Eres como un imán, una energía suave que me atrapa con gran fuerza, eres paz, una que sólo puede ser recibida pocas veces, esa que observas en el hermoso y cálido atardecer.
Eres ternura, la misma que hace a mi corazón latir por momentos.
Lo nuestro no fue instantáneo, decir que lo fue es mentir, fue progresivo. Sabía que doleria enamorarme de ti, pero como buen masoquista entre en el abismo.
Siempre supe que no podía desear ser parte de ti, pero te pregunto ¿como no perderme en la infinidad de una simple caricia?
Me perdí, me deje perder en ese bucle al cuál no se le puede poner nombre, un sube y baja de emociones que intentó reprimir.
Siempre intentó terminar pero no se puede terminar algo que nunca se inició, aún asi eres, eres todo y nada.
Y aunque se que nunca decidirás por mi, espero dejar huella en ti.