"Estaba siendo atraída y tentada por el mal, por un demonio que solo quería su inocencia, una atracción que solo le iba a traer desgracias, simplemente es una peligrosa atracción"
Maddie
Observaba desde un "lugar secreto" al amor de mi vida, digo a Adrián. Él estaba un poco extraño y sospechoso por lo que decidí espiarlo un poquito y gran fue mi sorpresa ver al chico fumando.
Suspire cansada e intente tomar mi cabello para atarlo, pero al hacerlo un cabello cubrió mi vista haciéndome perder el equilibrio.
Caí boca abajo soltando un estruendoso grito que fue callado al caer.
- si nadie me vio nunca paso – dije arrugando la nariz.
- El problema es que si te vi – sentí mi rostro descomponerse y mis ojos abrirse a más no poder.
- Shh, aquí nada paso- dije haciendo un pequeño mohín
- Claro, ¿Qué haces aquí?, ¿acaso me estás espiando? – Antes de responder oí su hermosa carcajada, jamás lo había visto reír, siempre tenía una fea mueca o una sonrisa encantadora de medio lado.
- Era broma, pequeña-
- Claro, una broma - solté una nerviosa risa.
El sonido de un ¿teléfono? ¿Eso se permitía aquí?
- ni una palabra de esto, princesa o te irá muy mal – tomó una calada de su cigarrillo y expulso el humo en mi cara.
Se alejó un poco de mí caminando mientras yo tocia por el humo.
- Oh, no me espíes más, no sabes de lo que soy capaz y tu hermosa carita no querrá probarlo- Iba a reprochar, pero ya estaba muy alejado, también sentía un poco de miedo.
¿Acaso sería capaz de hacerme algo?