Peligro

XXXIII (Ha-Yung)

-“Solo quiero saber cómo esta, eso no causara ningún daño”- un golpe ­ -“¿Por qué te molesta tanto? Es solo una niña”- otro golpe.

-“¿Pero qué necesidad tienes tú de ir? Ella no es nada tuyo como para que te estés preocupando por ella”-  una patada, luego otra, voy una vuelta y vuelvo a patear pero más fuerte, la sangre me está hirviendo de la  rabia, tengo el mentón tan apretado que me está doliendo.

–TE ODIO – cada golpe va cargado de más ira, recordar que Young Soo fue a ver a esa niña me dan ganas de apuñalar el saco en vez de golpearlo.

Kim Min Re, esa niña malcriada solo quiere llamar la atención y lo está logrando, siento que no se dan cuenta, pero por mi lado no le creo ni lo más mínimo de su supuesto dolor que siente por la pérdida de su madre, y menos después de todo lo que me conto mi cuñada, puede que parezcamos crueles pero ni Nat ni yo le podemos creer, algo no me genera confianza ni credibilidad en esa niña.

-AHHHHHSSSSS, NIÑA INSOLENTE –golpeo el saco de boxeo con más fuerza.

Gracias a Dios mis suegros tienen un gimnasio personal en la parte trasera de la casa, cerca de la piscina, es perfecto para venir a bajar la rabia, porque si no lo tuvieran estaría en este momento como león enjaulado en mi habitación esperando que alguien entre solo para matarlo.

Lo bueno de este gimnasio es que está diseñado para todos nosotros, ¡que viva la familia dedicada a las armas!, incluso Papá viene a entrenar aquí cuando esta estresado o cuando esta de vacaciones, y mamá, esa mujer puede ser tierna pero tiene un gran gancho derecho, recuerdo una vez que vinimos a entrenar todas las mujeres y mamá tomo el saco de box de papá, ella se convirtió en otra mujer, golpeaba como si de eso dependiera su vida, y eso que solo es abogada, porque donde esta mujer fuera militar y policía daría pánico y mucho, creo que por eso Nat se parece tanto a ella, de tal madre, tal hija, a pesar de ser adoptada tiene tantas cosas de ellos, tantas características y hábitos, simplemente es fascinante lo que puede causar una unión emocional, sin importar la sangre, ellos son simplemente iguales.

También me encanta la cercanía que tengo con mis suegros y más que me permitan decirles papás ya que ellos han estado presente y apoyándome en todo, incluso más que los míos propios.

Golpe, golpe, patada, golpe.

-¿Para qué demonios tenía que ir?- vuelvo a golpear el saco, ya los puños me están ardiendo, ni siquiera me coloque guantes o vendas, la rabia que sentía al principio no dejaba que sintiera el ardo de las quemadas contra el cuero.

- “Unnie, no sabía que Min Jeong oppa y tu eran pareja, y tampoco sabía que tenías un hermano tan guapo, lástima que este comprometido”- recuerdo sus palabras, y la cara de desagrado que hizo al nombrar el compromiso, miro el saco e imagino que es Min Re y lo golpeo hasta que siento que las costillas me arden por falta de aire.

-“Y tampoco sabía que tenías un hermano tan guapo” – y es mío estúpida, otro golpe directo a su cara imaginaria en el saco.

Tomo el saco con las dos manos y apoyo la prende en él, respiro de manera entre cortada

 – “Lástima que este comprometido”- ¿lastima? ¿LASTIMA? Me separo molesta del saco y camino a paso firme y descalzo al fondo del gimnasio, ahí se encuentra la zona de tiro con cuchillos, ver a papá tirar cuchillos aquí es todo un espectáculo al igual que a Nat, tienen una puntería perfecta y siempre dan en el centro.

Tomo los cuchillos y me coloco en la posición correcta, tomo el primer cuchillo, apunto y disparo, está un poco más a la derecha del centro.

– Lastima – repito sus palabras, otro cuchillo va directo a el tablero – ¿Lastima? – tiro este con más fuerza y está un poco más cerca al centro - ¿LASTIMAAA? – tiro con todas mis fuerzas el ultimo cuchillo y da junto en el centro – LASTIMA NO ES LO QUE VAS A SENTIR – tomo una respiración y veo el tablero con las 4 armas pulsantes clavadas en el – Vas a sentir como te dejo un cuchillo entre las cejas si vuelves a hablar de esa madera – siento como la adrenalina y la rabia bajan y  ahora siento la necesidad de llorar, pero no daré ese gusto; miro mis manos, los nudillos están  rotos y los pies están igual, tengo alrededor de 3 horas o más metidas acá y ya siento el cuerpo adolorido – Ahhhhhsssss – me dejo caer en el piso con las piernas flexionadas, coloco mi cabeza en las rodillas y con mis brazos abrazo mis piernas – ¿Por qué justo ahora? ¿Por qué tenía que venir a generar inseguridad en mí? No lo puedo perder –  de solo pensar que pueda perder a Young Soo por culpa de esa mocosa mimada me dan más ganas de matarla.



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En el texto hay: drama y misterio, psicologo, acción y muerte

Editado: 07.10.2019

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