Peligroso Ángel

22

Los días pasaron y en la mansión las cosas parecían empeorar cada vez más. Desde que Aníbal anunció nuestro compromiso Rosaline ha tenido con carácter de los mil demonios; todo le cae mal y le molesta. Luciano que hasta la fecha no dijo nada noté su alejamiento y ni hablar de Miguel, ese no me dirigía ni la palabra. Con respecto al desconocido amigo de Aníbal no sale casi de su habitación,  lo he visto algunas mañana en el jardín y debo decir que su estado es catastrófico; escuché decir a algunos empleados que el señor sufrió fuertes quemaduras  por lo que tenía todo el cuerpo vendado y postrado en una silla de ruedas. Los ojos son lo único que se le podían ver aparte de las vendas blancas. Aníbal por su parte se comportaba como todo un caballero y hacia todo lo posible para sacarme una sonrisa y no verme triste. 

—Entonces, Aníbal. ¿Ya nos dirás que hacemos aquí? —le preguntó Rosa exasperada a su padre. 

Aníbal pidió que nos encontráramos todos en la gran sala y por alguna razón Luciano fue el único que no hizo acto de presencia. 

—¿Acaso se trata de otra maravillosa sorpresa? —inquirió Miguel en un tono amargo y sarcástico—. ¿Ahora qué dirán?, que Ana está embarazada. 

Su padre lo aniquiló con la mirada. 

—Anibal, si se trata de eso tuviste que haber empezado por allí —intervino rosa—. Mi tiempo no está para perderlo en estas ridiculeces —Hizo el amago de irse y su papá le lanzó la misma mirada que a su hijo deteniendola en su lugar. 

Aníbal puso los ojos en blanco antes de hablar. 

—Como ya saben, Ana, ahora es mi prometida, por lo que he decidido que ya no será una empleada más. 

Abrí los ojos al tope. 

—Apartir de hoy Anastasia será la señora de la casa y la trataremos como tal —sentí ojos acribillarme—. Ahora su lugar de secretaria lo ocupará... 

Dejo las palabras en el aire al tiempo que las puertas principales se abrieron dándole paso a Luciano que llegó acompañado de una hermosa chica pelirroja. 

—Lila Smith será la nueva asistente —dijo Anibal presentando a la chica que llegó en ese momento. 

La extraña chica que no aparentaba más de 26 años solo sonreía.  Para ella fue como si se hubiese ganado la lotería. 

—Lila tiene mucha experiencia en el área —Ahora fue Luciano quien habló—. La conocí en la universidad y desde entonce fuimos grandes amigos. Lila aparte de ser la asistente de papá también ayudará a Ana en todo lo que requiera. 

Luciano se calló y el silencio fue inminente,. Todos quedamos sin plabras; Rosa, Muguel hasta inclusive yo. 

—¿Es todo? —Rosa rompió el silencio—. Lo mismo de siempre, estupideces tras estupideces —le dio un último reparo a la nueva haciendo una mueca de asco a la vez que pasaba por su lado y se marchaba. 

Por primera vez mi mirada se cruzó con la que se atrevió a quitarme mi puesto, y en sus ojos no estaba la ilusión que había en mí cuando obtuve el trabajo, al contrario sus ojos estaban llenos de burla, diversión y peligro. Sin dejar de mirarme elevó sus labios en una siniestra sonrisa dejándome en claro lo que iba a suceder.



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En el texto hay: misterio, mentiras, romance

Editado: 25.06.2021

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