Peligro

XXXV

-¿Mamá?- Tae está sentado en la parte de atrás del asiento de Min Jeong, no me gusta que vaya en el puesto del medio.

-¿Pequeño?- Él ve por la ventana.

-¿Cómo obtuviste a Hades y a Perséfone?- yo acomodo mi cuerpo de manera en la que pueda estar sentada de lado viéndolo a él y Min Jeong.

-¿Por qué la pregunta?- Jeong me ve interrogante y luego ve a Tae por el retrovisor, mi pequeño se sienta derecho en el puesto y me ve mientras juega con sus manitas.

-Es que hoy en clases hablaron de las mascotas, dijeron que todas las personas deberían de tener una mascota en su vida, ya que ellos ayudan en la compañía y en los estados de ánimos, pidieron que las personas que tuvieran mascotas en sus casas levantaran la mano, pocos lo hicieron, luego la profesora pregunto cómo los habíamos obtenido, todos dijeron que fueron regalos – el deja de hablar y vuelve a ver por la ventana.

-Tae, pequeño ¿Qué respondiste tú? -  su carita de tristeza no me gusta.

- Nada – Jeong me ve preocupado.

- ¿Pequeño, estas bien? – Jeong pregunta con preocupación

-¿Qué se siente que te regalen una mascota? A mí nunca me dejaron tener una, me dijeron que solo causaban enfermedades y que eran un estorbo, pero nunca he visto que trates a Hades o a Perséfone como un estorbo o de mala manera, en cambio eres muy cariñosa con ellos, y veo que ellos son muy protectores y juguetones ¿Por qué decir que son un estorbo si llenan de tanta alegría? – sigue viendo por la ventana, es increíble que un niño de 6 años hable de esa manera tan seria.

-Hijo las mascotas están para hacernos compañía, para llenar nuestros días de alegría y felicidad, pero también para enseñarnos responsabilidades y tener disciplina, una mascota no es un juguete, ellos también sienten, ellos son como  bebes, tiene un cuidado especial – ahora me ve.

- ¿De niña tuviste mascotas? – sonrió.

- Si, tuve una gatita, mamá me la regalo cuando tenía 8 años, como me costaba hablar con los demás por la dificultad del idioma me daba terror el intentar hacer amigos, claro tu tía Mi Sung es una terca que no me dejaba si a sol ni a sombra y eso se lo agradezco; Tu abuela me regalo esa pequeña gatita y me dijo que no tuviera miedo de hablar con ella, me dijo que mientras fuera aprendido mejor el coreano le podía hablar  a ella, así me iba desenvolviendo –

- ¿Y qué paso con ella?  -

- Murió cuando yo tenía 20 años, después de eso no quise más mascotas por miedo a perderlas – le dije triste.

-Pero tienes a Hades y a Perséfone – se acomoda mejor en su asiento.

- Me los regalo tu abuelo, cuando compre el apartamento estaba dispuesta a vivir completamente sola, pero papá no estaba del todo de acuerdo, decía que esa soledad me iba a llenar de tristeza, por un momento pensé que no me iba a dejar mudarme – me rio al recordar a mi padre todo serio.

- ¿Y qué paso? –

- Cuando por fin llegue a mi apartamento, al abrir la puerta estaba un pequeño cachorro de husky siberiano acostado en una camita en medio de la sala, tenía un moño color vinotinto y había un gran globo que decía “BIENVENIDA A TU NUEVO HOGAR” también había una nota de mi padre diciendo:

Espero que te haga compañía, sé que te va a querer mucho y tú a él,

Entrénalo para que te cuide y para que sea tu compañero más fiel.

-Con amor, papá”

-¿Todavía te acuerdas de eso? – Min Jeong me pregunta con asombro.

-¿Cómo no hacerlo? Es uno de los regalos que más aprecio, Hades es mi fiel compañero desde ese día, está entrenado para cuidarme, pero sobre todo para hacerme compañía en mis peores días, el me entiende si le hablo en coreano o en ruso –

-¿Y Perséfone? – yo me rio al recordar como llego mi pequeña a la casa - ¿Mamá por qué te ríes? –

- Porque ella fue literalmente secuestrada por Hades, por eso me rio – los dos me ven con confusión – Jeong no me mires a mí y mira a la carretera por favor, me colocas los nervios de punta cada vez que volteas – él se ríe de mí, me encanta su risa.

- Mamá cuéntame – Tae esta emocionado.

- ¿sabes el parque al que vamos con Hades? – el asiente – Bueno una día fui con él en la tarde y estaban unos niños jugando cerca de unos arbustos, él empezó a ladrarles y yo no sabía porque estaba tan molesto, trate de llevarlo para otro lado pero logro soltarse de mi agarre y fue hasta donde estaban los niños, me asuste porque pensé que lo iba a atacar pero solo los espanto, lo regañe pero ni me prestó atención, metió la cabeza entre los arbusto y saco algo pequeño, cuando se acercó a mi lo dejo en el piso, era una gatita pequeña, tendría como 2 meses de vida, los niños no estaban jugando la estaban lastimándola y el la rescato, él la volvió a tomar por el cuello y empezó a caminar con rumbo al edificio, no me dejo que yo la llevara, así que volví a tomar la correa, cuando llegamos a la casa él la coloco en su cama, no me dejaba que me acercara, me toco explicarle no sé cuántas veces y en todos los idiomas posibles  que quería ayudarla y ver si estaba lastimada, desde ese día Hades no se separa de Perséfone, la cuida más a ella que a mí  -  hago un puchero.



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En el texto hay: drama y misterio, psicologo, acción y muerte

Editado: 07.10.2019

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