Quiero que me guste alguien, alguien que despierte en mí esa chispa que hace que cada día tenga un sentido diferente, una emoción nueva que me haga sonreír sin razón aparente.
Quiero también que esa persona sienta lo mismo por mí, que sus pensamientos vuelvan una y otra vez hacia mí, que sus silencios hablen de anhelo y sus miradas me busquen entre la multitud. Sueño con enamorarme de alguien que me descubra en mis detalles más simples y que yo pueda, a su vez, enamorarla con mi verdad, con mi esencia, con todo lo que soy y aún con lo que no sé que soy.
Anhelo un romance que no sea solo un suspiro pasajero, sino una historia compartida, un refugio de confianza donde podamos ser dos almas que se complementan, que se apoyan y se nutren.
Quiero sentir el amor verdadero, ese que no solo nace en uno, sino que late fuerte en ambos, que crece y se fortalece con cada día, con cada experiencia vivida juntos.
Quiero que esa persona esté para mí, como yo estaré para ella o él, que seamos un equipo, un refugio seguro en medio del caos. Quiero que sea mi pareja, mi compañera o compañero, alguien a quien pueda llamar "mío" y que a su vez me llame "suyo", sin miedo, sin dudas, con la certeza de que ninguno de los dos se rendirá.
Quiero que no me deje jamás, porque yo tampoco la dejaré a ella o a él, porque el amor verdadero es también compromiso y entrega. Quiero abrirle mi corazón, contarle mis sueños, mis miedos, mis secretos, y que me cuente los suyos, que construyamos una intimidad que sea solo nuestra. Solo sé que quiero todo eso, que lo deseo con fuerza, pero me pregunto en silencio: ¿Quién más lo quiere conmigo? ¿Quién está esperando también ese amor que nos haga sentir completos?
"Yo, antes de morir, quisiera encontrar ese amor verdadero que me haga sentir vivo, completo, y capaz de entregarme sin miedo ni reservas."
