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De regreso a clases, todo parece un suplicio, ir a la Universidad y tener que verlo, luego de lo que paso, era un suplicio. Llego temprano, cuando entro al curso noto que hay dos compañeros más y está él con su laptop, cruzamos miradas e inmediatamente sigue viendo su laptop.

Estoy tentada a escribirle por instagram, pero recibo una llamada que me saca de mis pensamientos límites, que divertido.

Salgo del salón para contestar, sentándome en la acera del pasillo, llegan un par de compañeros más y veo que él se acerca también, se queda parado un par de pasos detrás de mí.

• SOS – escucho un muy desanimado Roger atrás del teléfono –
• Hey, ¿todo bien? – le pregunto, olvidándome que tenía un acechador –
• Todo mal – dice –
• ¿Qué paso? –
• ¿Podemos vernos? Creo que Sam va a terminar conmigo –

Siento que se me baja la presión y estoy aterrada. Mi familia y yo nunca fuimos tan unidos, no me refiero a que peleemos, más bien todos nos llevábamos bien, pero no había mucha confianza, era algo superficial lleno de amor. Cuando creamos este pequeño grupo de amigos, me sentí llena de amor y confianza y creí que sería eterno como una familia. Los primeros meses de relación entre Sam y Roger, tenía mucho miedo que saliera mal su relación y todo se quebrante… aquí estoy frente a mi pesadilla, pero sobre todo verlos sufrir a ambos.

• No sé qué hacer – escucho que se le rompe la voz y a mí el corazón –
• Voy para allá – digo –

Él cuelga y esta situación hay que manejarla con delicadeza porque no sé si los demás lo sepan, no sé qué pasó, no sé si Sam sabe que lo sé… era muy delicado. Cuando su relación salió perfecta, dándonos a entender que era duradero, todos nos relajamos y estuvimos enteramente felices por ellos. Me levanto y me acerco a Thomas quien seguía a unos pasos detrás de mí.

• ¿Hay algún taller hoy en clase? Tengo que irme y no quisiera perder nota –
• Solo daré clases, encargate que te digan la clase o te acercas a mi oficina y te doy un resumen – menciona, estamos mirándonos, voy a irme, pero me llama – Summer… ¿todo en orden? –
• Sí… no, bueno no se – digo y siento que mis ojos se llenan de lágrimas, mi corazón roto, más el de mi amigo, más la posible ruptura de mi familia elegida, me  estaba consumiendo – gracias por su comprensión –

Me voy al curso a recoger mi bolso para poder irme. Me voy de la universidad en un taxi al departamento de Sam y Roger. Cuando llegó entro con las llaves que tengo y todo está en silencio. Hasta que escucho un sollozo de Roger, camino a su cuarto y lo encuentro sentado en la cama llorando. Lo miro con pena sin entender que pasó. Como cualquier otra pareja solían pelear, pero lo mantenían siempre en privado… por eso la llamada fue desconcertante, solo llama cuando las cosas se salieron de control.

• Hola Bob Esponja – le digo –
• Hola Patricio – me dice desde su cama limpiándose las lágrimas, hace 4 años más o menos, me regalo unas pantuflas de Patricio y él tenía las de Bob Esponja.
• ¿Qué pasó? –

Vuelvo a llorar y no entiendo.

• Quiero casarme… - dice intentando calmarse – y se lo dije, pero me dijo que él no quiere eso y luego me dijo que “qué pensaría la gente nos llevamos 10 años, pensaran que soy un pedófilo” – dice imitando su voz con enojo - ¡como si lo que tenemos está mal! Y le dije que yo si me quería casar con él, después, que no me importaba, pero solo dijo que eso no iba a pasar… le pregunte que para que estábamos juntos entonces si se avergüenza de la diferencia de edad y se quedó callado.

Sam, patán.

• Tienen que hablarlo…
• ¡¿Cómo voy a estar con alguien que se avergüenza de la diferencia de edad a tal punto que prefiere no casarse?! Está esperando que algo mejor llegue
• No creo que sea eso – Me vuelve a interrumpir –
• ¿Entonces qué? – mueve las manos exasperadamente
• Te amo Roger, intenta calmarte, Sam te ama…
• Pero no tanto para querer casarse –
• ¿Qué piensas hacer entonces? – pregunto con miedo –
• Terminarlo o que me termine… a estas alturas solo quiero alguien que me ame tanto como yo a él  - y en serio me llegó directo al corazón la frase
• Él te ama, no creo que lo dudes, solo tienen que conversar y llegar a un acuerdo –
• ¿y si no? – pregunta y sus ojos se llena de lágrimas –

Lo abrazo y le digo que le haré un té. Cuando era pequeña y me dolía algo, siempre me daban té, nunca me hacía sentir mejor, pero de pequeña me hacía sentir intelectual y eso mejoraba mi ánimo, no sabía que más hacer. Roger me sigue a la cocina y se sienta en una mesita que tienen dentro de la cocina.

• ¿Qué ha pasado con tu profesor? – me pregunta –
• El día de la fiesta, me llevo a casa y se me escapo decirle que quería que él me hubiera visto en la fiesta de esa manera – Roger abre sus ojos hinchados y sonríe –
• ¿Qué te dijo? –
• Que yo había entendido mal las cosas, le dije que era una broma y me dijo que era imposible –
• ¿O sea que también le gustas?
• Nunca se dijo de esa manera tan clara – digo mientras pongo la bolsa de té en el agua caliente
• ¿Cómo se dijo? –
• Le dije algo como que no debería pensar en las alumnas así y él me dijo ni tú en los profesores…
• ¿Así como? – pregunta, moviendo las manos
• No sé – digo, pasándole el té –
• Los hombres mayores apestan – dice él enojado – no saben lo que quieren
• Pues lo tuyo es una relación, en la que de seguro llegarán a un acuerdo-

Escucho la puerta de la casa y veo que Sam entra por la puerta. Roger se tensa.

• Summer – me dice Sam irritado –
• Me voy – es lo único que digo –

Agarró mi bolso de la encimera y salgo.

Regreso a la universidad para mi otra materia. Y ninguno de mis dos amigos estaba aquí. Les escribo para  saber si vendrán y me responde Carol “estamos en la playa” y luego escribe James “luna de miel, larga”. Lo que me deja sorprendida. Les respondo “Ustedes dos ¿son novios?”. Carol me manda corazones y no escriben más. Puede ser real o una broma, así que no preguntare más. Al acabar mi clase, me dirijo a la oficina de Thomas porque mis amigos no estuvieron en la clase tampoco y, siendo sincera, porque quería verlo.