Un amigo mío se comporta raro últimamente. Es como si llevara una tormenta adentro, una mezcla extraña de enojo, estrés y nostalgia. Cada vez que lo miro, siento algo en el pecho que me aprieta. No sé si es preocupación o si es que, de alguna forma, me veo reflejada en él.
Porque cuando lo observo, recuerdo a mi yo de antes, aquella versión mía que estaba rota por dentro, que se sentía sola aunque estuviera rodeada de gente. Recuerdo esos días en la secundaria cuando pensaba que todos se iban a cansar de mí, que al final me quedarían solo el eco de mis pensamientos y el silencio. En ese tiempo, solo Maya se quedaba. Ella era el hilo que me mantenía conectada con algo real, algo que no dolía tanto.
Y ahora veo a mi amigo igual que yo en aquel entonces: mirando el suelo más de lo que mira el cielo, fingiendo que todo está bien mientras se le apagan los ojos poco a poco. Siento que si Gabi se va, él va a quedarse perdido, sin rumbo, sin ese pedazo de estabilidad que lo mantiene en pie. Y yo, en el fondo, sé que me sentiré culpable. Culpable por no poder hacer más, por no saber cómo ayudarlo, por quedarme callada cuando tal vez una palabra mía podría aliviarle un poco el peso.
No quiero que nadie más se hunda en esa oscuridad silenciosa que yo conozco tan bien. Esa que te hace creer que nadie te soporta, que eres demasiado, que sobras. Y tal vez por eso me duele tanto verlo así, porque lo entiendo demasiado.
Quisiera que mis amigos supieran cuánto los valoro, cuánto los quiero, incluso si a veces no sé demostrarlo. Quisiera poder borrar de sus rostros esa tristeza que conozco, esa que también fue mía.
Quisiera olvidar.
Olvidar el miedo, el dolor, las noches en las que me sentí invisible.
Pero, sobre todo, olvidar esa sensación de no ser suficiente, de no poder salvar a nadie, ni siquiera a mí misma.
A veces pienso que querer ayudar es una forma de curarse uno mismo. Que ver en otros lo que alguna vez fuimos, es la vida dándonos una segunda oportunidad. Ojalá pueda aprovecharla antes de que sea demasiado tarde.
Yo, antes de morir, quisiera poder ayudar a mis amigos y olvidar.
