Pensé Que Nunca Cambiarías

Capitulo 11

Ya estando cambiada con una falda negra cinco dedos arriba de las rodillas y blusa crema por dentro con unas sandalias, me fui a la planta baja y decidí ir a aquel lugar donde fui con Lily la primera vez que vine a este lugar.

Salí de la habitación y me dispuse a caminar.

Iba por el área de comida cuando un grupo de chicos empezó a silbar, no les hice caso solo seguí mi camino, más adelante estaban Arturo y Mike con otros chicos. Seguido Arturo me llamo y yo fui a donde se encontraban.

— ¿Adónde vas?—Preguntó Arturo.

—Estaré por allí. —Le dije señalando el lugar hacia donde me dirigía.

—Okey.

Le hice un gesto desabrido con una sonrisa a boca cerrada.

Seguí mi camino y Mientras caminaba pensaba en que no me agrada para nada la forma en la que me mira Arturo, me mira como con deseo y eso no me gusta pues es el novio de Lily, y últimamente le he tomado mucho aprecio. Finalmente llegue al lugar y procedí a sentarme en la grama.

Sólo contemplaba la vista pues me hacía falta despejar la mente de todo lo que estaba pasando.

Sentí unos pasos que se dirigían hacia mí así que decidí voltear a ver quién era, era Arturo.

Seguido se puso delante de mí y se arrodillo de manera que quedo a mi nivel.

— ¿Qué quieres?—Le dije tratando de no sonar fría.

—A ti. —Dijo el sin ningún tipo de dificultad, seguido me tiro a la grama.

— ¿Oye que te pasa?—Dije con el tono un poco alzado.

—Ya te lo dije. —Dijo mientras me sujetaba ambas manos a cada lado de mi cabeza.

—Suéltame. —Le dije mientras luchaba para liberarme de su agarre.

—No tengo por qué hacerlo. —Dijo mientras que besaba mi cuello

—Estas pasado de alcohol ¡suéltame!—dije sin parar de forcejear.

—No nena, simplemente quiero complacer el deceso que he tenido guardado. —Dijo mientras recorría mi pierna entrando su mano por la falda que tenía puesta.

— ¡Déjame!—Fue lo último que grité.

—Que está sucediendo aquí. —Se escuchó la voz de una chica a nuestras espaldas.

Al escuchar la voz, sin pensarlo dos veces yo gire hacia atrás y Arturo se quitó de encima de mí.

Luego de ver quien era mi corazón volvió a la normalidad

Pues era la hermana de Mike.

—Como que se estaban poniendo calientes de este lado ¿no?—Dijo ella picarona.

—No, que va, solo este pervertido que tenía planeado violarme o algo parecido. —Dije dándole un golpe en el brazo a Arturo.

—Ay ya ¿saben qué? Me voy. —Dijo Arturo frustrado mientras se ponía en pie.

—Ojo, que nada de esto salga de nosotros. —Dijo mientras se alejaba.

— ¿Oye que se traen ustedes dos, no que Arturo y Lily son novios?—Preguntó Carla.

—Sí pero sabes, lo de que él pretendía violarme iba enserio, no sabes de la que me acabas de librar.

–Oh, no es nada sabes que para eso estamos. —Dijo mientras me extendía la mano para que me pusiera en pie, la cual acepte.

—Vamos allí quiero presentarte a unas amigas.

—Vale.

Caminamos por el campus y llegamos hasta una mesa donde habían dos chicas.

—Hola chicas ella es Chanel. —Dijo señalándome.

—Hola Chanel. —dijeron las dos chicas que estaban sentadas en la mesa.

—Chanel, ellas son Samanta y Hana.

—Hola. —Dije un poco tímida.

—Oye suelta lo tímida y ven con nosotras, hoy nos vamos de antro. —Dijo Hana, ¿Será así de suelta siempre?

—Genial. —Dije mientras me sentaba en la banca.

—Cuenta más sobre ti. —Dijo Hana.

—No tengo nada que contar. —Dije bajando un poco la cabeza.

— ¿¡Y no tienes novio siquiera!?—espetó Samanta lo bastante alto para que todos a nuestro alrededor voltearan a vernos.

— ¿Quieres bajar la voz Sam? No todos se deben enterar de lo que hablamos. —Le reprochó Carla.

—Cierto, y no, no tengo novio.

—Qué extraño, se me hacía que estabas saliendo con Mike.

—No, solo somos amigos o al menos eso creo. —Dije haciendo una mueca de confusión.

— ¿Cómo que eso crees?—Preguntó Hana mientras que Carla y Samanta me miraban incrédulas.

—Pues, porque no me habla. —Solté sin más.

— ¿Como que no te habla?—Preguntó Carla fijando su vista aún más en mí.

—Así es. —Dije quitándole importancia para no parecer sospechosa.

"¿Sospechosa de qué? Chanel por Dios, contrólate no hay nada de que sospechar. (Todo está bien, todo está bien) solo respira, puedes lidiar con la pregunta que vendrá, tú puedes"

Me alentaba mi subconsciente.

— ¿Y por qué no te habla?— Preguntó Carla.

"Allí está, solo responde tú puedes"




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