— ¡Entonces lo besaste!—Dijo Lily con cara de asombro.
—Sí, eso hice.
— ¿Después de todo te gusta?—Preguntó esta vez con una ceja levantada.
—Sí.
— ¡Dios quien lo diría! Bueno era un tanto predecible pues todos pensaban que eran novios. —Dijo Lily.
—Sí, la diferencia es que no somos novios simplemente nos gustamos y ya.
—No importa pues por ahí se comienza, pero que pensara Charlie de todo esto
—No lo se—Mi celular me interrumpió.
Vi el número y era desconocido.
— ¿Hola?
—Hola Chanel. —Dijo Mike al otro lado de la línea.
— ¿Cómo conseguiste mi número?
—Ese no es el caso, te llamé para decirte que borrare el Facebook de Alexander y te mandé un mensaje en WhatsApp, agrégame.
— ¿Solo eso?—Le pregunté.
—No, también para decirte que te quiero mucho, adiós. —En ese instante apareció una sonrisa en mi rostro.
—Adiós. —Dije para luego cortar la línea.
— ¿Quién era?—Preguntó Lily sacándome de mi pequeño trance.
—Era Mike.
—Oh. —Expreso ella con una sonrisa a boca cerrada.
— ¿Qué?—Pregunté indefensa.
— ¿Qué dice?—Preguntó esta.
—Nada importante, pero al final me dijo que me quiere.
—Buen comienzo.
— Volviendo a lo de Charlie en realidad no sé cómo reaccionaria ya de por si no le agradaba que fuéramos amigos, menos le va a agradar que nos gustemos.―Hable
—Bueno, creo que pronto tendrás que decirle —Dijo ella
—Lo hare —le respondi.
Lo que resto del dia lo pasamos viendo películas.
***
Ya ha pasado parcialmente una semana desde que Mike me volvió a hablar. No lo puedo negar, se siente bien volver a hablar con él, me hace sentir bien, todos los días por la mañana al levantarme siempre cuento con esos buenos días de su parte, me hace tan feliz.
Es sábado, 6 de la tarde y estoy sumamente aburrida, me encontraba en la cama con los pies en la pared cuando mi celular sonó con un mensaje, al mirarlo me di cuenta que era de Mike.
M< ¿Quieres ir a la playa conmigo?
C<Sí ¿cuándo?
M<Ahora.
C<Okey solo déjame y me arreglo, ¿te parece?
M<Sí, sí claro, te esperaré en el parqueo.
En ese momento me dirigí hacia el baño me duche y al terminar me puse un traje de baño negro con bolitas blancas y enzima le puse un vestido azul claro, largo, con la espalda afuera y unas sandalias blancas, me dispuse a entrar en una cartera no muy grande una toalla y ropa interior.
Ya estando abajo eran como las 7.
—Hola. —Salude a Mike con un abrazo y un beso en la mejilla.
—Hola. —Dijo él totalmente concentrado en mí.
—Ya vámonos. —Le dije chasqueando los dedos y este al instante reaccionó.
Nos montamos en su auto, al fin llegamos a la playa y era hermosa.
Nos sentamos en la arena y empezamos a hablar de lo que se nos venía a la mente.
Narra Michael.
Acabábamos de llegar a la playa y nos sentamos en la arena. Hablamos de todo lo que se nos ocurrió mientras que yo meditaba en que hoy sería el día.
Ya llevábamos un tiempo siendo amigos aunque por ese estúpido juramento que hice le deje de hablar por un buen rato, pero enserio quiero recuperar todo el tiempo perdido, y que mejor forma que esta.
"Dios mío Chanel, si supieras todo lo que me provocas" pensé mientras que la miraba reír a carcajadas.
Narra Chanel.
—Me quiero bañar ¿vamos?— Le pregunté luego de salir de un ataque de risa.
—Claro que sí, vamos. — Dijo él.
Nos paramos, ya estando en pie desate los tiros del vestidos y lo deje caer en la arena, Mike imito mi gesto y se quitó el polo que traía puesto, lo dejo al lado de mi vestido e hizo lo mismo con su pantalón quedando solo en bóxer, tenía un cuerpo bien trabajado.
Nos metimos a la playa y ya estando más o menos algo profundo me sumergí y luego subí ya con mi cabello mojado el solo me observaba
— ¿Que pretendía hacer señorita?—Preguntó con la sonrisa pícara que tanto me encantaba.
Abrí mis ojos como dos platos y le respondí.
—Nada. Pervertido. —Le acuse haciendo pucheros y cruzando los brazos.
—Yo no he dicho nada, solo pregunté, así que la pervertida eres tú. —Dijo este sonriendo.
— ¡Oye es trampa!—Dije salpicando agua en su rostro.
—No, no lo es. —Dijo repitiendo mi movimiento.
De momento comenzamos una guerra de agua llena de carcajadas mías.
Me di la vuelta para evitar que el agua se me entrara a los ojos y sentí sus manos en mi cintura por debajo del agua, paré de echar agua y me giré lentamente para encontrarme con esos ojos azules que tanto me encantaban, su pelo estaba hacia adelante y este mismo goteaba por su rostro yo solo lo miraba sin decir ni una palabra, el rompió mi trance con las siguientes palabras.