Debo agradecerte cada momento, no por ser siempre pleno y feliz si no por la dicha de hacerme sentir.
Gracias a ti sé que hay esperanza, que puedo amar aún con el alma en llamas, aún con el dolor lacerante de no ser amada.
Poder volver a sentir ese torbellino de dolor y placer que nunca pensé experimentar otra vez.
El daño anterior era tan letal que creí jamás volver a enamorarme.
Pero verte feliz me hace infinitamente plena, aunque para mi fortuna siempre quiero más. Mucho mas de lo que tu puedes darme.
Y aunque nuestra historia tiene un mal final, igual debo dar gracias por la experiencia de volver a amar.
Por eso amor mío creo que es momento de dejar ir esa paz y tormento que me das.