Pequeña estrella fugaz. (corregido)

Capítulo 14

Volvimos el lunes por la mañana. Le había suplicado a Alex que llegáramos a la escuela después de las siete, él creyó que era porque tenía sueño, pero era por la misma razón que evitaba estar e ir a ciertas horas a diversos lugares; y era para no encontrarme con Vanessa.

Al llegar al campus me despedí de los tortolos enamorados y fui directo a mi salón para tomar mi examen. Había tratado de estudiar lo suficiente para ese examen, aunque, para ser sincera, no hacía falta, ya que las matemáticas eran uno de mis fuertes y este examen era de cálculo tres. Fui de las primeras en acabar mi examen, así que salí del salón y me dirigí al edificio de habitaciones. En el camino me debatía entre dormir con Leah o Vanessa. 

Cuando pasé por la recepción, vi a Jack y a Vanessa junto con un grupo de sus amigos; ella estaba sentada sobre sus piernas y la mano de Jack estaba en su trasero. Pensé en acercarme a ellos, pero, si Vanessa estuviera incómoda, pondría un alto, ¿no? Tenía un carácter muy fuerte y decidido, así que me tragué el orgullo y seguí mi camino. 

Y en ese momento tomé la decisión de dormir con Leah. 

Llegué a su habitación y toqué a la puerta, no tuve que tocar dos veces para que ella abriera. 

−Eli, ¿a dónde fuiste? −Preguntó mi amiga al verme−. Vamos, entra. 

−Perdón por irme así −entré a la habitación y me dejé caer en la cama que había estado usando−, es solo que mi hermano necesitaba un favor, así que hice el trabajo de Lizzi por un día. 

−Ah sí, tú y Vanessa por todo el campus como buenas amigas −ensanchó su sonrisa y yo le devolví la sonrisa−, fue un gran rumor este fin de semana −se recostó a mi lado y soltó un suspiro−.  A Jack le molestó eso. 

− A Jack todo le molesta. 

−Creo que esta vez fue serio, los vi discutir. −Me incorporé de golpe y miré a la pelirroja. 

−¿Crees que le haya hecho algo? Quiero decir, que la haya insultado, amenazado o hasta golpeado −pensar que Jack le haya podido hacer algo a Vanessa… Hizo que la sangre me hirviera−. Te juro que si le puso un dedo encima…

−Hey, tranquila −se incorporó a mi lado y me acarició la espalda−.  Sé que, si Jack le hubiera intentado hacer algo a Vanessa, ella no lo toleraría y lo dejaría sin más. −Asentí ligeramente y volví a dejarme caer en la cama−.  Será mejor que nos concentremos para los siguientes exámenes. 

 

Los dos siguientes días estuve en el cuarto de Leah, mi rutina era prepararme para los exámenes y hacer entrega de mis trabajos; esos dos días presenté dos exámenes en el mismo día, al terminar, regresaba con Leah, estudiaba y pedía comida a la habitación. Las visitas de Nik eran rápidas, ellos decían que no, pero yo sabía que les incomodaba que estuviera todo el tiempo con ellos y de esa manera no tenían tiempo a solas. 

El jueves, presenté mi penúltimo examen, y me decidí en volver al cuarto con Vanessa, ya que tenía que empacar mis cosas para mudarme al departamento que me iban a regalar mis padres; no pensaba utilizarlo inmediatamente, pero sí lo más pronto posible. 

Al entrar, encontré todo tal y como lo había dejado, a excepción del cuadro, este colgaba en la pared frente al escritorio, supuse que Vanessa lo había puesto ahí, pero, ¿por qué no me había dicho nada? Eliminé la pregunta y empecé a acomodar mis cosas. Esperé a que Vanessa entrara por la puerta y me sonriera con su típica sonrisa, pero no apareció, supuse que debería de estar con Jack, al final de cuentas, era su novio, no podía hacer nada al respecto.

Hice espacio para estudiar y comer, eran alrededor de las ocho de la noche cuando volví a acomodar mis cosas y Vanessa seguía sin llegar, fue en ese momento cuando empecé a preocuparme.

La noche continuó, y aproximadamente a las doce de la noche, Vanessa apareció. En lo primero que me percaté fue que estaba llorando desconsoladamente, al entrar, cerró la puerta a su espalda y se dejó caer al suelo cubriendo su cara con ambas manos. Temblaba y jadeaba, no paraba de llorar; me debatí entre acercarme o darle su espacio, pero, entonces vi su ropa. 

Estaba desgarrada, la camisa de cuadros que llevaba estaba desabotonada y dejaba al descubierto su hombro en donde se apreciaban unos moretones. Deseé que hubiera tropezado y caído por las escaleras y no que hubiera pasado lo que estaba pensando. 

−¿Vanessa? −Levantó la mirada desde el suelo, y vi que sus ojos ya no transmitían vida, sino que se encontraba rota y el maquillaje corría por su cara debido a las lágrimas. Al verme se puso de pie y trató de arreglar su ropa y posteriormente trató de eliminar sus lágrimas. 

−Elizabeth, ¿qué haces aquí, se suponía que…

−¿Qué fue lo que pasó? −Ella negó con la cabeza y se mordió el labio, las lágrimas volvieron a rodar por sus mejillas−. Vanessa. −Mi voz fue firme y en ese momento volvió a llorar y me acerqué a abrazarla. Hundió su cabeza en mi cuello y su cuerpo temblaba. 

−Fue Jack −dijo con la voz entrecortada−.  Jack trató de violarme. 

Su llanto se intensificó y ahogó un grito. La solté y me dirigí a la puerta; estaba lista para enfrentarme a Jack. 

−Iré a matar a ese idiota. −No medí la intensidad de mi voz; una cosa era lo que él me hubiera hecho y otra muy diferente era lo que trató de hacer con Vanessa.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.