Pensamientos claros y corazones abiertos

En el amor no se distingue qué raza eres o tu color

Todo es Azul; el cielo, mi piel, mi pantalón, mi camisa y el agua, aunque esta última no me agrada.

Desde chicos siempre fuimos y seremos diferentes, pero eso no quita los grandes momentos que pasamos; ya fuera saltando, volando o hasta escalando, todo el tiempo me gustaba estar acompañado.

Tú, Verde, eres agradable, simpático, tímido e inteligente; define el traje que llevas, a los árboles, las plantas, el destello de la aurora boreal y a la esmeralda, y esta última describe el valor de nuestra amistad.

Eres más que un amigo, mi hermano. Aunque no puedas correr como yo, tampoco te puedo ver como tú sí me ves, y por eso eres mi mejor amigo en este mundo.

Ay, mi querido Rojo; una perfecta rosa eres tú, dentro de mi corazón fluye lo que siento por ti, dulce igual que una fresa o una cereza y eres el color de nuestro amor.

Aunque en las nubes te escondieras saltaría hasta el edificio más alto y si fuese a tropezar y caer, tú bajarías, me darías la mano y surcaríamos el cielo juntos toda la noche, si no hay problemas.

Los quiero chicos, somos un equipo y eso nunca cambiará

 

 

   Atentamente, Connor

 

Todo tiene doble sentido, si lo quieren, pero el correcto es el literal.

¿Alguien puede saber de qué o quiénes habla?

Uno nunca deja de ser un niño, y por eso me gustó haber creado este poema



#17851 en Otros

En el texto hay: poesia, versos, original

Editado: 01.03.2021

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