Pensé Que Nunca Cambiarías

Capitulo 31

 

El vuelo no duró más de lo esperado y ya nos encontrábamos en Perú, salimos y cogimos el primer taxi que encontramos que nos pudiera llevar a la ascienda de la abuela. Era un lugar amplio. Siempre de niña me gustaba ir allá y ahora de grande no sería la excepción. Tenía mucho que reflexionar, sobre todo lo que me había dicho Mike de que lo perdonara.

¿No correré el mismo riesgo de todas esas veces?

¿Si lo perdono cambiará?

Bueno en realidad lo extrañaba mucho así que pensare mucho, este viaje solo lo tomaré para meditar.

—Aquí es. —Dijo el taxista deteniendo el auto.

Le pagamos entre todos pues del aeropuerto a la ascienda era un dineral.

Ya estando ahí nos recibieron los trabajadores y tomaron nuestro equipaje para llevarlos a la habitación correspondiente.

—Señorita Chanel, ¿su habitación será la de siempre?—Preguntó el señor que regaba las plantas y yo le respondí.

—Si Leo, en la de siempre.

—Mi niña. —Dijo mi abuela saliendo con los brazos abiertos hacia mí.

— ¡Abuela!—Le dije caminando hacia ella y envolviéndola en mis brazos.

—Pero mira que grade estas. —Dijo ella tomándome de las manos y mirándome completa.

Yo solo reí y ella miró a Lily y Arturo que se encontraban detrás de mí admirando la escena.

—Hola Mayra. —Dijo Lily con un poco de timidez a lo que mi abuela respondió.

—Hijita, no te quedes ahí y ven a darme un abrazo. —Eso hizo Lily y luego Arturo le siguió.

La abuela no conocía a Lily pero las personas como ella son tan sociables.

Entramos a la casa, Arturo y Lily se fueron a su habitación, la abuela y yo nos fuimos a caminar por la ascienda.

— ¿Y tu madre cómo está?—Preguntó ella mientras que caminábamos.

—Está bien, estuve hablando con ella antes de venir acá.

—Me dijo que viene mañana.

—Sí, me lo ha dicho horas antes de venir.

Seguimos caminando y mi abuela sólo miraba mis gestos. Llegamos a un lugar en donde había un pasto hermoso, así que decidí sentarme allí al igual que mi abuela junto a mí.

— ¿Te pasa algo Chanel?—Dijo ella y enseguida no me limité a responder.

—Si abuela, estoy destrozada. —Dije y baje el semblante enseguida.

—Que paso mi niña. —Dijo sobando mi espalda.

—Es que mi novio no tuvo una niñez muy bonita, pues su mamá...—Empecé a contarle todo lo que había sucedido aquella noche con Mike.

Narra Michael.

—Carla necesito un favor tuyo urgente. —Le dije entrando a su habitación. Carla se había mudado conmigo hace ya una semana.

— ¿Que paso ahora?—Dijo está incorporando su cuerpo en la cama.

—Recuerdas que te había hablado sobre que me quería casar con Chanel y todo eso.

—Sí, si lo recuerdo. Pero el plan se te ha dañado pues primero tienes que hacer que te perdone, y eso no lo veo fácil.

—Ahí está el asunto, ya estoy trabajando en eso, y me dijo que lo pensaría.

— ¿Y todo eso en que me involucra a mí?—Preguntó incrédula.

—Ella está en Perú, en la ascienda de su abuela, quiero que la llames y te inventes una excusa para ir. Ya te compre el pasaje, así que no te preocupes por eso.

Esta abrió los ojos como platos y me dijo.

— ¿Estás loco?

—Por favor, hazlo por tu hermano.

—Lo haré pero que conste, no perdonare tu idiotez de romperle el corazón así de la nada a la pobre Chanel.

Hay si supieras la madre que tienes hermanita, me entenderías tan bien, pero descuida, yo me encargaré de que nunca conozcas esa parte de Marta.

—Gracias, te quiero mucho. —Dije dándole un beso en la frente, y saliendo de la habitación decidida a dejarle un mensaje de texto a Chanel.

Narra Chanel.

—Así pasó todo. Pero en realidad no puedo entender el porqué de dejarme ya después de un año de ser novios.

— ¿Te pidió perdón o algo por el estilo?—Preguntó ella mirándome fijamente.

—Sí, momentos antes de ir al aeropuerto monto todo un plan para que quedáramos solos y allí pedirme perdón. —Dije y no pude evitar soltar una pequeña risa.

— ¿Y qué le dijiste?—Preguntó ella con mucha calma.

—Le dije que lo pensaría y enseguida salí de allí.

Mi celular sonó con un mensaje.

Le hice una seña a mi abuela para que me diera un minuto.

Lo que vi me sorprendió, pues hacía ya tiempo que un mensaje de Mike no llegaba a mi celular. Decidí verlo y lo que leí me sorprendió aún más.

M<Mi vida, mientras piensas, me aseguraré de hacer todo lo posible para que la respuesta final se une sí. Te amo.

—Es él. —Le dije a la abuela mientras que le pasaba el celular para que leyera el mensaje. Esta lo leyó y sonrío para luego decirme.




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