Me sorprende como pasan los días parece que fue ayer que estaba varada en medio de la nada junto a Mike pero no, no ha sido ayer ha pasado todo un mes después de aquel suceso, estoy dolida y furiosa pues tengo muchas tareas que hacer debido a que cuando Mike estaba en coma falte mucho a clases. —Solté un suspiro y seguí con mis pensamientos.
Todo tendrá recompensa lo sé.
—Ay Chanel has escuchado lo que te dije. —Dijo Lily chasqueando los dedos en frente de mi rostro.
—Sí, si te he escuchado. —Dije dudando un poco de lo que decía.
—A ver ¿qué te he dicho entonces?
—Que la raíz cuadrada de 4 es 2. —Dije súper confusa, no había escuchado nada de lo que dijo.
— ¿Que estás diciendo Chanel? Esto es física lo olvidas. —Dijo ella señalando el libro en la mesa.
—Perdón es que ya estoy cansada. —Dije para luego tomar el reloj y ver la hora, efectivamente ya eran las 11. —Lily tenemos 5 horas sentadas en la biblioteca vamos a descansar y comer algo que muero de hambre.
—Está bien, yo igual estoy muerta ya siento que no tengo trasero la silla me lo ha aplastado. —comentó Lily mientras que se ponía en pie.
Empezó a recoger sus pertenencias y yo igual.
Luego de terminar nos pusimos en marcha hacia la habitación.
—Oye como que se me antoja una pizza de pepperoni con extra queso. —Dije mientras que nos sentábamos en el sofá
—Vaya ocurrencias las tuyas pedir pizza a esta hora.
—Ándale sé que tú también quieres. —Dije acostándome en sus piernas, de modo que mi oído quedaba pegado de su estómago.
—Pues fíjate que no. —Al instante su estómago rugió y yo le dije.
—Tu estómago dice lo contrario. —Acompañado de una sonrisa victoriosa.
—Anda llama ya que me muero de hambre.
Tomó el teléfono mientras que yo empecé a desnudarme y cuando ya estaba envuelta en la toalla para ir al baño Lily me miro diciendo.
—La traen en 15.
—Genial, mientras estaré en el baño.
Dije para luego desaparecer por la puerta del mismo.
Me entré a la ducha y mi cuerpo se empezó a relajar con las gotas de agua que caían sobre él, lave muy bien mi cuerpo para luego salir y envolverme en la toalla.
Escuche que tocaron la puerta, de seguro ha de ser mi maravillosa pizza, amo la pizza en especial la de pepperoni con extra queso, solo de imaginarla ahí en mi mesa se me agua la boca.
Salí despistada del baño en busca de mi pizza.
—Oye Chanel a que no adivinas.
— ¿Qué pasa?—Dije sentándome en el sofá al frente de la televisión.
—Hoy tienen un especial de dos pizzas al precio de una.
Grite de la emoción y le dije.
—Ya ven que moriré de una hemorragia hambruna.
—Eso ni siquiera existe. —Dijo ella mientras se dirigía con las dos cajas de pizza a donde yo estaba.
Estando sentada a mi lado me dijo.
—No creo que nos comamos las dos pizzas, porque no llamamos a los chicos para que vengan.
—Lily, estas consiente de que son las 11:30 cierto.
—Sí.
—Has lo que quieras yo sólo seré feliz con mi pizza. —Dije tomando un pedazo de pizza.
Lily tomó su celular y le marcó a Arturo y en unos minutos estaban en nuestra puerta ya me había comido dos pizzas y Lily todavía no probaba bocado.
Los chicos entraron y no me fijé en Arturo pues se me importa un comino lo que tenga puesto, sólo mire a Mike y tenía unos pantalones de pijama con cuadros y un polo blanco ajustado al cuerpo, no puedo negar que se veía sexy.
Se sentaron a nuestro lado y Arturo dijo.
—Por qué no nos han esperado para empezar. —Dijo al ver que faltaban dos rebanadas.
—Yo si lo he hecho amor. —Dijo Lily.
—Lo siento pero tenía hambre y amo la pizza.
Mike sólo río al ver mi gesto y todos empezamos a comer tranquilamente.
—Chicos. —Dije.
— ¿Qué pasa?—Dijo Lily mordiendo un pedazo de pizza.
—Hemos olvidado algo. —Dije tomando otro pedazo, creo que era el cuarto, vaya que tenía hambre.
— ¿Qué?—Preguntó Arturo mordiendo la última parte de la pizza.
—La bebida.
—Oh, esperen ya vengo creo que en la habitación tenemos soda. —Dijo Mike poniéndose en pie, desapareció por la puerta y no tardó mucho en volver con cuatro sodas en mano.
Terminamos de comer y sólo estábamos sentados en el sofá, yo abrazada con Mike y Lily con Arturo.
—Chicos juguemos algo. —Dijo Lily para romper el silencio que había en nosotros.
— ¿Que tienes?—Preguntó Mike.
—Monopolio y twistter
Todos optamos por monopolio, nos sentamos en el suelo alrededor de la mesa y ahí estábamos, eligiendo nuestras fichas.
—Yo quiero el carro. —Dijo Arturo y al instante tomo el carro.
—A ver... yo quiero el sombrero. —Dijo Lily y al igual que Arturo lo tomó.