Me despierto, miro detrás mía y Raúl ya no está ¿que pasó anoche? ¿habría sido todo imaginación mía? Me levanto de la cama y voy al salón, está todo muy desordenado por lo de anoche, voy al baño, me peino y me hago una cola alta, cuando salgo empiezo a ordenar un poco todo, mientras recojo oigo una puerta abrirse suavemente, la ignoro y sigo limpiando, un poco después escucho su voz.
-¿Necesitas ayuda?-Me pregunta con voz ronca
-No, no te preocupes Raúl, puedo sola
-Podrás sola pero esto-Señala al salón-Lo hemos hecho todos
-Bueno si, pero me gusta más hacer las cosas sola, si hay mucha gente me empiezo a agobiar
-¿Dos personas son mucho?
-Dos no, ¿por qué?
Comienza a recoger conmigo-Porque al menos lo recogeremos entre los dos-me sonríe
Cuando terminamos de recoger Raúl se sienta en el sofá y yo me tumbo apoyando la cabeza en sus piernas, cierro los ojos y noto cómo comienza a acariciarme el pelo, abro los ojos y me cruzo con su mirada clavada en los míos, me levanto y me siento bien
-¿Quieres ver algo?-Digo cogiendo el mando de la televisión
Raúl dice algo entre susurros de lo cual no me entero, cuando lo dice sonríe y me mira
-¿Me lo puedes repetir? No te he escuchado-Digo
-Nada, que me da igual
Pongo un programa de dibujos y me acomodo para verlo
-¿De verdad?-Pregunta riéndose
-¿Que pasa?
-Que eso es muy infantil ¿no crees?
-Pues entonces yo soy muy infantil
-¿Tenemos algún plan para hoy?-Pregunta levantándose del sofá
-Ninguno
-Pues tengo una idea-Se levanta, va las puertas de las demás habitaciones y empieza a llamar a todos a gritos
Cuando todos salen nos manda a vestirnos con ropa de deporte. Hoy me pongo un body negro y un pantalón de deporte gris. Cuando salimos nos está esperando ya preparado para irnos, salimos y empezamos a andar, rato después paramos frente a un gimnasio.
-¿Me has traído a hacer deporte?-Dice Alex con tono de decepción
-No entiendo como puedes tener tan buen cuerpo y odiar tanto el deporte-Dice Ana a lo que todos reímos
-Os he traído a todos aquí porque la entrada es gratuita y así-Me mira-Samantha nos puede hacer una demostración de lo que sabe hacer
-¿Quien yo? Que vergüenza por favor
-Venga-Me coge del brazo y tira hacia dentro del gimnasio
Cuando entramos voy directa a las barras fijas y hago una demostración completa, cuando bajo siento toda la adrenalina y voy directa a las anillas, cuando bajo voy con mis amigos los cuales están boquiabiertos por lo que acabo de hacer, se acerca un señor hacia nosotros y me habla.
-Ha estado increíble, ¿dónde has aprendido a hacer esas cosas?
-Desde pequeña mis padres me enseñan a hacer estas cosas, incluso ellos llevan toda la vida haciendo esto así que lo llevo en la sangre-Digo riendo
-Pues resulta que soy juez de un importante concurso de talentos que se celebrará en España el día 11 de agosto de este año y si te apetece puedo hacerte un hueco para que participes
-Muchas gracias de verdad pero resulta que yo ya estoy apuntada a un concurso para ese mismo día, además también es en España
-Bueno, no hay ningún problema, toma mi tarjeta y si quieres te aviso de algún otro concurso
-Claro, muchas gracias
El señor se va. Después de eso nos ponemos a hacer algunas prácticas e intentar que Andrea aprenda a hacer un backflip pero nunca le sale, a la hora de almorzar vamos a un restaurante pero sólo hablan en portugués, así que pensamos en irnos pero Andrea nos dice que intentemos comer aquí y con eso nos pasamos una hora de risas descifrando lo que pone en el menú, cuando llega la comida es completamente todo lo contrario de lo que pensábamos que habíamos pedido pero igualmente probamos todo de todos.
Cuando terminamos volvemos al gimnasio, nos pasamos allí el día entero, cuando llegamos a casa, antes de ducharnos Alex propone un juego, es un estilo a verdad o reto pero solo se proponen retos, te dan a elegir entre dos opciones y puedes elegir una de las dos para hacerla pero es obligatorio hacer una. Jugamos durante un rato y ya decidimos irnos a duchar.
-Antes de terminar-Dice Alex-Quiero proponer un último reto
-No Alex, que yo me quiero duchar-Dice Raúl levantándose
-Venga la última, por favor-Le dice Alex
-Venga hombre, déjale que haga la última-Le digo a Raúl
-Pero la última-Me dice poniendo los ojos en blanco
-Venga Samantha-Dice Alex-Elige entre...salir desnuda a pedir algo a la casa de los vecinos o ducharte con Raúl-Dice con cara de pícaro
-Si...mejor nos vamos a ducharnos-Digo corriendo hacia el baño
Raúl me coge del brazo y me para.
-¿No has dicho que una más? Ahora a cumplir, ¿que eliges?
-Venga vamos a la ducha-Digo poniendo los ojos en blanco
A Raúl se le cambia el gesto de la cara, está sorprendido por mi respuesta, como si hubiera pensado que escogería la otra opción pero obviamente prefiero eso antes que salir a la calle desnuda e ir a la casa de los vecinos a los que ni siquiera e visto aún.
Cuando entramos al baño Raúl comienza a quitarse la ropa, yo aún sigo con la ropa puesta, me da un poco de vergüenza desnudarme frente a él, cuando se da cuenta que sigo con la ropa puesta me habla.
-¿Te piensas duchar así?-Dice riendo
-No pero...me da vergüenza
-Pero que tonterías dices...
Se acerca a mi y comienza a quitarme la camiseta, sigue por los pantalones y antes de llegar a quitarme la ropa interior se para, se queda mirando un momento y me mira a los ojos...
-¿Te quitas tu eso mejor?
-Si, claro-Comienzo a quitarme el sujetador, miro a Raúl y me está mirando-Deja de mirar pervertido
Mira hacia otro lado y se mete en la ducha, después de él entro yo, cerramos la puerta y abro el grifo, cuando tengo el pelo mojado me echo champú y me lavo el pelo, Raúl me mira y cada vez se acerca más y yo me echo mas hacia atrás hasta que choco contra la pared, se sigue acercando y junta sus labios con los míos, sentimos como nos cae el agua encima, pasa su mano por mi mejilla retirando un mechón de pelo, la mano pasa de la cara al hombro, a la espalda y sigue bajando...se acerca más a mi, cuando nos separamos nos quedamos mirando a los ojos, ha sido increíble, no sabía lo que estaba sintiendo pero me ha encantado. Después de eso no hacemos nada mas, tan solo sostenemos las miradas mutuamente, ninguno dice nada, Raúl me sonríe, me vuelve a acariciar la cara y prosigue con la ducha normal.
Cuando salimos vamos los dos a su habitación, nos tumbamos en la cama y yo apoyo la cabeza sobre su pecho, me empieza a acariciar la parte baja de la espalda y siento como poco a poco me voy quedando dormida.