Pensé Que Nunca Cambiarías

Capitulo 1

Flashback

Abrí los ojos acompañada de ese ruido molesto tan familiar que cobraba vida cada mañana a las 6:00. Lo deje sonar hasta el cansancio como siempre solía hacer. Mientras que miraba el techo repasaba todo lo que tenía que hacer hoy.  Mire el reloj a mi lado que marcaba las 6:01 y espere por la voz de mi madre.

3...2...1

— ¡Chanel, ya sal de la cama y  apaga el despertador! —

y ahí está.

Sali perezosamente de la cama y enseguida me meti al baño, sin pensarlo mucho me di una ducha y cepille mis dientes. No era del tipo de persona que solía preocuparse mucho por su imagen a la hora de ir a clases, así que simplemente me vestí con la primera prenda que encontré. Sali de la habitación dando una mirada rápida al reloj que se ajustaba en mi muñeca. Todavía tenía tiempo a desayunar.

Una vez en la cocina vi a mi madre quien preparaba el desayuno.

— Buenos días mamá, ¿cómo amaneces? — Le di un beso y enseguida fui a la nevera en busca del jugo para servir a ambas.
— Bien cariño, ¿y tú?
— Podría decir lo mismo. — Al instante mamá me pasó un plato con las tostadas y se sentó a mi lado en el desayunador.
— Hoy llegaré tarde, me toca guardia. ― Hablo mamá luego de estar sentada a mi lado por un rato.
— Entiendo... — dije dándole las últimas mordidas a mi tostada.
— Te dejaré algo de comer en el microondas así solo calientas cuando llegues de la escuela.
— Vale, gracias. — mire el reloj por enésima vez en esta mañana y ya era hora de salir. — te amo mucho mamá. Mañana te veo.

Le di un último beso en la frente y enseguida salí de casa. Al instante de poner los pies en la acera me coloque los audífonos y  me dirigí a la parada de autobuses con el fin de esperar.

Luego de que el autobús llego no duro mucho en la carretera, pues en autobús la escuela no quedaba tan retirado. Al llegar, no hice más que saludar a un grupo de amigos. Luego de estar parada allí por algunos cinco minutos y ser completamente excluida de la conversación pasee la mirada por el patio del colegio con el fin de encontrar a mi mejor amigo. Y no, no estaba. Últimamente estaba algo desaparecido, sabrá Dios en que menesteres andaba. Volví mi mente a la conversación que tenían mis amigos ahora y aún seguía excluida, trate de integrarme aportando algo en la conversación, aceptaron ese algo pero no a mi. me di por vencida y finalmente me escurrí entre ellos para ir al salón de clases y como siempre ni se percataron de mi ausencia.

El tiempo pasó rápido y ya era receso, todos hablaban sobre las vacaciones y sobre qué harían, yo solo estaba a la mesa comiendo con mi grupo de amigos mientras que estos hablaban sobre alguna fiesta a la que fueron el fin de semana pasado.

Pasee la vista por el lugar una vez más en busca de mi mejor amigo y esta vez sí lo encontré, este estaba hablando con una chica que desde hace un tiempo para acá le gustaba.

Al ver que le llamaba con la mirada, dio a la muchacha un pico y se dirigió a mí.

Antes de que este llegara me puse en pie y me dirigí a él.

— ¿Que fue eso? — Pregunte refiriéndome al beso que este le acababa de dar a la chica

— Nada. — Dijo este haciéndose el divertido

¿Ah no? — Pregunte cruzándome de brazos. ― ¿Cuándo planeabas decirme que estabas saliendo con ella?
—Ha sido ayer, no hemos tenido mucho tiempo para hablar que digamos. Ayer, luego de que te deje en casa le pedí que fuéramos al cine.

― ¿Al cine? ― interrumpí con mirada picara.

― ¡Dios Chanel! Que imagen mía tienes. Juro que no hice nada. Me importa mucho ella. No quiero arruinarlo. ― sonreí satisfecha y luego hable.

― Vale, te creo. Continua.

― Gracias. Fuimos al cine. ― Hizo énfasis en la palabra cine y continuo. ― y pues hoy ves los resultados — Dijo este con una sonrisa coqueta.

― ¡Vaya! Por fin. ― Dije bastante feliz mientras que golpeaba suavemente su hombro.

― Ven, quiero que te conozca. No vaya a pensar luego que la engaño contigo. ― Ambos reímos con ganas al mismo tiempo que la campana para entrar a clases sonaba.

― Será luego, tenemos tiempo de más. Ahora hay que volver a clase.

Luego de entrar las horas pasaron sumamente rápido.

Ya estaba de camino a casa hablando con Daniel. nos pasamos el camino completo hablando sobre Alicia.

Al llegar a casa un ruido en la cocina llamo mi atención, mamá estaría de guardia hoy lo que significaba que hoy no estaría, entonces quien estaba en casa.

Me aproxime a la cocina sin hacer ningún ruido y quien estaba allí al final de cuentas era mamá, la mire extrañada y prosiguió a decir.

― ¿Qué haces aquí, no que tenías que hacer guardia?

― Si, efectivamente, pero tu padre llamo.

Al instante todos mis sentidos se pusieron en alerta. Papá no era alguien muy mencionado en casa, pero sorprendentemente cada vez que era mencionado lo que venía detrás no era bueno.

― ¿Qué pasa? ― Pregunte sabiendo que algo feo se venía.




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