❝pensamientos❞

”Regrese”

Regresé… no sé exactamente a dónde, tal vez a mí mismo, o a lo poco que queda de lo que solía ser. Pasaron tantas cosas, algunas pequeñas, otras más pesadas, desde un cumpleaños que se sintió más vacío que feliz, hasta la pérdida de dos cuadernos que parecían insignificantes, pero que guardaban pedazos de mí.

Me di cuenta, con el tiempo y con las lágrimas que se secan solas, que no tengo estabilidad emocional, que mis pensamientos se caen a pedazos cada vez que intento sostenerlos. Y lo peor… que no tengo a un verdadero amigo en quien confiar.

¿Por qué? No lo sé del todo. Quizás porque en mi cumpleaños sentí una tristeza que no debería estar ahí. Mis hermanas me dieron regalos, me compraron un pastel “Carlos Quinto” —mi favorito, supongo—, y aun así, mientras sonreía para las fotos, sentía un hueco enorme en el pecho. Mi papá me dijo que pronto todo mejoraría, que las deudas se pagarían, que habría días más tranquilos.

Y cada vez que dice eso, quiero llorar.

Quiero llorar porque sé que no puede hacerlo, porque carga demasiado, porque se lastima trabajando para mantenernos a flote. Lloro porque no me gusta pedirle dinero, porque sé lo que cuesta ganarlo, porque lo da sin quejarse, sin esperar nada más que un simple “cuídate”.

Y me duele.

Me duele que todo lo que puedo ofrecerle es una versión rota de mí mismo. Quiero hacer más por él, quiero ser más fuerte, quiero que esté orgulloso, que no tenga que preocuparse más por mí… pero no puedo.

A veces solo quiero gritar, romper todo lo que hay dentro de mí y quedarme vacío para no sentir. Pero ni eso puedo hacer.

Y entonces escribo.

Escribo porque no tengo con quién hablar, porque si tuviera un amigo de verdad, uno que me escuchara sin intentar arreglarme, sin juzgarme, no estaría escribiendo estas palabras en un estúpido papel que se convierte en mi única forma de desahogo.

Regresé, sí… pero no sé si realmente he vuelto, o si solo sigo intentando no desaparecer.

“Yo, antes de morir, quisiera poder decirle a mi padre que todo su esfuerzo valió la pena, que ya no tiene que cargar con el peso del mundo, que fui fuerte, que lo logré… y que ya no lloro en silencio por no saber cómo agradecerle tanto.”

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En el texto hay: joven, personal, pensar

Editado: 20.11.2025

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