Hoy odio la idea y el recuerdo de no haber arrebatado la vida a mi cuerpo cuando años atrás tuve la oportunidad.
Hoy odio más cosas que sé que son realidad, que en aquel entonces no odiaba por el simple hecho de que no sabía que era una realidad. Pues hoy sin saberlo hasta hace unos minutos, sé que ya no hay salvación para alguien quien a pesar de todo ha intentado todo para ya no odiar.
Para ser feliz.
-Anónimo.
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Editado: 28.04.2020