Capitulo24

— ¿¡Qué!?—Dije casi atragantándome con el taco que casi terminaba.

—Sí, es que ya han pasado dos meses que no me baja.

Yo solo me quede mirándola un tanto pasmada y ella continuó diciendo.

—Tengo mucho miedo Chanel, un bebé es lo último que quería en este momento, tendría que dejar la universidad y no quiero eso. —Dijo casi al borde de las lágrimas.

—Tranquila, seguro que es un retraso algo totalmente normal ya verás no te preocupes.

—Es que no es fácil Chanel, siento que la angustia me come por dentro.

—Okey para salir de dudas mañana a primera hora iremos al doctor, ¿te parece?—Dije intentando calmarla un poco.

—Está bien. —Dijo ella sin rodeos.

— ¿Arturo está enterado de la duda que tienes y sobre qué tienes un retraso?—Dije esto último bajo pues estábamos en un lugar donde había mucha gente.

—No. —Dijo esta y bajo la cabeza.

—Opino que deberías de comunicarle todo pues es tu novio y no puedes ocultarle algo de esa magnitud.

Ella solo asintió y enseguida vi a Carla acercándose a nosotras.

—Ya cambia la expresión que se acerca Carla.

—Hola chicas. —Dijo Carla sentándose en la mesa, al instante apareció Mike le susurró algo y se retiró.

Qué raro y no me ha saludado, Carla interrumpió mis pensamientos diciendo.

—Chicas lo siento me tengo que retirar. —Dijo y enseguida se retiró de la mesa.

Lily y yo nos miramos confusas y luego miramos a Carla hasta que se perdiera de nuestra vista.

Narra Michael.

Vi que Carla se dirigía hacia la mesa donde estaban Lily y Chanel ya hace rato, inmediatamente Carla se sentó me dirigí a ella y le susurre al oído.

—Código rojo. —Y enseguida me retiré caminando al mismo lugar donde siempre nos encontrábamos.

No duré mucho en el parqueo y enseguida ella apareció.

— ¿Y?—Preguntó ella una vez en frente de mí, di la vuelta hacia el asiento del piloto y le dije.

—Súbete. —Ella hizo lo que le había pedido y una vez adentro me preguntó.

— ¿A dónde iremos esta vez?—Dijo poniéndose el cinturón.

—A mi departamento. —Le dije y enseguida puse el auto en marcha.

El camino no fue para nada largo pues mi departamento quedaba a solo 5 minutos de la universidad, ya estando en el edificio entramos al departamento y nos sentamos en el sofá.

— ¿Y bien?—Preguntó ella mirándome fijamente, pues le había dicho código rojo y es algo súper importante cuando se usa el código rojo (cosas de hermanos)

—Me quiero casar. —Dije sin rodeos.

— ¿Estás loco o qué?—Dijo ella asombrada.

—No, no lo estoy simplemente me quiero casar. —Le dije sin ningún tipo de dificultad.

—Espera. —Dijo ella e hizo una pausa para luego continuar diciendo. —cuando le dijiste a Chanel que cuando se casaran y todo eso ¿hablabas enserio?

—No exactamente pero luego he pensado y decidido que quiero pasar el resto de mi vida al lado de ella. Por cierto ¿qué te ha dicho ella sobre eso?

— ¿Fue cuando te dieron de alta cierto?

—Sí, ya habla, ¿qué te dijo?

—Nada en especial, solo dijo que la querías besar sin antes lavarse los dientes y que ahí fue donde optaste la frase que te dije antes, todavía no entiendo por qué te gusta besarla así con mal aliento y todo.

—Eso es lo que pasa, es que no le apesta la boca ni nada, es una ventaja.

—Oh que interesante la vida te ha premiado con alguien como tú.

—Al parecer, pero ese no es el caso. —Dije para cambiar de tema y volver a dónde empezamos. —Me quiero casar con Chanel y no sé cómo proponérselo ¿me ayudas o no?—Dije haciendo una pausa dándole tiempo a que decidiera que iba a hacer.

Finalmente optó por ayudarme.

Nos pasamos toda la tarde en eso lo que me proponía me parecía una maravilla pero había un solo problema no tenía ni la menor idea de cuándo o dónde lo haría.

Y tendría que buscar un empleo por lo menos de medio tiempo para poder comprar el anillo.

Finalmente lleve a mi hermanita al campus y recogí a Chanel ya que se había venido acá conmigo y su auto está en casa.

— ¿Me puedes decir por qué tanta prisa de hablar con Carla?—Dijo Chanel una vez en el auto.

—Nada importante. —Mentí pues en realidad lo era todo, creo que lo más importante que me he propuesto en la vida. Sí, lo más importante en toda la vida.

Ella solo asintió y en menos de lo que canta un gallo ya estábamos en el edificio.

—Amor te dejaré descansar un poco, imagino que has de estar agotada con todo lo que ha sucedido hoy. — ¿Qué había sucedido hoy? no lo sé pero necesitaba estar solo para cuadrar como sería la propuesta de matrimonio.

Lo sé estoy loco, pero loco de amor por ella.