Yo sufrí más, cargué tanques de agua, subí colinas, caminé largas carreteras de tierra. Pasé hambre y frío, por eso no puedes quejarte.
Yo sí, yo sí la pasé mal.
Tú lo tienes todo...
Así que no hay porque llorar.
Todos tus problemas, son por el celular.
¿La solución a ellos?
Es estudiar.
Come más, haz más, pero nunca, nunca digas que tu dolor es real.
No tienes derecho a sentir, tu rabia no tiene excusa.
Yo sí puedo reclamar, yo sí puedo depositar mi inseguridad en ti.
Y tú... Tú solo tienes que callar.
¡Contéstame!
¡Cállate! No tienes derecho a opinar.
Soy yo la que te dará inseguridad, mientras tanto debes aguantar.
Piérdete y lamentate dónde nadie te escuche.
Esa tempestad en lo más profundo de ti debes guardar, porque yo no estoy dispuesta a escuchar.