Pequeña estrella fugaz.

Capítulo 31.

 

Salí corriendo del contenedor y vomité; como pude saqué mi teléfono y llamé a Alex; este contestó al tercer tono.

- ¿Eli? ¿Estás bien? -Preguntó un tanto adormecido.

- ¡Esta muerta, Alex! -Grité- ¡Muerta! -Me tiré a llorar, mi respiración se entre cortaba y mi cuerpo empezaba a entumirse.

- No, Eli; Vanessa está bien, escúchame…

- ¡Esta muerta! -Volví a gritar- ¡Acabo de ver su cuerpo! -Alex se quedó callado y me pidió la dirección, yo se la di.

Escuché como se ponía de pie y salía de su departamento; me pidió que me quedara en la línea, y así lo hice hasta que perdí la señal. Volví a entrar al termo y terminé de desatar el cuerpo de Vanessa.

Me aferré a este y seguí llorando aferrada a ella; su cuerpo estaba completamente frio y un tanto rígido. Su ropa estaba destrozada, tenía tan solo unos jeans desgarrados y su chamarra se encontraba rota y desabrochada. No me imaginaba lo que debió de haber sufrido todo ese tiempo.

- No podré hacer esto sin ti -dije con un hilo en la voz-; tú eras mi pilar, mi motivo de seguir existiendo, y luz y esperanza… y ahora que te has ido no tengo nada. Lamento que hayamos peleado en nuestro ultimo momento juntas, lo que pasa que jamás pensé que ese iba a ser nuestro ultimo momento juntas; no debía de ser así. -Me encontraba llorando sin control, esperaba sentir su caricia en mi espalda, que me dijera que todo iba a estar bien y que todo esto era un mal sueño… pero eso no pasó.

Alex llegó con los oficiales media hora después, me separaron de su cuerpo entre gritos y lamentos; golpeé a Alex por haberme separado de ella, me encontraba muy histérica, así que solo sentí un pequeño pinchazo y todo se empezó a poner muy nublado, mis ojos se cerraron y lo ultimo que vi fue cómo se llevaban el cuerpo de Vanessa en una ambulancia.




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