Sigo esforzándome para tener tu aprobación.
Intentando estar a la altura,
aunque nunca es suficiente.
Me esfuerzo una y otra vez, pero para ti, nunca existo.
Me quedo despierta mientras otros duermen, escribo cartas que pides aunque nunca son leídas.
Siempre aceptando tus peticiones, aunque eso no te importa.
Veo tu sonrisa cuando otros dan un mínimo de lo que pides, porque para ti dan la talla.
Duele ver qué para ti son perfectos, y yo solo soy imperfecta.
Ahora sé que, aunque de el 100 x100, nunca será suficiente.