Intento no buscarte cada vez que la nostalgia me invade; intento poner límite a mis pensamientos y me invaden como ráfagas de viento en una noche calurosa.
Estás tan dentro de mis pensamientos que ni la más fuerte amnesia podría desalojarte.
Lucho cada instante por olvidarte y no puedo, y es que un amor tan profundo y verdadero, me temo que ni el tiempo sería capaz de borrarlo.
Me he dado por vencida, me cansé de luchar contra este bello y trágico sentimiento; hoy puedo decirte que eres tú quien ha ganado; pero, tengo la firme certeza, de un día despertar, y que tu recuerdo ya no duela.