Capitulo 27

Me puse a correr envuelta en lágrimas, no sé a dónde pero lo hice.

Ahora me encontraba en la carretera, me hice a un lado. Estaba muy de malas, pero no quería morir.

Me senté con la espalda pegada a un árbol mientras miraba la carretera totalmente despejada y empecé a pensar en todo lo que había sucedido.

"Mike me dejo"

Me repetía mi mente una y otra vez.

No podía parar de llorar, era como un puñal que traspasaba mi corazón.

—Michael eres una mierda. —Dije a todo pulmón, estaba en la carretera y nadie podía escucharme.

Mi teléfono empezó a sonar era Lily

—Hola. —Dije un poco apagada, y esta pareció notarlo pues enseguida me pregunto.

— ¿Qué te pasa?

—Prefiero hablar en persona, ¿vienes por mí?

—sí, si ahora voy a tu departamento, no tardo.

—No estoy en casa. —Dije sonándome la nariz y mordiendo mis labios para no llorar.

—Entiendo, ¿Es por Mike cierto?

—Sí. —Dije e inmediatamente rompí a llorar.

—Ya nena no llores, dime dónde estás, voy de camino.

—No sé exactamente, pero estoy a las afueras de la ciudad.

—Okey allí te veo.

Colgué la llamada, seguro Lily se tardaría un montón pues estaba a las afueras, y para llegar a la ciudad le tomaba 2 horas creo que más.

Seguía allí tirada pensando en por qué Mike sería la excepción entre todos los demás chicos que he rechazado, podía ser parte del montón no más, ahora me arrepiento de haber anhelado todo este tiempo tener a alguien, estar con alguien. La vida es una basura. ¿Por qué Mike por qué?

¿Por qué tuviste que aparecer en mi vida?

¿Para hacerme sufrir?

—Te odio, te dio, te odio. —Dije con los dientes apretados y al instante de haber terminado escuche una voz femenina que me decía.

—Tranquila, ya estoy aquí.

Que rápido a llegado, no me he dado cuenta cuando ha parqueado el carro.

Levanto la mirada y me encuentro con Lily.

No esperé a que hablara y o dijera otra cosa, y al instante me abalancé sobre ella.

—Lo odio Lily, lo odio. —Le dije aún sin romper el abraso.

Me separé de ella, no dijimos nada y solo nos montamos en el auto, todo el camino fue en completo silencio hasta que llegamos a mi casa.

Entramos y nos centramos en el sofá de la sala.

—Dime con más claridad, ¿qué fue lo que pasó?

Le comente todo con lujos de detalles, hasta de cuando lo cite en la cafetería. Esta solo me escuchaba atentamente y asentía unas que otras veces.

—Chanel, no creo que sea un adiós, sino un hasta luego, tu historia con Mike no termina aquí, yo lo sé más que nadie. Él te ama muchísimo, solo es que está reviviendo viejas heridas que necesita tapar nuevamente.

—Lily es que no puedo estar todo el tiempo en lo mismo, ¿hasta cuándo va a ser todo esto? Simplemente es que ya no puedo.

—Solo dale tiempo como te lo pidió, ya verás que cambiará.

—Pienso que nunca cambiará ¿sabes?—Dije esto último tirándome, a sus piernas. Mientras que me pasaba el monto por la cabeza me quede dormido.