamar a las partes en conflicto a solucionar el conflicto o puede haber consecuencias para estás.
A su regreso ambas familias los esperaban preocupadas pues los niños se habían ido sin decirle a nadie. Cada uno hablo sobre lo que las había dicho el jefe tribal, ambas familias al oír esto agradecieron a los niños por el interés en solucionar el conflicto. Tardo varios días pero, de poco en poco el hermano y el primo entablaron su negociación y lo comunicaron al resto para disculparse por la división que había causado su rencilla. Se llegó a el acuerdo que habría un sistema de turnos para tomar el agua para evitar futuros conflictos.
Así nuestros amigos apredieron una gran lección el conflicto es algo natural pero siempre se puede solucionar y que su amistad siempre estaría por encima de todo.