Pecados capitales

14

Ónix los miró con una sonrisa sádica, maquiavélica y tétrica que podía existir. Nube aún seguía confundida del porque los demonios decían que no era Ónix.

Mientras los cuatro demonios discutían de que la presencia de Ónix era diferente, el quinto demonio dio algunos pasos, aclarando su garganta.

—Bueno sabandijas, como su rey les ordeno que se quiten.

—No deberías estar haciendo tu trabajo como rey por allá, Ónix —reprochó Jack.

—Ónub, por favor —corrigió.

Ante este comentario, los cuatro demonios, confirmaron la sospecha, de que ese demonio, no era su Ónix.

—Genial, ahora se llama Ónub —añadió sarcásticamente Luke.

—Me molesta que no me traten como su rey —comentó fríamente Ónub.

—Nuestro rey es Ónix, no tu —desafío Jack.

—Él está junto al otro Ónix —explico Ónub.

—¿Con el otro Ónix? —susurro Nube.

—Verás querida Nube. El subconsciente de Ónix está dividido en tres partes, la cual cada una tiene su propio poder. Ónix, qué es el que define su personalidad, o como yo le digo, el ser insignificante. Ónnix, su lado oscuro y yo, Ónub —sonrió de lado.

Dicho esto, Ónub volvió a caminar unos cuantos pasos más. Ante esta acción los demás demonios, se pusieron a la defensiva; ocultando a Nube detrás de ellos.

—Quítense sabandijas —ordeno Ónub.

—Tú no eres Ónix, y no tenemos por qué obedecerte —vocifero Damián.

—¡¿No piensan obedecerme?!

Los demonios se limitaron a asentir, molestando al demonio que tenía la apariencia de Ónix, pero que se hacía llamar Ónub.

—Entonces tendré que enseñarles a obedecerme —advirtió Ónub.

Guardaron silencio por varios segundos, para luego iniciar una ardua batalla entre demonios.

•••

¡Carajo! ¿En verdad me encuentro aquí de nuevo? Bueno, al menos sé cómo hacer que mi lado oscuro regrese. ¡Estúpido Ónnix, rompió el trato! Intentaré de volver al control.

Ónix caminaba por su subconsciente, mientras le gritaba a Ónnix que había roto su trato. De repente, una voz peculiar se hizo presente.

—Sigo cumpliendo mi parte del trato —apelo Ónnix.

Este comentario me inmutó, ya que sí él estaba aquí ¿Quién controlaba mi cuerpo? Respondiendo de inmediato a esa interrogante.

—Es Ónub, otra parte de tu subconsciente. Gracias a él lograste la transformación legendaria del demonio.

Ónix entendió que, al intentar mezclar los dos poderes, le dio ventaja a su otra parte de su subconsciente de que se apoderará de su cuerpo.

—Ónub hará un desastre con tu cuerpo —advirtió —. Y, hay un problema.

—Y, ese problema ¿Es? —arquee una ceja.

—Qué el no siente nada por Nube, mi Nube.

—¡Oye! Es mi Nube —reproche.

—Como digas —rodo los ojos, y continuo —. Mejor deberíamos buscar una forma de que Ónub regrese acá y tú vuelvas allá —sugirió.

—Sí. No quiero que le pase nada a mi Nube —comentó Ónix.

•••

Ónub ya había derrotado a los tres demonios, excepto a Aksala. Jack, al percatarse del peligro que corría Nube, le ordenó Aksala que se lo llevará lejos, atrayendo la atención del demonio Ónub.

—Quiero ver qué logres huir, Aksala —desafío Ónub con una sonrisa sádica.

Ante tal desafío, la demonio agarró a Nube de la mano, para después escapar de allí.

—Necesitamos el libro. ¿Sabes dónde está? —cuestiono Aksala.

—¡No! Cuando firme el contrato, desapareció —respondió Nube.

—¡Carajo! ¡Ya sé, papá debe saber! —mascullo Aksala.

—¿Quién? —curioseo confundida Nube.

—Espero que te guste el calor, Nube.

Dicho esto, Aksala abrió un portal en un callejón oscuro; desapareciendo en la inmensidad de la noche.

•••

Jack se encontraba en el suelo de rodillas, con la respiración agitada y cubierto de sangre. Mientras que, Ónub les daba un escarmiento para que sus hermanos lo obedecieran; siendo en vano.

•••

Iban Nube y Alaska recorriendo los sombríos pasillos del palacio, mientras que la demonio pensaba en que su padre no la regañara.

Justo en ese momento, Hades se cruzó en su caminó.

—¿A qué has venido, Aksala? —regaño Hades con el ceño fruncido.

—Tranquilo viejo —contesto Aksala.

—¡Cuál tranquilo! Osaste revelarte ante mi —bramó —. ¿Quién es ella? —señalo a Nube.

—Es Nube, la novia de Ónix.

—En fin. ¡Aksala! No vuelvas a salir con tus tonterías de tranquilo viejo, porque osaste revelarte ante tu padre, tu rey.

—No estoy para que me regañes. Ónix está en problemas.

—¿Qué?

—Ónix es diferente, su apariencia es la misma, pero hay algo que lo hace distinto. Además, se hace llamar Ónub.

«Ónix ¡Carajo!».

—¿Qué podemos hacer, papá?

—No puedo dejar el palacio, así que te diré que hacer.

Hades comenzó a explicarle a Aksala que, deben hacer que Ónix y su lado oscuro regresen, ya que él quedó en un acuerdo con su lado demoníaco; así que, si ambos vuelven, Ónub se irá.

Estuvieron por varios segundos buscando una debilidad de Ónix, siendo en vano; hasta que a Aksala se le ocurrió que la gran debilidad de su hermano sería la misma Nube.

Sin previo aviso, Aksala tomó de la mano a Nube, abrió un portal, desapareciendo del lugar.

•••

—¿Sabes? Debemos pensar rápido, antes de que Ónub maté a Luke, Damián y Jack —indico Ónnix.

—Escuche que Aksala escapó con Nube, y con eso me conformo. Si esos tres mueren ¿Qué puedo hacer yo? —añadió Ónix arqueando una ceja.

•••

En el edificio abandonado, Ónub se encontraba torturando a sus hermanos, cuando de repente, llegó Aksala con Nube, deteniéndose al escuchar su voz.

—¡Ónub! Si no te detienes mataré a Nube —vocifero Aksala, sujetándola de la blusa.

«Creo que moriré aquí».

—¿Crees que me importa? —apelo arqueando una ceja —. Puedes matarlo si quieres.




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