Narrado por: Rachel
No lloré.
Al menos no de inmediato.
Me repetí eso mientras decoraba el patio de la casa de los Harrison con globos, papelitos dorados y una lona hecha por Merly que decía:
“Último día con nuestros niñeros legendarios”
(Con una carita llorando y una estrella feliz al lado, porque Merly era dramática, pero con estilo).
Roscoe llegó cargando bolsas de dulces y pizza, seguido de Ethan con una bocina portátil y Emily con una caja de cupcakes. Merly les gritó “¡retrasados!” desde la azotea (donde, evidentemente, no debía estar), y Miles estaba abajo… dando las instrucciones del evento con una carpeta que él mismo había grapado.
—La celebración tiene cinco fases —explicó—. Apertura oficial, juegos conmemorativos, presentación de obsequios, palabras sentimentales, y final con burbujas.
—¿Final con burbujas? —preguntó Roscoe, acercándose a mí.
—Sí —respondí—. Dijo que “el drama flota mejor con jabón.”
Roscoe sonrió, pero tenía los ojos tristes.
Y ahí fue cuando supe que yo también me iba a romper ese día.
...
Fase 2: Juegos conmemorativos
Jugamos “quién recuerda más datos del campamento”.
Miles arrasó, claro.
Hicimos una carrera de obstáculos improvisada (Roscoe volvió a caer).
Merly gritó “¡JUSTICIA DEPORTIVA!” cada vez que ganaba. Que fue siempre.
Jugamos “ponle la barba a Roscoe” con fotos impresas.
Fue humillante.
Y divertidísimo.
...
Fase 3: Presentación de obsequios
Merly me entregó una caja pintada con marcadores.
—Para que guardes tus ideas.
Dentro: crayones, notas, una libreta, y una piedra que según ella “traía inspiración si la olías bien”.
Miles me dio un libro hecho por él.
“Datos curiosos que me hacen pensar en ti”.
Cada página era una mezcla entre ternura, sabiduría y caos.
Roscoe recibió una gorra firmada por los dos.
—Para que no olvides quién te entrenó —dijo Merly, golpeándole el hombro con orgullo.
...
Fase 4: Palabras sentimentales
Emily, Ethan, los mellizos, y los papás Harrison (que llegaron para el cierre) se sentaron alrededor del jardín.
Rachel (yo), con los ojos llenos de lágrimas, hablé primero.
—Nunca creí que cuidar niños cambiaría tanto mi verano. Y mucho menos mi vida.
Merly y Miles no fueron solo un trabajo… fueron mis primeras pequeñas grandes aventuras.
Y Roscoe… bueno. Encontrarte aquí fue mi parte favorita del caos.
Roscoe me miró. Luego se levantó, despeinándose como siempre.
—Yo no quería este empleo. Vine por una moto rota.
Y ahora… me voy con el corazón completamente arreglado.
Ethan gritó “¡eso fue cursi!” desde el fondo.
Todos se rieron.
Menos Merly, que lloraba con una cubeta en la cabeza (porque decía que “no quería que vieran su debilidad”).
Miles soltó:
—Todo lo que empieza debe terminar.
Pero las cosas importantes… se quedan adentro.
Y ustedes ya viven en nosotros.
Y entonces sí.
Lloramos todos.
...
Fase 5: Final con burbujas
Encendimos las burbujas.
Sonaba música.
Merly y Miles corrían entre pompas, girando como locos.
Roscoe se acercó a mí.
—¿Estás bien?
—Sí. Pero te juro que quiero congelar este momento.
—¿Y si solo lo repetimos algún día?
—¿Cuidar niños otra vez?
—No.
Tú y yo.
Los cuatro.
Una nueva aventura.
Lo miré.
Y supe que sí.
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Editado: 30.11.2025