Autor: Yoplay.
Sé que suena extraño, pero me siento como un paraguas: un objeto, inútil para muchas cosas, con muy pocos propósitos. Tiemblo ante las fuertes lluvias, soy abandonado cuando no me necesitan, sin vínculos, sin estabilidad.
Soy uno de esos paraguas que nada ni nadie sostiene. Aunque alguien me tenga, solo estoy ahí porque un día aparecí, y de repente soy desechado y paso a pertenecer a otra persona. Así transcurre el tiempo, sin un lugar donde quedarme. Con el viento, salgo volando y solo me atoro entre las ramas, cables, ventanas, los enormes árboles, simplemente estorbando.
Lo único ‘bueno’ es que veo las cosas desde otra perspectiva. Puedo percibir la belleza de todo, incluso donde no la hay; la fealdad, también, aunque no esté presente. Me muevo de un lado a otro sin saberlo. Siempre se dice ‘hay que taparse de la lluvia’, algo rápido cuando tienes un paraguas, pero a mí me desechan cuando creen que les va a caer un rayo. Cuando se cubren de un problema, me usan a mí, me utilizan para taparlo, pero ¿por qué siempre me desechan? Siento que un día terminaré en el suelo o solo en una incineradora. Dejaré de existir...
“Yo, antes de morir, quisiera haber sido capaz de existir plenamente”