La madrugada fue divertida, seguimos jugando, cantando y bailando todo el tiempo. Me debatía entre buscar a Vanessa o no hacerlo. La busqué con la mirada todo el tiempo, pero, cuando la veía ella estaba con Jack y nunca sola.
Hacía tiempo que había dejado de beber, solo para poder apreciar el espectáculo que daban los demás; algunos por tan intoxicados que estaban, vomitaban en las esquinas, unos otros se reían por la más mínima cosa, otros bailaban descalzos sobre y las mesas; dando un gran espectáculo. Estaba por irme, podía omitir el “verdadero” grito o verlo por una transmisión en vivo desde alguna aplicación; pero, entonces vi a Vanessa en una mesa de fondo sola.
Me ordené salir del salón e irme al campus, pero mis pies tuvieron otra idea, cuando reaccioné me estaba dirigiendo a ella. Al verme embozó su tan característica sonrisa, como siempre, su sonrisa fue contagiosa, provocando que yo hiciera lo mismo.
−Hola, toma asiento. −Me dijo señalándome una silla que estaba a su lado.
Tomé asiento y me llevé las manos a la cara para frotarla, sentí mis párpados cansados; sin duda alguna tenía que dormir.
−¿Te la estás pasando bien? −Preguntó poniendo su mano en mi hombro.
Asentí con un ligero movimiento de cabeza y un gemido de aprobación.
−¿Y tú? −Giré mi cabeza hacía ella y… Dios, las luces tenues hacían un maravilloso efecto en su piel. Parecía que su piel brillaba ligeramente… lucía completamente hermosa. Pero, inmediatamente maté todos esos pensamientos y levanté una ceja ante su silencio.
−Sí, todo es muy maravilloso −empezó a acariciar mi cabello, causando que recostara la cabeza en las palmas de mis antebrazos y cerrando los ojos−, aunque creo que todos ven solo como una noche para beber hasta que ya no puedan.
−¿No es ese el punto? −pregunté con cierta ironía en mi voz.
−No −soltó una pequeña risa y suspiró−. En casa, nos reuníamos con mi abuela, comíamos, adornábamos la casa e íbamos a la plaza en donde suelen hacer la ceremonia. Posteriormente volvíamos a la casa y la pasábamos juntos.
−No suena un tanto… ¿aburrido?
−El punto no es hacer una gran fiesta, sino pasarla en familia, con tu raza, y valorar la libertad de la que gozas hoy en día −hizo una pequeña pausa−, bueno, mi país…
−Sí, sí, pero esta no es una clase de historia −dije volviendo a incorporarme, retiró su mano de mi cabeza y la llevó debajo de la mesa.
−¿Qué pasó con Leah? La última vez que la vi lo estaba dando todo en el karaoke. −Ambas reímos ante el recuerdo.
−Le dije a su novio que viniera por ella, ya había bebido lo suficiente.
Novio de Leah, Nikolay. Jack, novio de Vanessa.
Ese pensamiento me trajo de nuevo a la Tierra y con ello, a mi verdadero objetivo.
−Así que… dime ¿empezaste a salir con Jack?
Noté como se empezaba a ruborizar y a jugar con sus manos debajo de la mesa, abrió la boca para decir algo, pero se arrepintió.
−Eso parece, todo pasó muy rápido. Ya tenía tiempo insinuándome cosas… pero el sábado que volví al campus… me lo encontré y hablamos, una cosa llevó a la otra y, al parecer tenemos una relación. −Terminó volviendo la vista a mí con una gran sonrisa.
−Y dormiste con él. −Mierda, no pude evitarlo.
Su expresión cambió totalmente, esa linda sonrisa se esfumó y se convirtió en una de enfado total.
−¿Me estás vigilando? Y si así lo hiciera, ¿qué tiene? ¿Por qué te importa?
−No, no, es eso. Es solo que…
−Vanessa −ambas dirigimos la vista hacía quien habló y frente a nosotras se encontraba Jack con los brazos estirados y con una amplia sonrisa−, querida, ¿qué haces aquí? Únete a la fiesta.
La tomó de la mano y le ayudó a ponerse de pie. Mi mirada estaba fija en él, estaba furiosa, sabía qué hacía eso solo para molestarme. Me miró de reojo con indiferencia hasta que Vanessa estuvo a su lado.
−Querida Eli, ¿cómo estás? ¿La estás pasando bien?
−Eso no es de tu inconveniencia.
−¿Lo ves cariño? Trato de llevarme bien con ella, pero no coopera. −La tomó por la cintura y la pegó a él, depositándole un pequeño beso en la nuca. Mientras yo seguía viéndolo con furia.
−¡Jack! ¡Regresa! −gritó un chico desde el otro lado del salón con un vaso en la mano. Este le gritó que le diera un momento y se giró con Vanessa con una sonrisa.
−Jack, preferiría quedarme con Eli, su amiga se fue y no creo que esté bien que pase la noche sola.
−Cariño, van a dar las cinco de la mañana −forzó una sonrisa y su mandíbula se tensó−. Pero está bien, si necesitas algo, solo dilo.
Vanessa asintió y le besó la mejilla. Jack volvió con el chico y Vanessa se volvió a sentar a mi lado. Permanecimos en silencio por un rato mientras yo jugaba con una servilleta que se encontraba en la mesa y ella jugaba con sus manos.
−Creo que el novio de tu amiga es un buen sujeto, dejar que su novia venga a una fiesta toda la noche y ponerse así y que él no haya hecho un escándalo… creo que habla bien de él. −Solté una sonrisa se formó en mis labios aún sin verla.