Peligroso Ángel

26

—Afirmativo el procedimiento —bromeaba con Lila en mi habitación sosteniendo el sobre con los resultados de ADN.

 

—Mañana publicaremos la feliz noticia —una sonrisa adornó su rostro—. Encárgate de que todos estén atentos mañana a las diez de la mañana  a CNN que yo me encargo del resto.

 

Aunque no quise, admito que Lila me fue de gran ayuda.

 

—Esperemos que con este escándalo Galen salga de su cueva a controlar el desmadre, de lo contrario tendremos que aplicar un plan B.

 

Asiento.

 

—¿Le has sacado información a Luciano? —inquiri

 

—Ese hombre no suelta prenda, por más pregunta que le hago su respuesta siempre es la misma; "yo solo me ocupo de mi trabajo, no le presto atención a nada más" —mofó—. Sus respuestas son tan inservibles, pero lo perdono por ser tan lindo.

 

Rodé los ojos.

 

—No dejes de vigilarlo, recuerda que es un sospechoso más y...

 

—Todos sabemos que el más inocente puede ser el culpable —Terminó por mi.

 

—Exacto y aunque Luciano sea un amor de persona no podemos pasarlo por alto.

 

—Lo sé —se estresa—. ¿Qué hay de Miguel, has logrado sacarle información?

 

«El muy maldito nisiquiera quiere dirigirme la palabra»

 

—No...

 

—Ahí esta —se adelanta—. No me puedes reclamar cuando tu no has hecho nada con Miguel.

 

—Hago mi mayor esfuerzo, OK.

 

—Yo también —me responde en el mismo tono.


 

A la mañana siguiente cada quien jugó el papel que le correspondía; Lila salió temprano hacer su parte mientras yo me la pensaba para que todos sincronizaran el mismo canal y a la misma hora.

 

Terminé de extender mi cama cuando entraron en mi habitación sin tocar.

 

—Mi amor —Me abrazaron por la espalda al tiempo que besaron mi cuello—. Buenos días.

 

De tan solo sentir sus labios sobre mi piel me daban  ganas de vomitar.

 

—Buenos días amor mio —lo encaré sin olvidar sucumbir a la angelical sonrisa que me ha funcionado desde siempre— ¿como dormiste?

 

—De maravillas —Fue lo único que dijo. Y como lo supuse no había ido hasta mi recámara solo con la intención de saludar, vino a repetir lo de la otra ocasión y ni muerta vuelvo a hacerlo. Los besos que dejaba en mi cuello hicieron un camino hasta mi hombro, rozó mi clavícula buscando mi pecho y lo detuve.

 

—Hoy no podemos..., estoy en mis días —Mentí.

 

Ensanchó una de sus perfectas sonrisas.

 

—Entonces no hay apuros, esperaré el momento.

 

Besé sus labios antes de cogerlo de la mano fuera de la habitación.

 

—Quiero hacer algo —le dije cuando estuvo rato tiempo sobre su silla revisando quien sabe que sin determinarme.

 

Rodó los ojos, a él no le gusta que yo haga nada.

 

—Lila aviso que se tomará la mañana libre, tiene cita con su médico —me dijo—. Si quieres le puede echar una mano con sus deberes.

 

Finjo felicidad.

 

—Gracias, gracias, gracias —corrí a su lado y bese si mejilla, no perdí la oportunidad de encender el televisor que estaba en el multimueble  el cual muy poco entendíamo, coloqué el canal que Lila me dijo y me senté a trabajar anhelando lo que se venía. Por Miguel, Luciano y Rosa no me preocupé; le envié un mensaje al número desconocido (Peligroso Ángel) diciéndole que se encargara de ese asunto. No conozco al sujeto pero si pretende que revele la identidad de Galen lo justo sería que me ayudara, no mandándome mensajitos que no hacen más que estrésarme.

 

Parecía una niña pequeña cuando se acercaba la fiesta de cumpleaños, no quité los ojos del televisor esperando "el plato fuerte del día". Aníbal ignoraba lo que estaba a punto de suceder no se molestó en levantar la vista durante todo el noticiero.

 

Y entonces paso...

 

El momento más esperado del día.

 

—Hoy, los Moore, una de las familias más importantes y poderosas del mundo se ve envuelta un nuevo escándalo —Empezó a decir la periodista. Aníbal no tardó en levantar la vista—. Ya hace días se presentaron pruebas de que la hija menor del empresario, Aníbal, tuvo un hijo el cual abandonó hace dos años —Muestran fotos del niño en el parque, en la casa donde al parecer vivía y una donde estaba con Rosaline—. Y eso no es todo, después de que se le realizarán exámenes de ADN ya que se desconocía quien era su padre los resultados arrojaron que el pequeño es nada más y nada menos que hijo de su abuelo, Aníbal Moore —En la pantalla aparecieron fotos de los resultados de ADN—. La prestigiosa familia que se oculta detrás de grandes riqueza y poder también ocultan que no son más que unos insestuosos.

 

De un momento a otro el escritorio voló en pedazos al otro extremo del despacho, Aníbal temblaba de la ira y las venas que se marcaban en sus brazos y cuello me dieron la satisfacción que buscaba.

 

En dos zancadas llegó hasta el televisor donde aún seguía hablando la periodista y lo lanzó contra el suelo llevándose por delante libros y papeles.

 

—¿Aníbal, que significa todo esto? —Activé el papel de la novia dolida—. ¿Cómo...? —Me callé, la mirada envenenada cargada de rabia hizo que cerrara el pico. Por primera vez sus ojos transmitían algo más que superioridad y dominio. El golpe de la DEA fracturó su coraza. Mi cara era un témpano de hielo mientras mi yo interno saltaba en un pie con pompones y todo.


 

A la final no dijo nada, cogio su móvil, su saco y salió derrumbando todo a su paso.

 

El celular me vibró dentro del bolsillo del pantalón antes de sacarlo.

 

"Buen golpe"


 

P. Ángel

 

Salí del despacho y en la sala todo estaba aun mejor; todos peleaban con todos, Luciano le reclamaba a Rosa el engaño, Miguel le recalcaba que era una zorra porque se metió en la cama de todos y Aníbal la insultaba por haberse acostado con sus hijos.



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En el texto hay: misterio, mentiras, romance

Editado: 25.06.2021

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